jueves, 27 de octubre de 2011

ESTACION POLAR ANTARTICA

Posición de la Fundación Ushuaia XXI respecto del proyecto EPA (Estación Polar Antártica) para el que se tiene previsto ceder un importante predio sobre el fondo de la Bahía de Ushuaia.
POSICIÓN:
La Fundación Ushuaia XXI considera que el proyecto denominado EPA (Estación Polar Antártica) podría ser importante y necesario como elemento que permitiría fortalecer la política antártica y a Ushuaia como “puerta de entrada a la Antártida”. Desde esa perspectiva, apoyamos este proyecto.
Pese a ello deseamos dejar expresamente claro lo siguiente:
Al no disponer de toda la información relacionada con el plan de exposición y principalmente la totalidad de los objetivos perseguidos, es que guardamos algunas reservas respecto de los resultados que este proyecto reflejaría sobre la política antártica y principalmente sobre el desarrollo turístico inherente.
Por otra parte rechazamos públicamente que la EPA sea construida en el fondo de la Bahía de Ushuaia, sea sobre la Reserva Natural Urbana o recostado sobre la Avda. Malvinas Argentinas.
Fundamentos:
Hubiésemos deseado que este proyecto fuera parte de una estrategia e inversión exclusivamente estatal. Si es el municipio de Ushuaia quien proveerá del terreno y es el BID quien apoyará financieramente, podríamos haber soñado que fuese el Estado, en sus niveles nacional, provincial y municipal, quienes lo diseñaran, construyeran y administraran.
  • Si bien coincidimos en el rol estratégico que tiene nuestra ciudad para el afianzamiento de la política antártica, no podemos comprometer o malograr ningún atractivo de Ushuaia en función de ello. Ushuaia antes de ser “puerta de entrada a la Antártida” es Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. Atractiva en si misma. Pero aunque ello no se termine de entender u otro tipo de ambiciones nos enturbien la visión, la “puerta de entrada a la Antártida” se debe mostrar de la mejor manera no solamente como antesala de un destino que ya debería tener un buen estudio de capacidad de carga en lo que al turismo respecta.
  • Teniendo conocimiento del Proyecto Polo Logístico Antártico, que cuenta con todo el apoyo del gobierno nacional, nos preguntamos qué tipo de relación podría guardar con la EPA. Si bien el primero trata de garantizar apoyo logístico al movimiento antártico, no se debería descartar la unión de estos proyectos de manera que se encuentren ubicados en el mismo sector de la ciudad.
  • Resulta importante dejar en claro que no vemos con desagrado que el municipio, o incluso, el gobierno provincia o nacional, provean del terreno para su construcción. Aunque tampoco deberíamos descartar que la misma empresa responsable de su ejecución, pague por un terreno. Ello en función a que el mismo municipio ha subastado importantes terrenos a costos accesibles. Por lo tanto no vemos la imperiosa necesidad de utilizar un nuevo espacio público, más aún tratándose del fondo de la Bahía de Ushuaia, un sitio de interés ambiental, histórico y cultural. Luego de este antecedente resultaría difícil negarse a posteriores y sucesivas peticiones para otros proyectos de características singulares.
  • Desde esta mirada, y si es que estamos dispuestos a renunciar a nuestros espacios públicos estratégicamente ubicados, deberíamos delinear un plan que nos imponga ciertos límites y una mirada más profunda no sólo circunstancial. Ello nos obligaría a poner a consideración de la ciudadanía, de qué manera y con qué podemos ocuparlos. Pudiéndose aceptar como respuesta, que no se construya nada sobre esos espacios verdes.
  • Pese a ello, y convencidos que se insistirá con la política de subsidiar esta inversión, debemos recordar que existen varios lugares como opción para la ubicación de la EPA. Península de Ushuaia donde se construirá el Polo Logístico Antártico, Bahía Golondrina, camino al Aeropuerto Malvinas Argentinas, en tierras de la Armada, entendiendo que es un proyecto que cuenta con el especial beneplácito del Ministro de Turismo de la Nación, camino al Parque Nacional Tierra del Fuego, sobre varios sectores que pertenecen a la Municipalidad de Ushuaia, en tierras pertenecientes al CADIC/ CONICET, etc. No deja de sorprendernos esa tozudez, pretendiendo concentrar todo tipo de infraestructura, en el centro o lo más cercano al mismo, en una ciudad absolutamente colapsada en todo sentido. A menos que estemos pensando en los inversores y no en la ciudad o los vecinos.
  • Nadie puede dudar que este edificio desnaturalizará la costa de la Bahía QUE LE HA DADO ORIGEN AL NOMBRE “USHUAIA”, “Bahía que penetra hacia el poniente”.
  • Los impactos ambientales no tienen límites o fronteras. No existen dudas que este proyecto, tanto en su etapa constructiva, como en su funcionamiento, generará un impacto imposible de revertir a la Reserva Urbana y las aves que allí anidan.
  • Resulta una verdadera incongruencia pensar que, por que este sector “ya está impactado” bien se lo puede terminar de impactar con un enorme edificio, como si los impactos no fuesen acumulativos. Si es ese el criterio estaríamos autorizando a que se haga cualquier estrago en cualquier punto de la ciudad.
  • Antes de haberse promulgado una ordenanza, que se supone compromete un espacio tan emblemático para la ciudad, se debería haber evaluado la opinión popular, además de realizar un profundo Estudio de Impacto Ambiental que deje bien en claro, los posibles impactos, no sólo sobre la Reserva Urbana y las aves, sino además sobre la historia, la cultura y el recurso escénico.
  • La EPA no será un “edificio público municipal”. Se trata de una inversión privada sustentada en el apoyo del BID, incluye una “tienda”, un “restaurant” y un “bar”, seguramente los vecinos que pretendamos conocerla deberemos abonar una entrada, y ello por una determinada cantidad de años, que se han preocupado en no mencionar.
  • Resulta sumamente peligroso, quizás hasta negligente, que no se entienda la íntima relación entre turismo, cultura y medio ambiente. Ushuaia no es Paris, no es las Vegas, tampoco Sidney, por lo tanto se debe entender definitivamente que quienes nos visitan no vienen a conocer edificios monumentales, cemento, carteles luminosos, pantallas gigantes en la vía pública, vallas de publicidad, torres o cables, vienen a observar las costas del Beagle, la Bahía, el Monte Olivia, nuestra arquitectura típica, nuestro pasado y, sobre todo, vienen a conocernos, a observar de qué manera convivimos con nuestro ambiente. Debemos evitar proyectar sobre la mente de los potenciales turistas los resultados de nuestra insensibilidad respecto del lugar donde vivimos.
  • Ushuaia es un destino turístico que ha perdido gran parte de su identidad, este proyecto, instalado en un lugar tan significativo y simbólico, no ayudará a recuperarla.
  • De nuestra capacidad para observar y entender estas cuestiones, dependerá la calidad del turismo que sepamos atraer y ello transformará a esta actividad en un importante elemento de verdadero desarrollo social y económico o, por el contrario, en un enemigo para nuestra gente.
  • No hay prueba más contundente del subdesarrollo que anhelar edificios o monumentos “futuristas” como si Ushuaia fuese Las Vegas o New York. Soñar con disneylandizar la historia y la cultura es, esencialmente, renegar de nosotros mismos. Por otra parte los turistas no vienen a ver lo que tienen, y más desarrollado, a la vuelta de sus casas.
  • Hay quienes creen que “no todos los impactos son negativos”. Sucede que en muchas ocasiones son INEVITABLES. Pueden ser impactos negativos chicos, medianos o grandes. Por lo tanto resulta imperiosamente necesario que esos impactos “valgan la pena”, compensen sobradamente el sacrificio, volcando sobre la comunidad “en grandes beneficios, el daño ocasionado”. Para entender esa diferencia, hay que alimentar la conciencia colectiva y fortalecer la honestidad política y el sentido común.
  • Pensar que a la ciudad le hacen falta “íconos” que la identifiquen es ignorar o subestimar los iconos propios ya existentes, muchos de ellos culturales y principalmente paisajísticos o naturales.
  • Vivimos en una región que, por sus características geográficas, insulares, históricas, naturales y paisajísticas, exige políticas que garanticen que el paisaje urbano no colisione tan brutalmente con el paisaje natural.
  • El tratamiento que le dispensamos al paisaje, a la naturaleza en general, habla de nosotros como sociedad y la visión, que nuestros funcionarios tienen del paisaje humanizado, habla de ellos, de su capacidad de entender el futuro y del respeto por quienes heredarán los resultados de su política.
  • Los “buenos negocios” tienen una frontera, traspasarla es generar daño y no beneficios a quienes viven en el lugar. Cruzar ese umbral, sin ningún tipo de consideración, es la mejor prueba que se trabaja para uno mismo y para el bronce, no para la gente.
  • Todo parece indicar que no sabemos qué hacer con el fondo de la bahía de Ushuaia. Si sumarle más infraestructura deportiva, si construir sobre ella el proyecto “Pueblo Viejo”, si construir el “Museo de la Ciudad”, si privatizarla para beneficio de “inversores” desconocidos, si construirle encima más monumentos o diseñar, desde la singular mirada de una gestión, el icono que todos debemos aceptar, a riesgo de ser rotulados de ignorantes. Quizás una prueba de madurez ciudadana y política sería no hacer nada con el fondo de la bahía. Mantenerla limpia, como reserva urbana natural, ya que si sabemos mirar, el icono de la ciudad es la bahía misma.

En función de esta última reflexión, transcribimos una hermosa fábula china:
“Apólogo chino del Pe-Yu-King”.

Un monje, un bandido, un pintor, un avaro y un sabio viajaban en compañía. Una tarde, cuando ya anochecía, se cobijaron en una cueva.
“¿Cabe imaginar un sitio más adecuado para erigir una ermita?” dijo el monje.
“¡Qué refugio para los fugitivos de la ley!” Exclamó el bandido.
El pintor murmuró: “¡Qué temas para el pincel estas rocas y los juegos de la antorcha con sus sombras!”
El avaro repuso: “Un lugar excelente para esconder un tesoro”.
El sabio había escuchado a los cuatro. Luego dijo: “¡Qué hermosa cueva!”
Julio César Lovece
Presidente
Fundación Ushuaia XXI

No hay comentarios: