jueves, 10 de noviembre de 2011

DESARROLLO SUSTENTABLE un futuro comun

PROPUESTA DE NUEVO ICONO
PARA REPRESENTAR AL DESARROLLO SUSTENTABLE
Es en base a los contenidos incluidos en el llamado Informe Brundtland – “Nuestro Futuro Común” – en 1987, mas tarde asumidos por la Conferencia de la ONU Sobre Medio Ambiente y Desarrollo (RIO/92), que comenzó a circular, con evidente intención pedagógica, el ícono con los tres círculos parcialmente superpuestos que desde entonces pretende expresar al Desarrollo Sustentable.
A pesar del tiempo transcurrido y de que en la actualidad se hace evidente que no representa cabalmente el sentido del Desarrollo Sustentable como valor paradigmático para la humanidad en su conjunto, este ícono sigue circulando y es frecuente observarlo en trabajos académicos o de divulgación.
Sin dudas, lo que hay detrás de su permanencia es una intención ideológica sobre las cual conviene reflexionar un poco.
Las ideologías neo-liberales hacen énfasis en la posibilidad de compatibilizar el crecimiento económico con la preservación ambiental mediante el aumento de la productividad (producir más, consumiendo menos recursos y generando menos residuos) y con una hipotética equidad social para la mejora general de las condiciones de vida (a la que nunca se llega, ya que por el contrario aumentan las desigualdades) Desde esta visión libremercadista, la Política, el Estado y la Educación, por ejemplo, solo tienen el rol funcional de garantizar la libre acción del Mercado (para el accionamiento sin límites de las corporaciones). En el ícono que se menciona, lo Ambiental son los recursos a explotar, lo Económico, la acción del mercado tras ese objetivo y lo Social el Universo de los pacíficos consumidores a los que se pretende homogeneizar en sus demandas para que todos y cada uno demande o aspire al mismo tipo de productos. Este pensamiento y escala de valores es el que origina y perpetúa el ícono al que nos estamos refiriendo.
Esta ausencia del espacio para la Política en el ícono mencionado, también da lugar para que algunos sectores preocupados por lo Ambiental, vean la posibilidad de imaginar un Estado todopoderoso que por obra de su propia iniciativa, pueda imponer los equilibrios necesarios y de esta manera obtener producción limpia, comercio justo, desarrollo participativo, etc., etc. La realidad actual indica que, a pesar de sus buenas intenciones, este enfoque solo obtiene modestas iniciativas aisladas que no han logrado estructurarse hasta el momento en pos de una influencia de mayor peso en la sociedad.
Otra de las situaciones críticas nace en el mundo de la Educación y por consecuencia en su extensión hacia la Cultura. Hoy las tres dimensiones no son suficientes para reflejar la complejidad intrínseca de la sociedad contemporánea. La Educación, al fin y al cabo propone, tanto para el individuo como para la sociedad, el asumir una escala de valores, evaluar la realidad con sentido crítico e internalizar contenidos con enfoque holístico, mientras que la Cultura sobre la que se pretende influir, moldea lo que entendemos por desarrollo y determina la forma de actuar de las personas en el mundo.
Además, ni el mundo en su conjunto ni cada localidad se hallan exclusivamente ante desafíos de naturaleza económica, social o medioambiental. Los retos culturales son de primera magnitud: la creatividad, el conocimiento crítico, la diversidad y la belleza son presupuestos imprescindibles de la sostenibilidad, pues están intrínsecamente relacionados con el desarrollo humano y la libertad.
Algunas instituciones de la ONU, como la UNESCO por ejemplo, ya advierten de esta dualidad ideológica y en el Capítulo 01 titulado “Educación para la Sustentabilidad” de Joseba Martinez Huerta del “Manual de Educación para la Sostenibilidad”, exponen el siguiente gráfico con el título de Dimensiones y Principios de la Educación para la Sustentabilidad

Sintetizando estos espacios como los cinco campos de acción denominados Social, Político, Educativo, Económico y Ambiental y proponiendo la interacción entre cada uno de estos espacios entre sí y con el conjunto como la única manera posible de alcanzar al Desarrollo Sostenible es que hemos elaborado y proponemos un nuevo ícono que es el siguiente:
DSyarke
Cabe aclarar, aunque para algunos esto sea evidente, que este gráfico está referenciado con relación a la actual situación de varias democracias latinoamericanas, en donde la acción política se desarrolla bajo una realidad en donde el Estado debe de estar presente sin ser todopoderoso y siempre al servicio del conjunto de la población y la educación deja de ser el instrumento solo al servicio “de las necesidades del trabajo” para asumir un rol mucho mas complejo y positivo para la dignidad personal y del conjunto.
Bajo la amenaza de una crisis económico-social a gran escala como la que se advierte en este oscuro octubre de 2011, el contraste entre democracias modernas latinoamericanas y las enquilosadas y dependientes “democracias” de los países desarrollados cada vez se hace mas evidente, y es a partir de estas profundas diferencias en donde se bifurcan los caminos para alcanzar un Desarrollo un poco mas Sustentable.
Eduardo Yarke

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