lunes, 26 de diciembre de 2011

PIROTECNIA Y SUS VICTIMAS

En esta historia, no hay un padre ridículo que compró petardos y se los hizo encender a su hijo. Ni un nene aburrido que consiguió pirotecnia ilegal y le terminó explotando en la cara. En esta historia, hay un chico de 8 años que se había acostado a dormir en Navidad y que hoy está internado en coma farmacológico con el 38% del cuerpo quemado.
Lo poco que sus padres atinaron a decir cuando llegaron al Hospital del Quemado fue que algún elemento pirotécnico había entrado por la ventana mientras su hijo dormía , en una casa del Conurbano. Que suponen que cayó sobre un acolchado y que la habitación se prendió fuego enseguida. Y que estaban seguros porque en la casa no había ni una estufa encendida.
El chico llegó consciente al hospital ayer a las 4 de la madrugada. El 33% de sus quemaduras –especialmente las del tórax, la de los miembros inferiores y las de la cara– eran de segundo grado. Y el 5% restantes, profundas. “Pero el problema más grave es la lesión inhalatoria porque no sabemos si inhaló sólo monóxido de carbono o algún otro elemento tóxico”, explicó ayer a Clarín Miriam Miño, directora del hospital.
Como tenía signos de lesión inhalatoria, como hollín en la lengua y en la nariz , lo sedaron y lo intubaron “para evitar que hiciera un edema de glotis”. Lo operaron para extraerle el tejido muerto, le hicieron una limpieza profunda para evitar que las heridas se infectaran y le colocaron antibióticos. Y como en ese hospital aún no tienen terapia con respirador para niños, lo trasladaron al Garrahan . “Según las estadísticas, una lesión inhalatoria agrava tres veces una quemadura. Por eso su pronóstico es reservado ”, agregó.
Pero no fue el único caso grave. Un chico de 14 años llegó con lesiones en una mano, con exposición muscular ósea. “Son lesiones poco comunes para quemaduras con pirotecnia. A lo sumo aparecen cuando hay quemaduras eléctricas”, se sorprendió Miño.

No hay comentarios: