jueves, 27 de junio de 2013

COMO CONTAMINAR 15 MIL MILLONES DE LITROS DE AGUA? planta soja

 UN MEGACRIMEN FOMENTADO DESDE LA LEGISLATURA
QUINCE MIL MILLONES DE LITROS MÁS
En la próxima campaña de soja que se iniciará en nuestra provincia, al igual que en la recientemente finalizada se liberarán nuevamente diez millones de litros de substancias peligrosas sin ningún control, sobre nuestros suelos y acuíferos.
El Diagnóstico Ambiental de Entre Ríos 2008 consigna esta cifra en base a los informes de INTA –Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-, concretamente ocho millones de herbicidas (léase glifosato) y dos millones de “plaguicidas”.
Y estos datos son calculados en base a los informes anteriores a 2008, o sea que hay que sumarle las tierras incorporadas vías desmontes ilegales en los años posteriores que son decenas de miles de hectáreas más dado que las autoridades encargadas de prevenirlos los toleran con una cómplice y criminal indiferencia.
Los estudios realizados por el Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires que dirige el Dr. Andrés Carrasco establecieron lo que ocurre con los embriones de los seres vivos cuando toman contacto con estas substancias, especialmente el glifosato.
Veamos un cuadro que nos permite visualizar el problema:
C1 Embriones de animales en sus dos primeras semanas de vida
Tal se puede advertir claramente en la imagen durante las primeras semanas de vida los embriones de los seres vivos son prácticamente idénticos cualquiera sea su especie, incluido el embrión del ser humano.
Los estudios de Carrasco hoy son reconocidos internacionalmente, la revista estadounidense Chemical Research in Toxicology (Investigación Química en Toxicología) publicó la investigación de Carrasco, donde se confirma que el glifosato produce múltiples malformaciones y, con análisis científicos como prueba, advierte: “Los resultados comprobados en laboratorio son compatibles con malformaciones observadas en humanos expuestos a glifosato durante el embarazo”. “Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión (anfibio), interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario”
Y cuando el laboratorio habla de concentraciones mínimas lo hace porque las experiencias realizadas lo fueron diluyendo este veneno 1.500 veces más que en las proporciones utilizadas habitualmente en la agricultura entrerriana.
Por supuesto, que por razones elementales de ética estas experiencias no se hicieron sobre embriones humanos, por eso la ilustración que acompaña esta nota, porque permite ver que las especies mostradas, durante las primeras dos semanas de vida son prácticamente idénticas al embrión humano, o sea que lo que afecta a las primeras seis especies es obvio que afectará a la séptima, o sea el humano, en la misma proporción y gravedad.
La solvencia internacional del laboratorio y los científicos que intervinieron dejaron mudos a los promotores de estas prácticas agrícolas, ya sea la empresa Monsanto, como a los vendedores de estos productos y los agricultores que los emplean, quienes al inicio de la implantación de este modelo de cultivo mentían descaradamente afirmando sin ningún soporte científico que estos venenos eran “inocuos” para el ser humano y que se podían emplear sin ningún recaudo, advertencia o peligro.
Los estudios fueron confirmados en la práctica por lo ocurrido en el Chaco, en la localidad de La Leonesa y otras, donde se demostró que donde se emplean estos venenos aparece un incidencia de cáncer sobre los pobladores zonales que puede alcanzar hasta un 30% de los mismos. Estos estudios fueron efectuados por el Ministerio de Salud de la Nación.
Sin embargo aquí en Entre Ríos, las autoridades no han tomado nota del drama que se esta desarrollando en la provincia con las fumigaciones. Y no lo hacen porque son claramente cómplices de un modelo productivo atroz, que además de envenenarnos, desertifica nuestros suelos, enajena nuestros recursos y concentra la riqueza en una forma que no registra antecedentes en la historia.
Diez millones de litros volverán a ser empleados, los que, según los estudios del doctor Carrasco diluidos 1/1500 veces a las dosis habituales utilizadas en la agricultura, contaminarán entonces como mínimo 15.000.000.000 millones de litros de agua en nuestro territorio, que deambularán por los suelos, acuíferos y naturaleza en general poniéndonos en gravísimo riesgo a todos los seres vivos.
Mientras tanto nuestros legisladores, en vez de prohibirlos como hicieron sus pares europeos, se niegan siquiera a establecer distancias mínimas de fumigación con poblados y escuelas rurales.
La historia los juzgará por su criminal complicidad con este modelo, mientra eso ocurre lo hacemos nosotros, los pobladores entrerrianos.

Enviado por fundavida 

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