Cambio climático: tormentas más severas e inviernos menos
rigurosos
Estaciones alteradas. Los expertos Favio Cabello y Alfredo
Yaquinandi evalúan los fenómenos ocurridos en
los últimos años intentando
descifrar el azaroso comportamiento del clima, a fin de identificar variables
que permitan advertir la llegada de situaciones potencialmente peligrosas para
la población. La necesidad de un sistema de alertas provincial vuelve entonces
a la mesa del debate planteando requerimientos. En la Edición N° 225 del
Semanario de una evaluación de lo que
está sucediendo.
Es imperativo
implementar sistemas de prevención y alerta para mitigar efectos
Es el reclamo que hacen especialistas en el estudio del
comportamiento de las variables atmosféricas habida cuenta de la recurrencia
cada vez más asidua de fenómenos meteorológicos.
El denominado cambio climático a nivel mundial que en ocasiones
es atribuido de manera directa o indirecta a la actividad humana, implica
modificaciones en las diversas variables del sistema atmosférico y altera la
variabilidad natural del clima, observada durante períodos comparables de años
anteriores.
Debido al acelerado proceso de modificaciones “con respecto
al historial climático de una región en
particular o a escala global”, varían los regímenes de lluvia, incrementan las
temperaturas medias y se ven afectados, sobre todo, los parámetros
meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, vientos, humedad,
precipitaciones, entre otros. Al respecto de esta situación, expertos locales
analizan los cambios climáticos en la región y la provincia de Misiones.
Esto se evidencia en las modificaciones de las características
de las estaciones. Por ejemplo, cuando en el verano se registran marcados
descensos térmicos, o tormentas más intensas que lo habitual las que provocan grandes inundaciones.
De esta manera el meteorólogo y director de la Oficina de
prevención ante desastres naturales municipal, Favio Cabello, expresó que de
acuerdo a los pronósticos elaborados por el Centro de prevención del Clima de
Brasil, Centro Nacional de Prevenciones Ambientales de Estados Unidos (NCP) y
el Centro europeo de análisis climático esperan que esta parte de Sudamérica
durante el otoño tenga temperaturas y precipitaciones dentro de lo que se
considera normal.
Invierno no muy crudo
Además, según las previsiones del especialista “no se
esperaría un invierno muy crudo ni tampoco un verano marcadamente más cálido en
la próxima temporada. Las fluctuaciones para 2014 estarían previstas dentro de
los parámetros normales con respecto a temperaturas y regímenes de lluvias”.
Sin embargo, añadió que la mayoría de los pronósticos de los
organismos y centros de prevención antes descriptos evalúan que para fines del
invierno y comienzos de la primavera de este año comience el episodio de El
Niño. “Lo que sería nuestra mayor preocupación porque es un fenómeno que genera
complicaciones climáticas para la zona, provoca más lluvia de lo normal con un
incremento de 50 a 150% y alteraciones meteorológicas severas con tornados
incluídos”, advirtió Cabello.
Otoño con primeras
invasiones de frío
Adelantándose a las bajas temperaturas en nuestra región
expresó que “en el otoño se registrarán las primeras olas de aire frío,
especialmente hacia fines de abril y principios de mayo, donde ya comienzan los
primeros fríos de invierno”. Durante el otoño que, de hecho ya inició la
temporada, “comenzarán las primeras invasiones importantes de aire frío que
introducen a la etapa invernal”.
No obstante, prosiguió con el análisis, “comparando los
inviernos de ahora con los de antes, han cambiado mucho, y ya no es el frío que
teníamos años ha, que prácticamente eran heladas todos los días, especialmente
en localidades del interior de la provincia; eso fue desapareciendo a tal punto
que actualmente las temperaturas son mucho más altas que en los inviernos de
antes”. Indicó al respecto que en la provincia de Misiones y toda la zona del
Litoral, el Sur de Paraguay y Brasil, se da el proceso de cambio climático en
un 100% con un aumento gradual de las temperaturas medias y un incremento de
las precipitaciones y de fenómenos meteorológicos fuertes.
El meteorólogo explicó que generalmente los cambios
climáticos tardan cientos de años pero, en ese camino, los humanos somos
protagonistas de fenómenos más intensos, períodos lluviosos más fuertes y
breves en el tiempo, lo que hace caer mucha agua en poco tiempo. Ante estos
pronósticos, el especialista expresó que “hay que orientar y hacer hincapié
durante estos procesos de cambio climático en los vaivenes del tiempo que siente
la gente, la opinión pública”.
Sobre esto dijo y remarcó que “para ello se deben crear
políticas de Estado, generar presupuesto e instalar estaciones meteorológicas
que generalicen y regionalicen sistemas de prevención y alerta. Son cuestiones
pendientes, no solamente del Estado misionero sino del Estado Nacional y de los
países del Tercer Mundo, en donde la mayoría de los sistemas de alerta son
exiguos o nulos”, analizó.
Los expertos Favio Cabello y Alfredo Yaquinandi evalúan los
fenómenos ocurridos en los últimos años intentando descifrar el azaroso
comportamiento del clima, a fin de identificar variables que permitan advertir
la llegada de situaciones potencialmente peligrosas para la población. La
necesidad de un sistema de alertas provincial vuelve entonces a la mesa del
debate planteando requerimientos. Págs. 8 y 9
Aumento tormentoso en
los últimos años
Entre los estudios que se han hecho a nivel internacional de
cambio climático sobre Argentina, se encuentra el realizado por el Panel
Nacional de cambio climático, el cual detectó aumento en la cantidad de
tormentas en la llanura chaco-pampeana. Un dato no menor es el que indica que
las zonas de llanura en nuestro país, la franja Este de la zona central hasta
el Océano Atlántico, el Centro-oeste de Paraguay y Sur de Brasil son zonas
tormentosas por excelencia en el mundo, junto a África ecuatorial y la llanura
de Estados Unidos.
Según diversas investigaciones llevadas a cabo la Nasa que
dispone de detectores de rayos, en el período 1998-2012 se registraron unos
7.500 rayos en nuestra región a razón de unos 500 por año. “Eso nos hace la
zona más tormentosa del mundo junto a África ecuatorial y la llanura de Estados
Unidos. Son áreas donde los tornados, vientos fuertes, caída de granizo, rayos
y todos aquellos fenómenos meteorológicos relacionados se pueden dar; es por
esto que se debe tener una vigilancia mayor al respecto”, expresó el titular de
la Opad.
Y agregó que en toda la provincia se pueden dar tormentas
severas y tornados. Sin embargo, observó que hay áreas del territorio donde la
presión atmosférica es mayor y esto se traduce en bondad meteorológica.
"Si tomamos como parámetro esta referencia, el área capital sería la más
tormentosa y la zona de Bernardo de Irigoyen menos", dijo. No obstante,
con el antecedente del tornado que se produjo el 7 de septiembre de 2009 en la
localidad de San Pedro. “Esto nos habla a las claras que en la provincia no hay
una zona más o menos tormentosa, son todos lugares donde se pueden producir
tormentas fuertes y fenómenos similares”, expresó.
Frío, en poca
cantidad pero intenso
Por su parte, el
computador científico Alfredo Yaquinandi, analizó que durante la temporada
otoño-invierno habrá fríos intensos y bruscas caídas de temperaturas. Pero
también se marcará una importante diferencia de temperaturas, habrá amplitud
térmica variable ya que un día tendremos 32 o 33º para pasar a 8 o 9 grados.
Subrayó de este modo que se registrará amplitud térmica
diaria importante, se comenzará con temperaturas muy bajas y aumentará por las
tardes ya que el sol va a adquirir intensidad. De esa manera tendremos
temperaturas de 32-33º y esta condición
se extenderá hasta Semana Santa aproximadamente. A partir de allí el clima
variará, llegarán las primeras heladas y los primeros frentes de temperaturas
cercanas a 0º”. “A partir de Semana Santa prácticamente estamos entrando en
terreno invernal”, agregó.
Con respecto al régimen de tormentas y lluvias dijo el
especialista que “afortunadamente como las lluvias serán abundantes no
ocasionarán tantos daños como si estuviéramos en sequía. Para el invierno lo
que se espera son temperaturas muy bajas, va a ser un invierno frío, no en
cantidad de días pero sí en intensidad, además habrán altibajos de temperaturas
y varias heladas frecuentes pero no continuadas”.
Diferencias de criterios pero que coinciden en las
consecuencias del cambio climático.
Misiones se corre de
la frontera subtropical
De acuerdo a los estudios y análisis realizados por el
meteorólogo Favio Cabello, los inviernos en nuestra región son menos fríos y
más benignos; en cuanto a los veranos, éstos invaden el otoño. Sin embargo esas
son variabilidades y no se puede hablar de ello en sentido estricto, hay
diferentes grados de magnitud y es el proceso de calentamiento global el que
provoca que algunas regiones sean más cálidas y lluviosas y otras regiones más
secas.
Yaquinandi, por su parte, dijo que el invierno tendrá
temperaturas muy bajas y será un invierno marcadamente frío con algunos
altibajos de temperaturas. No habrá olas de frío intenso, como tuvimos en años
anteriores, sí se registrarán heladas frecuentes pero no continuadas por varios
días.
En el sentido de cambio climático dijo que “provoca que las
características de los climas diferenciados se entremezclen para la zona sur o
templada de los continentes. El clima tropical siempre es cálido, normalmente
no hay tanta diferencia entre invierno y verano y ese justamente es el motivo
por el cual tenemos estas características actuales; esto hace que se corra la
frontera que habitualmente está al norte de Misiones de clima tropical a subtropical
y en verano llega hasta el Río de la Plata”.
Además, durante este período habrán días de viento Norte que
producirán "veranillos en invierno". “Después de abril-mayo se tendrá
más clara cuál será la trayectoria y la temperatura o las anomalías”, apuntó.
En cuanto a las tormentas, dijo que son más severas por
motivo del cambio climático. “Al elevarse la temperatura o al correrse al clima
tropical, provoca que cuando llegan los fríos del Sur, situación que se da en
estos meses, éstos se encuentran con temperaturas más cálidas en esta zona y
las tormentas sean más severas”, puntualizó.
El último verano
misionero, más agobiante
Al respecto de esta estación que finalizó el 21 de marzo,
expresó Cabello que “de acuerdo a los registros que se manejan desde la Oficina
de prevención ante desastres naturales (Opad), la temperatura no fue
extraordinariamente cálida, no se advirtieron registros históricos.
La más alta fue de 39º 1 décima, cuando la temperatura
máxima histórica en la ciudad de Posadas fue de 42º registrada en enero de
1985”.
“Lo que sí se detectó a nivel del Servicio Meteorológico
Nacional para todo el país, es que las temperaturas altas se mantuvieron en el
tiempo, lo que quiere decir que no hubieron altibajos de temperaturas. Tuvimos
10-15 días, todos los días con temperaturas altas que pasaron por encima de los
35 grados”, aseveró el experto.
Dijo también que la característica normal de los veranos de
la provincia es que se registran 4 o 5 días con temperaturas altas y luego hay
precipitaciones, frentes fríos, inestabilidad, tormentas que hacen bajar las
temperaturas uno o dos días, luego incrementan nuevamente.
Y finalizó explicando que “este verano se caracterizó por
tener temperaturas altas sostenidas en el tiempo, no sólo en nuestra región
sino en gran parte de la Argentina lo que provocó que dos semanas completas
hubiera temperaturas elevadas. Esto fue la característica del verano, al no
llegar las lluvias y no haber viento, la gente empezó a sentir agobio natural
porque no se produjo el cambio de masa de aire”. TOMADO
DE http://www.noticiasdel6.com/
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