viernes, 2 de mayo de 2014

MINA DE CARBÓN PONDRÍA EN PELIGRO FUENTES DE AGUA EN COLOMBIA


 La zona para explotar el mineral se ubicaría en la vereda Río Frío. Alcaldía señala que el proyecto está en una zona protegida y que pondría en riesgo las fuentes hídricas.
Por: Javier González Penagos
En la vereda Río Frío, de Tabio (Cundinamarca) se pretende explotar carbón. La comunidad rechaza el proyecto. Alcaldía de Tabio.
Los habitantes de Tabio (Cundinamarca) quieren evitar a toda costa la extracción de carbón en su territorio. Su obsesión surgió al conocer que el empresario Luis Alfonso López Cortés tramita ante la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) una licencia ambiental para explotar una mina ubicada en la vereda Río Frío Occidental, zona considerada por la comunidad y las autoridades locales como la principal fuente hídrica del municipio, de la que se nutren seis afluentes y sus acueductos veredales. Aunque la solicitud de la licencia se radicó hace tres años, a la fecha no hay una respuesta de la CAR. Sin embargo, los habitantes saben que a la autoridad ambiental se le agota el tiempo para tomar una decisión frente a este permiso, que es lo único que le falta al dueño de la mina para comenzar la extracción.
De ser aprobada la licencia ambiental, se calcula que de la mina se extraerían anualmente 10.000 toneladas de Carbón, durante 30 años. Al menos, estas son las cuentas que hace López Cortés, quien en diálogo con El Espectador dijo que no comprendía el rechazo de la comunidad a un proyecto que será responsable con el medio ambiente.
La idea de explotar carbón en Tabio comenzó en 2005. Ese año el Ministerio de Minas le otorgó título minero a López Cortés, con una vigencia hasta 2035. En el documento estableció un área de 300 hectáreas, donde se inició la exploración. En diciembre de 2011, el empresario presentó ante la CAR el Plan de Manejo para conseguir la licencia ambiental.
Las razones
Desde que comenzó la exploración, los habitantes de Tabio expresaron su rechazo. Por un lado, porque la explotación podría alterar el ecosistema de la vereda, donde nacen afluentes que surten los acueductos veredales y las quebradas El Alcaparro, Agua Blanca y Del Pipa, que abastecen al río Frío y cuyo cauce desemboca en el río Bogotá. Además, porque generaría efectos sociales al cambiar la dinámica de un pueblo que históricamente ha sido agrícola y pecuario.
De acuerdo a la Alcaldía, el 25% de la zona donde se pretende desarrollar el proyecto está sobre una reserva forestal y comprende un territorio para la conservación de aves y animales en vía de extinción. Sandra Liliana Ruiz, secretaria de Medio Ambiente y Asuntos Agropecuarios del municipio, le dijo a El Espectador que “el predio ha sido declarado zona AICA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves) y en él se albergan aves endémicas. Además, es un corredor que sale del páramo de Guerrero, donde también habitan especies que están en vía de extinción”, indicó la funcionaria.
Fuera de esto, según Ruiz, las vías de acceso hacia la vereda no están pavimentadas ni cuentan con la infraestructura adecuada para facilitar el tráfico de maquinaria pesada. En este contexto, la Alcaldía le ha pedido a la CAR que resuelva rápidamente el asunto y, ojalá, a favor de los habitantes del municipio.
“La idea es impedir que se otorgue la licencia ambiental. En Tabio no hay minas de carbón, sólo de explotación de materiales de construcción, las cuales han contaminado las aguas, han dañado vías y, además, han ocasionado el desplazamiento de personas que han tenido que vender sus fincas dedicadas anteriormente a actividades agropecuarias”, puntualizó Sandra Liliana Ruiz.
 El agua ya está contaminada
Ante las inquietudes de la población de Tabio, el empresario Luis Alfonso López Cortés, dueño del título minero, dice que seguirá adelante con su trámite para poder explotar carbón en el municipio. Sin embargo, aclaró que, contrario a lo que cree la gente, su proyecto busca hacer la extracción bajo “las mejores condiciones ambientales y sin afectar el entorno. Por eso estamos cumpliendo con todos los trámites y documentos que nos exige la ley, incluso llevamos casi siete años en este proceso”, precisó.
“Hace poco estuvimos en una audiencia pública en el municipio y presentamos el proyecto. Desafortunadamente hay personas, no sé con qué intereses, que están contra nuestro proyecto sin tener ningún argumento técnico. Sé que hay una prevención de la gente contra cualquier proyecto minero y piensan que uno va a llegar a explotar de cualquier forma. No pretendemos eso, queremos hacerlo de forma técnica y legal”.
Este es un proyecto pequeño, algunos piensan que será una mina ‘bestial’ y no es así. Si bien, el título cuenta con una zona de 300 hectáreas, lo cierto es que será una explotación subterránea, con túneles y una bocamina. Es decir, en la parte superficial, vamos a intervenir menos de dos hectáreas. Deben tener en cuenta que fuera del empleo que se generará, que serán 15 empleos directos, también la población se beneficiará con las regalías”.
Sobre la denuncia de la comunidad que señala el riesgo para las fuentes hídricas de la población, López Cortés explicó que en la zona sólo hay un afloramiento, que es superficial y donde “el agua ya está contaminada, incluso sin intervención humana”. Con el proyecto, incluso lo que se propone es hacer un tratamiento al agua y seguro tendrá mejor calidad”.
En cuanto a la cercanía a la zona de páramo, explicó que su proyecto está a 2.700 metros sobre el nivel del mar y que la norma restringe proyectos por encima de los 3.000 msnv. “Algo que no han tenido en cuenta es que más arriba de donde quedaría la mina, ya existen cultivos intensivos de papa que sí han afectado la zona. Nuestro proyecto no afectará, como creen, la flora ni la fauna”.
“Me han pedido cualquier cantidad de papeles y estudios. Todos se han hecho, como obliga la ley. Todo está en manos de la CAR, donde lleva casi tres años. No sé cómo será el trámite interno y me siguen diciendo que está en trámite. He cumplido la ley y en caso de que me nieguen la licencia ambiental, pues acudiré a todas las instancias que me permita la ley. Si al final me la niegan, pues nada podré hacer. Lo único que le puedo decir a la comunidad es que esté tranquila, porque no vamos a hacer nada que atente contra el medio ambiente”.
En estudio
La CAR, entidad encargada de resolver la solicitud de la licencia ambiental, que daría luz verde a la extracción minera, señaló que el proyecto está en fase de evaluación, para analizar los aspectos técnicos, normativos y sociales que implicaría la licencia. “Hemos adelantado visitas al terreno y estamos revisando los polígonos de la zona de reserva, mirando si efectivamente allí se puede llevar a cabo la extracción”, indicó César Augusto Rincón, subdirector jurídico de la CAR.
Y aclaró que debe cumplir con cada uno de los pasos para respetar el debido proceso, ya que “no se pueden rechazar tajantemente los proyectos de extracción de minerales. Sin embargo, tenemos que contemplar el componente social que implicaría la explotación de carbón en la zona”, dijo el funcionario de la CAR.
Hace un mes se celebró una audiencia en el municipio, como parte del trámite de la licencia ambiental, a la que asistieron funcionarios de la CAR, de la Procuraduría, de la administración, representantes de la población y abogados del dueño del título minero, quien inicialmente expuso su proyecto. A pesar de esto, la mayoría de asistentes se opusieron a la explotación de Carbón.
Independiente del trámite que se adelanta ante la autoridad ambiental, la administración municipal ha señalado que no permitirá que el proyecto de extracción minera se lleve a cabo, aduciendo que el terreno no es ambientalmente viable para la minería. “No estamos de acuerdo con la mina, ni vamos a negociar ningún tipo de regalía o beneficio a cambio de abrirla”, dijo Sandra Liliana Ruiz, Secretaria de Medio Ambiente y Asuntos Agropecuarios del municipio de Tabio.
Por ahora el proyecto minero sigue en veremos. Tanto la comunidad, la Alcaldía de Tabio y el propio dueño del título minero siguen a la espera de la decisión que tome la CAR, con la que, seguramente se abrirá un nuevo capítulo de esta lucha de derechos, entre los que están montados en la “locomotora minera” y de los que buscan proteger su derecho a un buen ambiente. TOMADO DE EL ESPECTADOR DE COLOMBIA 

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