Ébola: el auge urbano
potencia el brote letal
En las ciudades hay más contagio; los muertos ya son 961 El
Ébola resucitó en todo el mundo el miedo a las grandes epidemias.
LONDRES.- El Ébola arrasa África Occidental. El virus ya
dejó 961 muertos y no hay señales de que la epidemia se vaya a frenar en lo
inmediato a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la
emergencia global. Cada infectado es una nueva oportunidad que tiene el virus
de adaptarse a los humanos, y el actual brote es ya casi cuatro veces más
grande que cualquier otro registrado en la historia. Sin embargo, a pesar de un cierto alarmismo,
aún no hay señales de que el Ébola vaya camino a ser una pandemia mundial. Eso
sí, la variable que convirtió este virus en un agente más letal y que aún le
puede dar más peligrosidad es social: la urbanización, el mismo factor que
desencadenó el HIV. Las ciudades son el escenario que le ofrece al virus más
oportunidades de contagio, y África tuvo la mayor tasa de crecimiento urbano
del mundo en los últimos 20 años. Hoy el 36% de los africanos vive en ciudades
y en 2050 lo hará el 50%. Hoy la principal preocupación mundial es si el virus
podría extenderse más allá de las fronteras de Guinea, Liberia y Sierra Leona,
los tres países más afectados. Un viajero infectado contagió a tres personas en
Nigeria, y hay informes no confirmados de viajeros potencialmente infectados en
Marruecos y Arabia Saudita. La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó
anteayer la emergencia internacional de salud pública. "Estamos ante el
brote más severo y más complejo en cuatro décadas de historia de esta
enfermedad", declaró el organismo. La decisión fue tomada anteayer por los
expertos en virus y epidemias del Comité de Emergencias de la OMS. Más allá de
la declaración de la OMS, contener el brote parece posible. "El virus sólo
se contagia de personas que presentan síntomas muy acentuados", dice
Andrew Read, de la Universidad Estatal de Pensilvania, en University Park, lo
que facilita la detección de los casos y el aislamiento de quien estuvo en
contacto con personas infectadas. Como el virus puede incubarse hasta por 21
días, la preocupación es que pase inadvertido si los viajeros caen enfermos
recién después de llegar a destino. Más allá de eso, el riesgo de contagiarse
el Ébola es relativamente bajo, ya que exige exponerse a los fluidos corporales
de un infectado en la etapa avanzada de la enfermedad. Otra preocupación es que
el virus pueda mutar en una forma más transmisible de la enfermedad. Hasta
ahora no hay señales de que esté ocurriendo. "El virus está mucho más
presionado por lograr replicarse exitosamente en humanos que por transmitirse
con más facilidad", sostiene Andrew Rambaut, de la Universidad de
Edimburgo. Por esas razones es más que improbable que estalle un brote
significativo en un país desarrollado. ¿Pero el brote actual es resultado de
una nueva invasión del virus? Hasta ahora, nunca se había informado un caso en
esta parte de África Occidental, pero Daniel Bausch, de la Universidad Tulane
de Nueva Orléans, Luisiana, cree que tal vez ya estaba presente, pero pasó
inadvertido. Los brotes previos fueron en África Central, donde según se cree,
el virus es transportado por los murciélagos de la fruta, los mismos que
también viven en las partes de África Occidental ahora afectadas. Tal vez no
haya sido identificado anteriormente porque sólo una minoría de los infectados
presenta el cuadro hemorrágico por el que es conocida la enfermedad. La mayoría
presenta un cuadro gripal con fiebre, vómitos y diarrea, y mueren por
deshidratación. Esos síntomas se asemejan a los de otras enfermedades locales,
como la malaria y la fiebre de Lassa. Los investigadores están probando
nuevamente las muestras de suero de las investigaciones sobre la fiebre de
Lassa realizadas en la década de 1990 en busca de signos del Ébola. Según los
epidemiólogos, es la magnitud de este brote lo que dificultará su control.
"A medida que aumenten los casos se hará más difícil
hacer un rastreo
efectivo de los contactos previos del enfermo", dice Rambaut, así que la
tasa de contagio podría aumentar. ¿Y por qué es tan grande este brote? El
factor predominante podría ser el avance de la urbanización. En el pasado, los
brotes no salían de las aldeas, salvo que los infectados acudieran a los
hospitales. "En poblaciones numerosas y con alta capacidad de movilidad,
es difícil rastrear los contactos que tuvo un infectado", dice Peter
Walsh, de la Universidad de Cambridge. Las ciudades le ofrecen al virus más
oportunidades de contagio, un factor que también habría favorecido la
propagación del HIV. Hay otras variables que favorecen la propagación del
virus. Justin Masumu, del Instituto Nacional de Investigaciones Biomédicas de
Kinshasa, República Democrática del Congo, descubrió que el incremento de los
brotes del Ébola desde 1994 está asociado con un cambio en el ecosistema de los
bosques debido a la deforestación, incluido el desplazamiento forzoso de los
murciélagos. La región de Guinea donde estalló el brote actual fue mayormente
deforestada. Y hay más. Según Bausch, las guerras en Liberia y Sierra
Leona, y la corrupción en Guinea han incrementado la pobreza, obligando a la
gente a migrar en busca de trabajo y extendiendo de esa forma el virus a otras
zonas. Esos factores sociopolíticos también generaron una desconfianza
generalizada hacia las autoridades, incluidos los de la salud pública, justo
cuando las ciudades de África más los necesitan. EL BROTE QUE REVIVE UN MIEDO ANCESTRAL El
Ébola resucitó en todo el mundo el miedo a las grandes epidemias El virus del
Ébola, que ya mató a 961 personas en África, llegó para alimentar el miedo
ancestral a los escenarios de contagio masivos. Una de las epidemias más
violentas a lo largo de la historia fue la de la fiebre amarilla; en Cuba, por
ejemplo, se propagó entre 1894 y 1897, y provocó 16.308 muertes. Ya en el siglo
XXI hubo epidemias menos letales, pero atemorizantes: el síndrome agudo
respiratorio severo (SARS), en 2003, y la H1N1 (gripe A), en 2009. Del editor:
cómo sigue.Tal vez la emergencia decretada por la OMS ayude a derrotar este
brote; pero habrá nuevas alarmas si África no enfrenta su peor problema, la
pobreza. D. Mackenzie y P. Skett New Scientist Traducción de Jaime Arrambide .
tomado de la nación de ar
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