Crecimiento del Polo
Tecnológico Paysandú ante la demanda de cursos prácticos terciarios El Polo
Tecnológico Paysandú ocupa el edificio donde estaban las oficinas
administrativas de la planta de combustibles de Ancap, y ha tenido gran
crecimiento en cursos y alumnos, lo que determinó que fuera
necesario poner al
frente un director exclusivo, ya que hasta hace pocos días estaba como anexo
del Instituto Tecnológico Superior Paysandú (ITSP).
Las características del proyecto determinaban que debía
tener una dirección propia, y es así que se hizo el llamado y resultó electo
José Luis Mengui Spolita, que asumió el 16 de julio, un profesor con 29 años de
trabajo en UTU, veterinario y profesor de física y del área agraria, siendo su
último cargo el de coordinador agrario de UTU Paysandú.
Consultado sobre qué aspira a desarrollar en el Polo
Tecnológico Paysandú, dijo a EL TELEGRAFO que “es un gran desafío, porque
apunta a ser un instituto con otro tipo de impronta, más aplicado a la realidad
del medio. Los cursos que tenemos son en su mayoría técnico terciarios, donde
la enseñanza se centra en el conocimiento pedagógico basado en la
investigación, donde los alumnos no solamente aprenden dentro del aula sino que
aprenden también fuera de ella, en empresas públicas o privadas, o en la
incubadora de empresas donde los propios alumnos generan su investigación. La
idea es que el conocimiento de cada uno de los estudiantes permita generar su
propio trabajo”.
Esa relación del alumno con el medio es importante, ya que
“el mundo tecnológico va más adelantado y cambia más rápidamente de lo que
puede cambiar un plan de estudios, y el desafío es que todos tenemos que
adaptarnos al cambio.
La apuesta de la institución apunta a ese desafío, y en este
caso el modelo y forma de trabajo de este instituto es basado en la
investigación y el desarrollo de esos conocimientos aplicados en el contexto,
sea en la industria u otras empresas”. CURSOS TERCIARIOS En cuanto a los cursos
que se brindan, especificó que “la UTU tiene cursos técnicos terciarios,
tecnicaturas y tecnólogos, y la duración de cada uno de los distintos niveles
va en función de la formación y el contenido programático que tenga de acuerdo
al nivel”, y describió que son “algunos muy vinculados a la industria, como es
instrumentación y control, que dura un año y medio y es más que nada de
automatismos y los sistemas de control de las líneas de procesamiento, que está
muy vinculado a la electrónica y la informática. El curso de agrónica dura dos
años y se aplica a la industria, donde el alumno tiene un trabajo en la
producción primaria, a nivel de campo por la orientación agrícola que tenemos,
y una segunda parte se aplica a las empresas que tienen líneas de producción.
Trabajan tanto a nivel de campo como de planta”.
Otro curso es la tecnicatura en Logística “que tiene un
amplio campo laboral y abarca muchas líneas de trabajo, pero sobre todo en la
parte de transporte y almacenamiento. Paysandú tiene un gran desarrollo en el
movimiento de cargas, tanto terrestres como a nivel portuario y estamos muy
cerca de la planta de ALUR, que también va a tener mucho movimiento, sobre todo
en cargas a granel, y el curso --dentro de la currícula y también con las
materias opcionales-- se va adaptando al tipo de trabajo y las necesidades que
hay”.
Un tercer curso “es el de Técnico Prevencionista, de tres
años. Es un técnico en seguridad e higiene industrial, que había comenzado en
el ITSP en el año 2009, y cuando terminó en 2011 se discontinuó y recomenzó en
2013, por lo que ahora estamos con el segundo año donde la mayoría de los
estudiantes continúa y pensamos que esta generación, como la anterior, va a
tener una buena inserción laboral por la demanda que hay en la zona”. También
se dicta la Tecnicatura en Construcción, que dura dos años, la Tecnicatura en
redes y comunicaciones ópticas (fibra óptica) y un curso de profesionalización
destinado a estudiantes que ya han egresado de estudios terciarios sobre
energías renovables con cinco módulos, y este año se cursa tercer módulo y en
2016 los restantes en dos semestres”. CAPACITACIONES CORTAS Además, se ofrecen
lo que Mengui describió como “capacitaciones cortas porque a veces el medio
necesita técnicos capacitados para cierto tipo de actividad, y a veces los
plazos de estudios son largos. Es una capacitación dirigida a un tema puntual,
como por ejemplo empalme de fibra óptica, que lo hacemos en 16 semanas y pueden
entrar estudiantes que ingresen de ciclo básico con 15 años o estudiantes que
egresan de bachillerato, ya con 18 años”. Dijo que “tenemos tres
capacitaciones, una inicial de fibra óptica para los de 15 años, y una superior
de empalme y fibra óptica para alumnos que egresan de bachillerato”.
Anunció que “ahora inicia otra capacitación en Logística
para egresados de ciclo básico y con 15 años, que comienza a desarrollarse este
mes y hay tiempo de inscribirse hasta el martes 12 de agosto, aunque el cupo ya
está casi cubierto”. DULICARÁN LA CAPACIDAD
El edificio donde se dictan los cursos, el viejo local donde
estaban las oficinas administrativas de Ancap junto a la planta de
combustibles, tiene posibilidades de ampliación y de hecho en breve comenzarán
algunas obras “que pueden llegar a duplicar el número de estudiantes que
tenemos. Pero se apunta a una enseñanza de calidad, por lo que los cursos van a
estar limitados en función de los espacios, la demanda y la calidad que se
pretende llegar”. En el Polo Tecnológico Paysandú hay actualmente 193 estudiantes,
más los 16 ya inscriptos para la capacitación en Logística, y en ese curso
puede haber hasta un máximo de 25 estudiantes.
Las características de los cursos limitan la cantidad de
alumnos, aunque Mengui aclaró que “la idea de la institución no es dejar afuera
a nadie, pero a veces los espacios delimitan la capacidad de estudiantes que
podemos recibir”.
Aquí intervino Albornoz, agregando que “también dependemos
de la infraestructura. Por ejemplo, un laboratorio insume mucho espacio y eso
también nos limita, como por ejemplo en el caso de fibra óptica, que son grupos
de 15 alumnos y se inscribieron muchos más. En ese caso hacemos grupos que
vayan haciendo al capacitación para darle cabida a todos, pero separados en el
tiempo porque los materiales que tenemos es para ese cupo. Hay que ver si
tenemos los recursos humanos, la infraestructura y también si el medio, como
sector productivo, demanda esa mano de obra y la puede absorber”.
En cuanto a si el número y calidad de docentes es
suficiente, aclaró que “un curso, para aprobarse, no solamente tiene que tener
estudiantes sino también los recursos educativos, y entre ellos están los
docentes. Hemos tenido demanda de cursos que no hemos podido sacar porque no
podemos conseguir un ingeniero, y queda la desazón de no poder cumplir. Pero se
sigue trabajando y a veces se consigue”. Tomado de el telégrafo de Uruguay
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