Gestionan solución habitacional para inundados en situación
de calle; finalizó la fase de emergencia Cuando aún permanecen 32 personas
evacuadas en Paysandú debido a la inundación del mes pasado, fue dada por
terminada la fase de emergencia, con la disolución del Comité Departamental de
Emergencias, quedando la atención de los evacuados en manos del Centro
Coordinador de Emergencias Departamental (Cecoed). Se
El principal problema “es la falta de tierras si queremos
darle una solución definitiva, lejos del lugar donde tenían sus viviendas
precarias, hechas con madera, cartonplast y nylon”, por lo que “proponemos al
Poder Ejecutivo el apoyo con un terreno donde podamos apoyar a estas familias
para que construyan una situación habitacional definitiva”. “Tenemos que buscar
predios que cuenten con los servicios de energía eléctrica, agua potable y
saneamiento y tras una pequeña evaluación que hemos realizado, entendemos que
algunos organismos del Estado tienen terrenos en Paysandú que pueden ser
utilizados para este fin”, poniendo como ejemplo “algunos pertenecientes al
Ministerio de Defensa Nacional”.
“En las próximas horas”, agregó Bentos, “una vez que Cánepa
pueda leer el planteo, seguramente tendremos un nuevo contacto, para ver qué
tipo de solución podemos brindarle a estas familias”. En tanto, “también desde
Paysandú tenemos recursos y materiales para aportarles, para que puedan tener
una vivienda digna, lejos de la zona inundable”. APORTES DEL CECOED
Confirmando esas palabras del intendente Bentos, el
presidente del Cecoed, Emilio Roque Pérez, dijo que “en tanto continuamos
apoyando a los aún evacuados, ya en situación de calle, con alojamiento en el
estadio ‘8 de Junio’ y el parque Cairo Cosio, la alimentación y la asistencia sanitaria,
planificamos una solución definitiva”.
En ese sentido, el Cecoed puede aportar 6.000 ladrillos de
campo, 23 chapas de zinc de 10 pies, 2 puertas, 7 ventanas, 118 inodoros
--“obviamente no serán necesarios todos”, dijo Pérez--, 45 caños de PVC 110 x
240, 30 caños de PVC de 2 pulgadas y 220.000 pesos “que podemos depositar en
una barraca para suplir de materiales a las familias de inundados”.
Asimismo, “contamos con mano de obra especializada de
obreros del Sunca los días miércoles, y del mismo modo, la Intendencia aportará
también obreros”, indicó Pérez.
LA SITUACIÓN CASO POR CASO
La Dirección de Promoción Social y la Unidad de Vivienda
realizaron un pormenorizado informe sobre la situación de las familias
evacuadas. El mismo indica cuales son las posibilidades de vivienda de cada una
de ellas, y la posible mano de obra que podrían aportar en caso de decidirse
una nueva construcción.
La familia Paredes - Sánchez, integrada por una pareja y
cinco hijos de entre 5 y 14 años, tienen ingresos por una pensión por
invalidez, Plan de Equidad y la Tarjeta Uruguay Social. Hay un predio familiar
donde podrían construir. En ese caso, el equipo técnico sugirió que se colabore
con diversos materiales de construcción.
María Hernández es una jefa de hogar integrado por ella y
cinco hijos de entre 1 y 13 años, que obtiene ingresos por el Plan de Equidad y
retenciones alimenticias. No tiene posibilidades de tener vivienda, pues
residía en una pensión de la zona portuaria que al bajar el río, fue ocupada
por otras personas. Sí tiene posibilidad de autoconstrucción.
Gabriela Guichón es otra jefa de hogar con dos hijos de 3 y
7 años, cuyos ingresos son por el Plan de Equidad y la Tarjeta Uruguay Social.
También vivía en una pensión de la zona portuaria cuyo espacio fue ocupado por
otra familia tras la inundación. Tiene capacidad de autoconstrucción.
Stella Mary Ferreira es jefa de hogar con una hija de 35 y
dos nietos de 3 y 4 años. Del mismo modo que los casos anteriores, los ingresos
provienen del Plan de Equidad y de la Tarjeta Uruguay Social. Vivía en la zona
inferior del barrio Curupí en una vivienda precaria. Tienen capacidad de
autoconstrucción.
Norma Arismendi es jefa de hogar con tres hijos de entre 11
y 16 años, con ingresos por Plan de Equidad y trabajos temporales. Residía en
avenida Soriano y Ledesma, en una casa precaria deteriorada por la inundación.
Para recuperarla necesitará el aporte de materiales de construcción.
Humberto Viera residía en la misma zona en una vivienda
precaria que puede ser recuperada con el aporte de materiales.
José Azcoitía, con un hijo a cargo, es jornalero en el
hipódromo San Félix y residía en Ledesma y avenida Soriano. Su vivienda
necesita ser reparada, con el aporte de materiales de construcción.
Natalia Castro es jefa de hogar integrado por su cónyuge y
dos hijos. Hace trabajos de costura y la vivienda en que residían está con
peligro de derrumbe.
Nélida Barceló vivía con sus padres, 2 hermanas y 4 hijos en
una vivienda precaria construida esencialmente con nylon. No tiene adonde
retornar. “ES UNA FALSEDAD”
Por otra parte, el presidente del Cecoed, Emilio Roque
Pérez, dijo que “es una falsedad ese concepto que inexplicablemente se ha
expandido, en el sentido de que habrá otra inundación en setiembre, que
alcanzará los 10 metros”.
“Hemos hecho las averiguaciones respectivas con la Comisión
Técnica Mixta de Salto Grande y podemos afirmar que el plan de regulación de
Salto Grande es con una antelación de 90 días. Por eso podemos afirmar, a
través de la expresión de esos técnicos, que es una falsedad total que vaya a
haber una inundación importante en el mes de setiembre”, agregó. “Esto lo
decimos, fundamentalmente, para llevar tranquilidad a la población,
especialmente de la zona portuaria e inundable”, resumió.
Asimismo, anunció que el lunes venidero OSE “enviará una
barométrica para ser utilizada en el desagote de los pozos negros en zonas
inundables, pues con el retorno a los hogares de los autoevacuados y evacuados,
ese es un problema mayor”. En principio, “el equipo estará una semana en
Paysandú, trabajando en doble turno, a cargo de OSE, incluso combustible y
mantenimiento, y con el aporte de dos funcionarios municipales experientes en
esa labor”. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE URUGUAY
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