Los desplazados - La
inundación de julio dejó a una veintena de familias comprometidas en su lugar
de
residencia, algunos directamente en situación de calle y otros con sus
hogares afectados en su estructura. No es realmente una novedad, pues tras cada
creciente se vive algo similar, a veces con diferentes familias, pero siempre
en esencia el problema permanece, así pasen los años y las subidas y bajadas
del Uruguay.
La sociedad de “tanto tienes tanto puedes” de manera
permanente expulsa de sus círculos de privilegio o de aceptación a quienes por
diferentes razones caen en pobreza económica. A veces el rompimiento de una
familia hace que parte de ella deba refugiarse entre chapas, cartones y
plásticos en una improvisada casa allá donde se pueda, muchas veces por debajo
de la cota de construcción. Otras veces el alcohol o las drogas provocan el
mismo efecto. También la pérdida del empleo.
Lo que es cierto es que nadie vive porque le place entre
cartones, chapas y plásticos, aunque a veces ese sea un estigma que se usa. Es
que así como el río desplaza personas y familias, de la misma forma lo hace la
sociedad. Se han tomado algunas medidas desde el gobierno central, en
conjunción con el departamental, como es el caso del barrio adonde fueron
realojadas familias de La Chapita. Sin embargo, eso no reduce el número de
evacuados. Porque otras familias ocupan esos espacios, más allá que existe
prohibición de levantar viviendas de cualquier tipo de esos lugares.
Lo que ocurre en realidad es que no se puede tomar una
decisión parcial para un problema que en esa zona es general. Es cierto que no
es una solución sencilla, debido a su costo, pero más costoso resulta construir
una veintena de casas cada año sabiendo que la solución que se brinde será para
un grupo de familias, pero que siempre habrá otras que ocuparán esa misma zona.
No obstante, debe considerarse en su conjunto la zona
cercana al Uruguay, en el área del Vertedero y adyacentes. Es allí donde debe
actuarse en primera instancia, realojando a quienes allí viven y actuando de
inmediato sobre la zona, parquizándola o utilizándola para fines recreativos o
comerciales.
El realojo deberá ir por cuenta del Ministerio de Vivienda,
en tanto la intendencia deberá actuar sobre el área para evitar nuevos
asentamientos. Pueden construirse canchas de fútbol y otorgárselas a varios clubes
deportivos que aún no la tienen, agregando iluminación y baños. O puede hacerse
una gran explanada adonde trasladar la Feria “La Heroica”, hoy en avenida
Soriano. O buscarse otro destino, quizás un parque. El Uruguay volverá a
crecer, pero ya afectará a menos familias. La sociedad seguirá desplazando
personas y familias, mas esa zona ya no será un asentamiento. No todo estará
solucionado. Pero será bueno. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE URUGUAY
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