La capa de ozono ha
empezado a sanarse
Este frágil escudo gaseoso está en la estratosfera, entre 10
y 50 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra, y actúa como un
filtro que absorbe la radiación ultravioleta (UV) del sol, la que genera
quemaduras, cáncer de piel y lesiones oculares.
Los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los
clorofluorocarbonos (CFC) si bien permiten que los alimentos permanezcan en
buen estado, al ser empleados como refrigerantes se consideran sustancias que
agotan la capa de ozono (SAO). La lista de las SAO, cuya vida destructiva puede
extenderse entre los 100 y 400 años, también incluye al halón, gas que fue
usado ampliamente como extintor de incendios; al tetracloruro de
carbono, que
se emplea como agente de proceso para producir otros químicos; y al bromuro de
metilo, que ha sido y es utilizado como pesticida para la fumigación del suelo.
Estas contribuyeron a que se forme un agujero (descubierto en 1985) en la capa
de ozono sobre la Antártida que hizo que la cantidad de rayos UV que afectan a
la Tierra aumente, pero también motivó a que se tomen acciones para
controlarlas. Una de ellas fue la firma, el 16 de septiembre de 1987, del
Protocolo de Montreal, un tratado internacional entre 197 países que entró en
vigor en 1989. Este acuerdo ha logrado el éxito en la eliminación gradual de
las SAO a favor de la salud humana, el medioambiente y el clima. Se calcula que
por este tratado se han evitado millones de muertes por cáncer de piel y las
emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a más de 135 millones
toneladas de dióxido de carbono. En lo que respecta a las SAO, se ha eliminado el
98 %, cerca de 2,5 millones de toneladas métricas (t), de sus niveles
históricos de producción y consumo. El 2 % restante corresponde a los HCFC. En
relación con este porcentaje, Ana Correa, directora de Eficiencia Industrial
del Ministerio de Industrias y Productividad, entidad ejecutora del Protocolo
de Montreal en el país, indica que con la implementación del proyecto de
reconversión tecnológica de la empresa Induglob se logró la eliminación de
138,2 t de HCFC 141b, que venían siendo usadas hasta el 2013, en el sistema de
aislamiento térmico de las refrigeradoras. El HCFC 141b fue sustituido por el
ciclopentano, con cero potencial de agotamiento de la capa de ozono y bajo
potencial de calentamiento global. Correa añade que tanto los CFC como los halones,
el bromoclorometano y el tetracloruro de carbono no se pueden importar desde el
1 de enero del 2010. En el caso del bromuro de metilo, su prohibición formal de
importación entrará en vigor el 1 de enero del 2015 –aunque no se lo importa
desde el 2011– y el metilcloroformo, usado como solvente de limpieza, dejará de
importarse desde el 31 de diciembre de este año. En el país también hay
sustancias que requieren licencia de importación y se está controlando el
tráfico ilícito de las SAO. Estas acciones, así como las similares emprendidas
por las demás partes, han permitido que la destrucción de la capa de ozono esté
disminuyendo. Se espera su recuperación para el 2050 si se siguen aplicando las
restricciones a los productos que la perjudican. En cuanto al agujero, este
sigue formándose todas las primaveras (de agosto a octubre) y se prevé que
continúe haciéndolo durante este siglo. Así lo anunció el miércoles Achim
Steiner, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), durante la presentación de la ‘Evaluación para tomadores de
decisiones: evaluación científica del agotamiento de ozono 2014’, en la que
participaron 300 científicos. Tomado de el universo de ecuador
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