Áreas Protegidas ¿y el presupuesto que tal? Publicado por: Flavia Liberona
Para este año 2014, el aporte fiscal para CONAF se redujo
drásticamente y pasó de ser el 61% a ser el 47% lo que está bajo la media
histórica. Esto implica que del 2013 a 2014 CONAF en su presupuesto, pasó de
tener ingresos propios del orden de un 39% a un 53%
Flavia
Liberona es bióloga de la Universidad Católica. Ha sido docente y coordinadora
en Bosque Nativo, Alianza Aysén Reserva de Vida, RENACE, Coalición por la
Participación Ciudadana, entre otros.También ha desarrollado una intenso
trabajo en la temática medioambiental en áreas tales como salmonicultura,
forestal, participación ciudadanía e institucionalidad ambiental. Desde agosto
de 2007 es Directora Ejecutiva de Fundación Terram.
Sin duda alguna Chile cuenta con un valioso patrimonio
natural, “naturaleza que conmueve”, fue el eslogan que acuñó el Servicio
Nacional de Turismo (Sernatur) del gobierno de turno hace algunos años atrás.
De alguna forma los habitantes del territorio nacional le asignamos cada vez mayor
importancia a la naturaleza, a la vida al aire libre, a tener espacios de
contacto con lo “nuestro”, lo que pasa por conocer nuestras plantas y animales.
Pero, ¿qué hace el Estado de Chile por la protección de la naturaleza? ¿cuánto
sabemos de nuestra biodiversidad y cómo se integra esta en nuestra vida
cotidiana? En Chile al igual que en muchos países existen zonas del territorio
que se encuentran bajo protección oficial, esto significa que bajo la normativa
del país, se ha determinado que es importante resguardar dicho territorio,
estas son las llamadas áreas protegidas, en el caso de conservación de la
naturaleza, existen tanto terrestres como marinas y dulceacuícolas. Pero no
sólo hay que crear áreas, también hay que velar por su mantenimiento como veremos
más adelante.
En relación a las áreas protegidas Chile tiene una situación
particular, por una parte no existe un sistema nacional de áreas protegidas
públicas y privadas terrestres, marinas y acuáticas. Y tampoco existe una
institucionalidad pública única que se preocupe del resguardo de las áreas
protegidas.
Es por ello, que uno de los compromisos del Programa de
Gobierno de la Presidenta Bachelet, es crear una institución pública a cargo
del tema denominado Servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas y también un
Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Para ello, el gobierno envío al
Parlamento un proyecto de ley que se encuentra radicado en la Comisión de Medio
Ambiente del Senado. En este proyecto se plantea la creación del Servicio y el
traspaso de la administración de las áreas protegidas públicas, desde distintas
instituciones a este nuevo servicio dependiente del Ministerio de Medio
Ambiente. Esto debería ocurrir en un plazo de tres años una vez que se cree
este nuevo servicio público, es decir
con suerte al final de este gobierno. Pero ¿y mientras tanto qué? Actualmente tenemos una institucionalidad dispersa para el
manejo/gestión de áreas protegidas públicas destinadas a la conservación del
patrimonio natural y cultural, siendo la entidad más importante y con más
presencia en el territorio nacional la CONAF (Corporación Nacional
Forestal). En teoría CONAF administra el
SNASPE, Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, el que comprende Parques,
Reservas y Monumentos Naturales, todos básicamente terrestres. En términos de
superficie son del orden 14,6 millones de hectáreas sin contar al Parque
Nacional Yendegaia, recientemente donado al Estado de Chile. La mayor parte de
la superficie de estas unidades (Parques, Reservas, Monumentos Naturales) está
en los Parques Nacionales, lugares por excelencia dedicados a la conservación
del patrimonio natural. Para ejercer la labor encomendada, es decir para resguardar
la naturaleza CONAF, cuenta con presupuesto anual del orden de 13.000 millones
de pesos, esta cifra está compuesta por ingresos propios y aporte fiscal.
Tradicionalmente el aporte fiscal ha superado el 50% de este presupuesto, entre
el año 2011 y 2013 superó el 55%, llegando al 61% para el ejercicio 2013. Sin
embargo, y aparentemente sin explicación para este año 2014, el aporte fiscal
se redujo drásticamente y pasó de ser el 61% a ser el 47% lo que está bajo la
media histórica. Esto implica que del 2013 a 2014 CONAF en su presupuesto, pasó
de tener ingresos propios del orden de un 39% a un 53%. Lo cual evidentemente
puede no ser real, por lo que cabe
preguntarse si logró recaudar la cifra estimada por la administración anterior
para el presente año y si no lo hizo, también es necesario saber cuáles fueron
las razones. Sin lugar a dudas el aporte que hace el Estado a la conservación
de la naturaleza, tiene directa relación con la importancia que este le otorga
al resguardo del patrimonio natural, por ello he de esperar que ad portas de
iniciarse la discusión del presupuesto 2015, todas aquellas instituciones
públicas que tienen a su cargo el resguardo de la naturaleza, vean sus
presupuestos aumentados para el próximo año. Más aun cuando sabemos que según
un estudio para Latinoamérica y el Caribe elaborado por el PNUD Y TNC el año
2008, Chile era uno de los países con menos disponibilidad de fondos – lo cual
no sólo consideraba el aporte fiscal – para al cuidado de áreas protegidas, ya
que sólo aportaba USD 0,60/ha., siendo la media de 18 países, USD 1,95/ha.
Aunque no lo crea los países con mayores contribuciones son República
Dominicana, Cuba, Costa Rica y el Salvador, mientras que los con menos
contribución son Paraguay, Bolivia, Chile y Perú. Realmente una “vergüenza”, si
consideramos que somos además país OCDE.
Evidentemente, si existe un real compromiso del Ejecutivo y
los parlamentarios con el mandato de la Presidenta Bachelet en fortalecer la
conservación del patrimonio natural, deberíamos ver un aumento significativo en
este periodo, pues no sólo es necesaria la creación de una institución pública,
es también urgente y necesario que aseguremos lo que tenemos con recursos y
buena gestión.
tomado de el dinamos sugerido en envio de boletín gal
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