Expusieron ante emprendedores sanduceros sobre
posibilidades de negocios en la biotecnología
Con el propósito de motivar a emprendedores
sanduceros se llevó a cabo en nuestra ciudad un seminario “Emprendimientos
Biotecnológicos: La ciencia como motor de nuevos negocios”, en el marco del
cual se mostraron las posibilidades que esta rama ofrece para el desarrollo de
emprendimientos comerciales en nuestro país.
Estos
emprendimientos, se explicó, pueden ser derivados de líneas de investigación
propias y/o explotando equipamientos y habilidades técnicas desarrolladas en
los diferentes laboratorios y centro de investigación de nuestro país.
En esta
jornada se expusieron algunos datos acerca de la relevancia que tienen hoy los
emprendimientos comerciales basados en la biotecnología, un sector en el que
hay 62 empresas. Un estudio promovido por la Asociación Uruguaya de
Biotecnología, Audebio, presentado por su coordinadora, Fiorella Polcaro, del
cual participaron 37 de esas empresas, reveló que las mismas exportan en
promedio un tercio de su producción, que dependen fuertemente de proveedores
extranjeros --lo que abre un margen para desarrollo de proveedores locales--,
que casi todas invierten en investigación y desarrollo (I+D) y que emplean
2.597 personas, de las cuales 388 son profesionales.
Las
principales áreas de trabajo de estas empresas son en biotecnología animal,
salud humana y servicios. De acuerdo a cifras de Audebio, Uruguay importa
insumos biotecnológicos por 120 millones de dólares al año y exporta 30
millones. El crecimiento de las exportaciones fue de un 68%, en el período de
2010 al 2012 y los principales productos fueron los granos genéticamente
modificados, medicamentos para uso humano y vacunas veterinarias.
También se
indicó que el 70% de los empresarios aumentó el nivel de ventas, “no por
aumento de precios sino por aumento de volumen físico de exportación”. Otro
dato significativo acerca del sector, presentado en este caso por Atilio Deana,
responsable del sector de transferencia de tecnología del Instituto Pasteur de
Montevideo, es que en el momento las dos incubadoras de empresas --Bioespinn,
de Instituto Pasteur y Khem, del Polo Tecnológico de Pando-- están trabajando a
capacidad completa con 8 nuevas firmas, es decir que promueven un crecimiento
en más del 10% de la cantidad de empresas del sector y la expectativa es que no
den abasto en el futuro próximo.
ESPECTRO
Deana
realizó una exposición que permitió visualizar el amplio abanico de
posibilidades que ofrece la biotecnología, que más que un sector en sí mismo,
atraviesa las diferentes actividades de la economía ofreciendo posibilidades de
mejorar lo que ya se está haciendo.
Las
biotecnologías se clasifican por colores: en Blanca, orientadas al sector
industrial; Verde las aplicadas a los vegetales; Azul en referencia al agua y
el mar, así como la pesca y la vegetación propia de éstos y la Roja, vinculada
a la salud humana y animal, explicó Deana.
Respecto a
la biotecnología, explicó sobre la Blanca que “la idea es optimizar procesos
industriales, reemplazando tecnologías que generalmente son contaminantes, y
pasar a tecnologías más limpia. Lo vemos en la industria papelera, hay
sustitución de agentes químicos por agentes biológicos para hacer el aclarado
del papel, el limpiado del papel; el uso de enzimas y biocatalizadores en todos
los sectores, desde la producción de un detergente, donde se le puede poner una
enzima para sacar las diferentes manchas, hasta enzimas que pueden ser utilizadas
en bioenergía, por ejemplo para usar el bioetanol, parta obtener el biodiesel”.
Deana
considera que la Biotecnología Azul es la menos desarrollada y a la vez ofrece
infinidad de posibilidad de desarrollo en investigación.
Acerca de la
biotecnología Verde, el investigador del instituto Pasteur puso como ejemplo el
mejoramiento genético de las plantas. “Los árboles de eucaliptos que están
forestando por acá son todos de la misma madre, son de la misma planta. Es
increíble cómo puede uno tener millones de árboles todos derivados de una única
planta, y eso todo derivado de la biotecnología”. También mencionó el
mejoramiento de suelos mediante la utilización de microorganismos.
Deana no
eludió la controversia sobre los cultivos transgénicos. “Sé que trae mucho
rechazo, pero es por el tema de los transgénicos que tenemos actualmente.
Lamentablemente ahora lo que vemos es un asociación entre los productos
transgénicos y productos agrotóxicos, que hacen mal al suelo, que hacen mal a
los agricultores, que son dañinos y que en realidad no tiene por qué ser la
regla”, dijo.
“Para mí en
el futuro eso va a ser la excepción y el pasado negativo que tuvieron los
transgénicos va a quedar en el pasado y vamos a tener que ir a una nueva era de
transgénicos, donde sean beneficiosos para el suelo, que no dañen al agricultor
y al trabajador”, anticipó.
Finalmente
la biotecnología Roja es la que mayor desarrollo e impacto en la economía tiene
en nuestro país y a escala global, de la mano de la salud humana, pero también
en la medicina veterinaria, específicamente la vinculada a la ganadería.
También destacó el desarrollo que se está registrando en la investigación de
las células madres, algo de lo que nuestro país todavía está bastante alejado.
En la
apertura del seminario participó en representación de la Intendencia el
director general de desarrollo Ruben Álvarez. Para el jerarca esta instancia
fue “un hito más en lo que venimos llevando adelante con la Agencia de
Desarrollo, Dinapyme, OPP. En Paysandú nunca se ha hecho un seminario de este
tipo. Son nuevas tecnologías que se vienen aplicando. Paysandú se viene
preparando en este rumbo, y esperemos que esto sea un puntapié inicial para
seguir realizando actividades como esta”. Por su parte el gerente de la Agencia
de Desarrollo Departamental, Horacio Ragni, destacó las posibilidades de
desarrollar nuevos emprendimientos que ofrece este sector y el interés que
despierta en el departamento.
“Es el
espíritu sanducero de querer superarse, de querer desarrollar, de querer
sobresalir, de buscar alternativas como comunidad. Mantener su historia
industrial, no tradicional, y desarrollar nuevas tecnologías, en nuevas áreas,
como tiene gran avance la parte de alimentación, como la parte agrícola
ganadera, y un sinfín de áreas más que se están desarrollando”, dijo.
Respecto a
la biotecnología Deana también menciono el caso de los animales transgénicos y
especialmente describió como muy interesante una experiencia que se lleva a
cabo en Argentina.
“Hay una
empresa que se dedica a producir la hormona de crecimiento humana a partir de la
leche de vaca. Entonces hicieron una vaca transgénica que tiene el gen de la
hormona de crecimiento humana, que se produce solamente en la leche, porque si
no la vaca sería gigante. Se produce solamente en la leche y se lo extrae, se
purifica, a partir de la leche. Una vaca sola puede suministrar suficiente
hormona de crecimiento para toda América Latina. Es brutal el potencial que
tiene esto”, afirmó.
Deana indicó
que se trata de hormonas “que son ya conocidas y muy accesibles al mercado. La
ventaja de usar una vaca para hacer hormona de crecimiento es que la planta de
producción con fermentadores y grandes infraestructuras uno lo reduce a una
vaca. La vaca termina siendo un biorreactor de esa hormona. Esta empresa está
abriendo otros productos y también haciendo otros productos que agregan valor a
la leche, pero no llegan a ser un medicamento. Ahora están experimentando con
un producto que destruye el virus de la diarrea infantil, entonces acá en
Uruguay es poco el impacto, pero en África vaya si será importante tener acceso
a ese tipo de productos” tomado de el telégrafo
de Uruguay
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