El cáncer de mama
también es cosa de hombres
Si bien la mayoría de las campañas de prevención están
destinadas a las mujeres, los hombres también pueden padecer la enfermedad.
Cómo reconocerla Aunque el cáncer de mama es mucho más frecuente en las mujeres
-se estima que una de cada ocho tendrá la enfermedad en algún momento de su
vida- las patologías mamarias también afectan a los hombres. A pesar de que es
una situación realmente rara y su incidencia en la Argentina alcanza a menos
del 1% de los casos diagnosticados, no debe desestimarse que los hombres
también pueden padecer esta enfermedad. Debido a la poca información y la
excepcionalidad de estos casos en la población masculina, la mayoría de las
veces se desemboca en un diagnóstico tardío. Al detectarse la patología en
estadios intermedios o avanzados, las intervenciones terapéuticas suelen ser
más invasivas. Los tratamientos que se realizan son similares en ambos sexos
(cirugía, quimioterapia, radioterapia u hormonoterapia), pero debido a la característica
de la mama del varón, no se realizan cirugías con intención conservadora como
en el caso de la mujeres. El doctor Luis Barbera es miembro de la Sociedad
Argentina de Mastología y explicó que "en el caso de pacientes hombres,
generalmente la forma de presentación es un nódulo en la mama, que hay que
saber diferenciar de una afección benigna denominada ginecomastia, que implica
el aumento de tamaño en forma global y sin induraciones". Y agregó:
"Tampoco es rara la aparición de un nódulo en la axila, que corresponde a
la afectación por la enfermedad de un ganglio detectado a veces con mucha
demora por no relacionarlo con enfermedades de la mama". El mastólogo
destacó que "en muchas ocasiones son las mujeres quienes sugieren a sus
parejas o familiares que se controlen las mamas, ya que la poca frecuencia de
la enfermedad en este grupo hace que, hasta los mismos médicos clínicos, no
tengan en cuenta la posibilidad de que sea esta patología la que afecta al
paciente". Esta enfermedad suele afectar a los hombres en edades más
avanzadas que a la mujer, aproximadamente después de los 65 años, y en estos
casos, los antecedentes familiares también son factores de riesgo. Además,
Barbera remarcó que "tener enfermedades mamarias previas o algunas
enfermedades hepáticas aumentan el riesgo". Pero el factor más importante,
por suerte infrecuente, es el síndrome de Klinefelter, que se acompaña de
atrofia testicular, entre otras patologías. En el hombre, ante cualquier
sintomatología que pueda inducir a un cáncer de mama, se procede del mismo modo
que en la mujer, es decir, ordenando una mamografía y una ecografía mamaria.
"Si bien las secuelas psicofísicas de los tratamientos
en los hombres no son las mismas que en las mujeres, debemos tener en cuenta
que algunos tratamientos hormonales pueden afectar su libido, situación que no
debe desconocer el profesional mastólogo para poder ayudar al paciente con las
herramientas terapéuticas adecuadas", concluyó el especialista.
Generalmente, el hombre con cáncer de mama se siente
incomprendido y solo ante esta enfermedad. Por ello, el abordaje
interdisciplinario del cáncer es esencial, tanto para las mujeres como para los
hombres. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR
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