Época de varicela Con la llegada de la primavera, aumentan
los casos de varicela. ¿Qué tenemos que
saber? La escena se repite en cada
consultorio pediátrico desde las primeras semanas de primavera. Es época de
varicela y los chicos están rasca que te rasca mientras esperan que un médico
los atienda. ¿Qué tenemos que saber?
En pediatría la varicela es la infección eruptiva más
frecuente entre los menores de 12 años. Es producida por el virus varicela
zoster. Se estima que sólo un 10% de la población adulta puede llegar a
contraer la enfermedad. Esto demuestra no sólo el alto riesgo de contagio sino
también el hecho de que muchos adultos no padecieron la enfermedad.
La gravedad de la varicela está relacionada con los síntomas
generales y el número de lesiones. Además, las complicaciones por esta
enfermedad aumentan con la edad. El virus permanece en el cuerpo por años y
puede volver a surgir más tarde a causa de una afección dolorosa llamada herpes
zóster. ¿Cuáles son los síntomas?
Se manifiesta con la aparición de lesiones en todo el
cuerpo. Son pequeñas ampollas que producen picazón. Por lo general, se acompaña
de fiebre y somnolencia. La varicela se da en forma leve, pero se aconseja
estar alerta ante algunas manifestaciones, como por ejemplo infecciones severas
de la piel, infecciones respiratorias y del sistema nervioso central, entre
otras.
¿Cómo tratarla? Lo
primero, ir al médico. En la mayoría de los casos, es suficiente mantener a los
niños cómodos mientras sus propios cuerpos combaten la enfermedad. Los baños de
avena en agua tibia proveen una cubierta costrosa y reconfortante sobre la
piel.
Recomendaciones
• Los niños con varicela deben recibir su baño higiénico
diario sin raspar las lesiones al secarse.
• No enviarlos a guarderías o a la escuela hasta que todas
las lesiones se hallen en etapa de costra (esto habitualmente ocurre a partir
del sexto día de la erupción; si la erupción es leve, probablemente ocurre
antes).
• No usar bajo ningún concepto talcos durante la infección.
¿Cómo se previene?
Se recomienda que un niño con la enfermedad permanezca en su
casa hasta que los síntomas desaparezcan, debido a que la infección es muy
contagiosa. Además, el programa de huéspedes especiales puede proporcionar la
vacuna antivaricela por indicación médica evaluando la particularidad de cada
paciente, como por ejemplo a prematuros, pacientes con HIV, pacientes oncológicos,
entre otros.
En el embarazo
La varicela puede interferir el progreso normal del
embarazo, lo que representa un riesgo de complicaciones para la embarazada y el
recién nacido. En las primeras 20 semanas de gestación existe un riesgo del 1
al 2% de que ocurran malformaciones congénitas. En el periparto (cinco días
antes y dos después del parto), puede ser responsable de un cuadro de varicela
grave en el recién nacido si no se lo trata.
Cuando una mujer embarazada entra en contacto con alguien con
varicela, se debe establecer su estado inmunitario frente a esta infección, lo
que representa una urgencia médica. Las embarazadas susceptibles,
principalmente en la primera mitad del embarazo, y los recién nacidos cuyas
madres hayan tenido varicela en el periparto, deben recibir gammaglobulina
endovenosa dentro de los primeros días posteriores al contacto para evitar la
enfermedad.
Si el contacto del niño recién nacido es con algún
conviviente con varicela (por ejemplo un hermano), el estado inmunitario
materno predice el riesgo del bebé. Si la madre tuvo varicela, el niño está
protegido gracias a los anticuerpos que le transfirió durante el embarazo, y no
será necesario tomar ninguna medida preventiva en especial. TOMADO DE EL
LITORAL DE CTES AR
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