En menos de un año,
cuatro inundaciones.
Durante la madrugada
del miércoles 29 de octubre no fue sencillo el descanso. Luego de la caída de
intensas lluvias, centenares de familias sufrieron el flagelo (¡por cuarta vez
en un año!) de que sus hogares queden bajo del agua.
La bronca se masticaba cuando nos enteramos de una reunión a
puertas cerradas entre representantes del gobierno nacional, provincial y
municipal. No hubo dudas, los vecinos debían ser parte de la discusión.
Casi 100 personas se hicieron presentes en el Municipio y
exigieron ser atendidos por las autoridades. Después de un tiempo prolongado, y
bastante presión, se logró el cometido de tener una reunión con las tres
instancias del Estado.
Dos puntos fueron los centrales de la discusión con los
funcionarios públicos:
1) La estrategia
de intervención: Las tres anteriores inundaciones fueron muy críticas para las
familias afectadas, no sólo por lo que representaron las inundaciones en sí,
sino también porque “el protocolo de emergencia” desarrollado por el Municipio,
ha demostrado ser ineficiente, ya que propone un solo centro de evacuados (en
el Polideportivo Municipal), dejando la atención alimentaria, la distribución
de ropa de abrigo, agua y productos de limpieza en los barrios más afectados,
en manos de la solidaridad de vecinos y no de la intervención estatal.
Por ello en la reunión se planteó la necesidad de abrir dos
centros de evacuados “extra”, en los puntos más afectados por la inundación:
uno en el Centro Integrador Comunitario del barrio San Fermín para trabajar con
las familias de ese barrio más los vecinos de los barrios Santa Marta, San
Jorge y La Loma; y el otro en la Sociedad de Fomento del barrio Padre Varela.
La apertura de estos centros permitiría un trabajo en los lugares más críticos,
comprendiendo que la mayor cantidad de familias afectadas no salen de la
cercanía de sus hogares (se auto evacúan), al mismo tiempo que el trabajo de
intervención se apuntalaría con la colaboración de las mismas familias
afectadas por la inundación. Además, se exigió que las Salas de Primeros
Auxilios de los barrios y localidades afectados permanezcan abiertas 24 hs, con
el equipo médico necesario, lo cual fue aceptado por las autoridades estatales.
2) Trabajo sobre
las causas de las inundaciones: acordar una reunión con autoridades nacionales,
provinciales y municipales para trabajar sobre las necesidades urgentes de
planificación e intervención sobre las causas de las inundaciones y no sus
efectos directos (relocalización consensuada de las familias que viven en
orillas del Río Luján y arroyos aledaños; obras de infraestructura para los
barrios anegados debido a la falta de las mismas; intervención sobre la
problemática de los negocios privados que afectan a la cuenca del rio y dan
como resultado las inundaciones cada vez más frecuentes). Se acordó, para el
tratamiento de estos puntos, una reunión para el día lunes 3 de noviembre a las
14 hs.
Luego de la reunión, comenzó el complejo y arduo trabajo
para poner en pie los centros de evacuados en cuestión. Ambos estuvieron
organizados por familias afectadas, vecinos que se solidarizaron para el
trabajo, y organizaciones que se pusieron a disposición de las familias desde
las primeras horas. Destacamos fuertemente que las familias afectadas
canalizaron su indignación en el trabajo solidario para con otras familias, a
pesar de haberlo perdido todo en algunos casos, lo que potenció del resto de
los voluntarios.
El trabajo en los centros de evacuados se prolongó hasta el
domingo 9 de noviembre, día en que las últimas familias emprendieron la triste
vuelta a sus hogares, en algunos casos devastados por el agua. Durante los días
de trabajo en los centros de evacuados, que fueron 12 intensas jornadas, se
llegó a cocinar por comida 2200 raciones, es decir que esa cantidad de personas
fueron asistidas diariamente a partir de la intervención en los mencionados
centros. Por ejemplo, en el Padre Varela, se auto organizaron 5 ollas populares
en distintas partes del barrio, y además se repartieron alimentos, agua y
artículos de limpieza para cientos de vecinos.
Lo que el agua no se llevó.
Las situaciones de crisis hacen que las comunidades pongan a
prueba los lazos más básicos del entramado social. Después de esta cuarta
inundación puede afirmarse que la solidaridad y el compromiso social de la
población de Luján son enormes. Es imposible enumerar la cantidad de vecinos
que pusieron a disposición bienes personales, tiempo de trabajo, vehículos y
acompañamiento cotidiano para la atención de las familias afectadas y el
reclamo a las autoridades estatales.
También debe decirse que, si bien la preocupación central
fue la atención de las familias afectadas por las inundaciones, la mirada de la
comunidad en su conjunto pudo centrarse en las causas sociales y urbanas de las
inundaciones en la cuenca del Río Luján, y en la necesidad de una intervención
planificada del Estado para revertir esta situación.
La inescrupulosa, ilegal y no poco rentable proliferación de
barrios privados en los alrededores del río; la existencia de canales clandestinos que cuidan los
enormes negocios de los pocos dueños de campos sembrados con monocultivos de
soja destinados a darle de comer a los cerdos en China; la inexistencia de un
plan de obras que contemple la edificación de viviendas para las familias que
habitan las zonas costeras del río y arroyos, así como la ausencia de
planificación de obras para los barrios completamente abandonados; pasaron a
situarse en el centro del debate público de nuestra ciudad.
Haber identificado a los verdaderos culpables de esta
situación, encontrar un pliego de demandas que debe orientar el trabajo
inmediato de funcionarios públicos en los distintos niveles del Estado, al
mismo tiempo que comprender que la participación real y efectiva de la
comunidad debe ser el motor de la transformación de esta situación
profundamente injusta, son los saldos positivos que, a nuestro modo de ver,
tuvo esta trágica inundación.
Párrafo aparte merecen las bochornosas declaraciones del
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien en el momento
más crítico se dedicó a auto alabar las obras (¡absolutamente ineficientes!) de
su gestión sobre la cuenca (hablamos de millones y millones de pesos tirados en
desmontar la ribera del Río, provocando el efecto inverso al planteado), y buscó
sacar rédito político enfrentándose a su contrincante público, el magante de
los barrios cerrados del delta, Sergio Massa. Tampoco pueden ser dejadas al
pasar las expresiones públicas de Intendente Oscar Luciani, más preocupado por
no distanciarse de las declaraciones de sus superiores, que por defender los
intereses de los habitantes de Luján que confiaron en su gestión. Ni hablar del
Gobierno Nacional, que interviene desde una política de subsidios post
inundación, pero que no dice ni una palabra del impacto ambiental negativo del
modelo de agronegocio que promueve, ya sea por los canales clandestinos, como
por la poca capacidad de absorción de los campos debido al monocultivo y la
siembra directa.
El tránsito de la
solidaridad a un nuevo modelo de vida para todo Luján.
Como ya se ha señalado, fue fundamental la participación de
la comunidad, tanto para paliar la crítica situación de las familias afectadas,
como para imponer la agenda de las necesidades de las mayorías de nuestra
ciudad.
La expresión más cabal de ello fue la manifestación que se
realizó el día lunes 3 de noviembre en las puertas del Palacio Municipal, que
congregó a más de 300 personas, en medio de un diluvio que “retenía” en sus
hogares a centenares de vecinos comprometidos, ya que el agua volvía a entrar
en aquellos.
Durante el fin de semana se habían realizado asambleas en
los centros de evacuados, y en distintos barrios afectados por las inundaciones
y el temporal, donde se eligieron delegados para la reunión que se tendría con
las autoridades nacionales, provinciales y municipales, el día lunes. Esto
abonó a llegar con un pliego de demandas claro y conciso, al mismo tiempo que
posibilitó la articulación con vecinos de otras zonas afectadas por las
lluvias.
Fueron parte de la delegación que ingresó al Municipio,
vecinos de los barrios San Fermín, San Jorge, Santa Marta, Padre Varela, Parque
Lasa, Los Laureles, Villa del Parque, Lanusse, Olivera, de la calle Francia en
la zona de La Terminal, y una docente de la escuela del barrio El Quinto.
El resultado de esa reunión, que se extendió durante
aproximadamente 4 horas y media, fue un compromiso firmado por las autoridades
presentes (se anexa en adjunto).
Los puntos centrales del acuerdo alcanzado comprendieron una
reunión para el día siguiente con el Subsecretario de Desarrollo Urbano y
Vivienda de la Nación Germán Nivello (de quien dependen las obras de
construcción de viviendas en todo el país), una reunión con responsables
provinciales para el comienzo de obras en los barrios anegados, una reunión con
responsables de la esfera educativa para reafirmar la necesidad de obras en las
escuelas que se encuentran literalmente en ruinas y fueron afectadas por la
inundación, y un compromiso de atención directa material y en cuanto a salud,
sin mediaciones espúreas, para las familias afectadas. Además, se han
comprometido las autoridades municipales a “realizar una inspección” del predio
del Sindicato de Peones de Taxi “Néstor Carlos Kirchner” como posible causal de
las inundaciones en el Padre Varela.
Si bien la agenda de trabajo y reuniones se sigue
desarrollando en estos días, es importante destacar que la reunión llevada a
cabo el día martes 4 de noviembre con el Subsecretario de Desarrollo Urbano y
Vivienda de la Nación, de la que participaron vecinos de las zonas más
afectadas (Olivera, Padre Varela y un delegado en representación de los barrios
San Jorge, San Fermín y Santa Marta), al tiempo que contó también con la
presencia de representantes del gobierno provincial y el Intendente de Luján,
tuvo un saldo positivo en términos de promesas y compromisos asumidos. Desde la
mencionada dependencia nacional, se comprometieron a aportar los fondos
necesarios para la relocalización de las familias que habitan en zonas inundables
y que así lo deseen, en tanto y en cuanto el Municipio comprometa las tierras
necesarias para la reubicación de estas familias. Estos compromisos deben ser
cumplidos, y para que así sea debemos mantenernos movilizados en las calles.
Por lo mencionado hasta aquí, quienes firmamos el presente
comunicado, entendemos que las tareas por delante son vitales para la atención
de las necesidades de las familias trabajadoras de Luján que hace décadas ven
postergados sus derechos más elementales. Es más que claro que la gestión del
actual Intendente deberá realizar todos los trabajos que no priorizó en estos 3
años de gestión, poniendo por delante los intereses de la gran mayoría de los
lujanenses.
Sabemos que la discusión acerca del acceso a la tierra en
Luján es el Talón de Aquiles de este sistema capitalista injusto y lucrativo
que impacta en la cotidianeidad de nuestro distrito, edificado claramente por
los sectores enriquecidos, por eso hemos discutido hasta la coma del proyecto
de Código de Ordenamiento Urbano que todavía sigue en tratamiento, por eso hemos presentado un
proyecto de ordenanza para la creación de un Banco de Tierras Municipal, por
eso nos hemos puesto al servicio del trabajo codo a codo con los vecinos afectados.
¿Y ahora, qué?
Ha bajado el agua del río, y las primeras planas de los
portales de noticias han cambiado de tema, no nos enteraremos por estos medios,
por ejemplo, que en varios barrios no se han hecho aún las tareas de
desratización y fumigación de mosquitos, tan necesarias y urgentes, ni que aún
no se hayan hecho análisis de potabilidad del agua de pozos y también de red en
los barrios y localidades afectadas, mientras se ha dejado de distribuir agua
potable de manera gratuita. Tal vez no salga en ningún medio masivo que muchos
de los afectados perdieron sus trabajos o estuvieron casi dos semanas sin poder
ir a trabajar, y por ende no han percibido salario alguno.
Sin embargo, entendemos fundamental seguir organizados y
exigiendo que desde las distintas esferas del Estado se lleven adelante las
gestiones para que existan cambios de fondo en Luján. Con el mismo ímpetu y
fortaleza con el que trabajamos durante las inundaciones, estaremos alertas
para que los funcionarios no borren con el codo lo que firmaron durante esos
días, cosa a lo que nos tienen acostumbrados.
Solo podremos construir un partido de Luján más justo con la
plena participación de sus habitantes, y con la claridad de pelear por los
intereses de los vecinos y vecinas que aportan con su trabajo día a día a
construir una realidad diferente. Con ellos, nuestro compromiso profundo, con
ellos, nuestra actividad cotidiana.
Entendemos muy necesario organizarnos entre todos los
vecinos y vecinas para dar continuidad a las exigencias planteadas, ya que de
promesas seguimos inundados. Es por eso que no sólo redoblaremos la apuesta de
nuestra participación como organizaciones populares, sino que también
convocamos a todo el pueblo a continuar tomando el tema en sus manos, como lo
venimos haciendo, ya que entendemos que no podemos aceptar ni una inundación
más en Luján. La solución está en manos del pueblo.
Firmas:
PATRIA GRANDE LUJÁN – FUL - MULCS (FRENTE UNIVERSITARIO
LUJÁN - MOVIMIENTO POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y EL CAMBIO SOCIAL) - CTD ANIBAL VERÓN LUJÁN – MPR QUEBRACHO LUJÁN-
CTA AUTONOMA LUJÁN
Contactos de prensa:
Marilyn Cataldo: 011
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Andres Duhour: 2323641752
Leonardo Moreno: 11 63032205
Juan Acoto - 2323603721 - ENVIADO EN RED FOROBA
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