1,5 millones de
mujeres tendrán seguridad social
Las reformas planteadas por el Ejecutivo a la Asamblea se
concentran en estabilidad laboral, equidad y democracia. Mercedes Nacipucha es
una de las amas de casa que podrían acceder al seguro social de aprobarse la
reforma. Foto: Archivo / Las Reformas al Código de Trabajo y a la Ley de
Seguridad Social que presentó el sábado el Presidente de la República y que
serán debatidas por la Asamblea Nacional, garantizan la estabilidad laboral,
generan equidad, son una muestra de modernización, de democracia y, sobre todo,
de universalización de la seguridad social para todos los ciudadanos. En el
Código de Trabajo actual aún existe la posibilidad de que a un empleado se lo
pueda despedir luego de 2 años de contratación sin ninguna indemnización. Eso
desaparecerá con la reforma, que elimina la contratación a plazo fijo de la
figura laboral del país. Castiga también
la discriminación de cualquier forma, ya sea por raza, género, orientación
sexual, edad o discapacidad, sancionando a los infractores con un año de sueldo
adicional a la indemnización que ya se fija por despido intempestivo, con esto
se busca frenar el abuso de empleadores. Además, hace énfasis en el derecho a
la sindicalización, protegiendo también a los líderes de estos grupos para que
no sean intimidados. Esta es la primera reforma. En segundo lugar está la
equidad, que tiene varios puntos, el primero es con relación a las
remuneraciones mensuales de los empleados con relación a quienes dirigen la
empresa. Se ordena que un gerente o cualquier directivo de una empresa no puede
percibir un sueldo que supere el monto resultante de multiplicar la
remuneración más baja percibida en esa entidad. En este mismo punto también se
protege al empleado, exigiendo que las utilidades de un mismo grupo económico
sean divididas equitativamente entre los integrantes de todas la empresas
vinculadas. También se pone un límite a las utilidades, especificando que no
podrán exceder los 24 salarios básicos ($ 8.160); además, en el caso de que
excedieran el monto fijado, serán entregadas al régimen bajo la figura de
prestaciones solidarias de la seguridad social. Con esta determinación se podrá
subsidiar a otro grupo que no tiene los mismos beneficios. Uno de los puntos
que generó controversia en ocasiones anteriores cuando se proponía el nuevo
Código Laboral, era la mensualización de los décimos o remuneraciones
complementarias. En la propuesta se incluye la posibilidad de que esta
alternativa sea opcional y bajo la decisión del empleado. El cuarto eje es la democracia,
lo que se considera uno de los pilares del Gobierno, por eso se propone que las elecciones de las directivas de los
comités de empresa sean mediante votaciones universales secretas y que abarquen
a todos los empleados de la entidad que estén laborando al menos 60 días. Estos
son los cambios propuestos para el Código de Trabajo. El último punto, y el más
revolucionario, es la reforma a la Ley de Seguridad Social, que amplía este
beneficio a más de 1,5 millones de mujeres en el país. Por ello se ordena que
la persona que realiza el trabajo no remunerado del hogar estará protegida
contra las contingencias de vejez, muerte e invalidez. Esta propuesta es
inédita y es una forma de generar equidad entre los ciudadanos. La mujer, por
lo general, es quien ejerce esta labor que no tiene horario ni remuneración
fija. Hasta ahora este trabajo que se hace diariamente en el hogar no es
considerado un aporte para el desarrollo económico del país, pues quienes lo
hacen no están incluidos entre la población productiva. En el anuncio, el
presidente Correa detalló que la labor que realizan las amas de casa es
fundamental para que el cónyuge se vaya a trabajar tranquilamente, por lo que
se convierte en un complemento indispensable. Los dependientes, al jubilarse, van
a cobrar una pensión mientras que su compañera no obtendrá nada, lo que ahora
cambiará. La propuesta contempla el nivel socioeconómico como base para fijar
un aporte mensual, el mismo que en todos los casos recibe un subsidio del
Estado, que puede ser de hasta 90%. Hay 4 niveles, el primero se ha denominado
nivel de subsistencia y se calcula con un ingreso del 25% de salario básico ($
85). En este caso el Estado aporta $ 9,2 mientras que a la beneficiaria le
tocaría poner $ 2, con ese mínimo aporte mensual podría acceder a una pensión
de hasta $ 76,5 por vejez, muerte o
incapacidad. El trabajo de las amas de casa corresponde al 15% del producto
interno bruto y esta reforma es el reconocimiento a esta labor. En los otros
niveles que son medio, medio alto y alto el subsidio dependerá de los ingresos.
En todos los casos la cotización será del 13,25%. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE
ECUADOR
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