lunes, 17 de noviembre de 2014

SEGURIDAD SOCIAL PARA MUJERES se amplia en Ecuador


 1,5 millones de mujeres tendrán seguridad social
Las reformas planteadas por el Ejecutivo a la Asamblea se concentran en estabilidad laboral, equidad y democracia. Mercedes Nacipucha es una de las amas de casa que podrían acceder al seguro social de aprobarse la reforma. Foto: Archivo / Las Reformas al Código de Trabajo y a la Ley de Seguridad Social que presentó el sábado el Presidente de la República y que serán debatidas por la Asamblea Nacional, garantizan la estabilidad laboral, generan equidad, son una muestra de modernización, de democracia y, sobre todo, de universalización de la seguridad social para todos los ciudadanos. En el Código de Trabajo actual aún existe la posibilidad de que a un empleado se lo pueda despedir luego de 2 años de contratación sin ninguna indemnización. Eso desaparecerá con la reforma, que elimina la contratación a plazo fijo de la figura laboral del país.  Castiga también la discriminación de cualquier forma, ya sea por raza, género, orientación sexual, edad o discapacidad, sancionando a los infractores con un año de sueldo adicional a la indemnización que ya se fija por despido intempestivo, con esto se busca frenar el abuso de empleadores. Además, hace énfasis en el derecho a la sindicalización, protegiendo también a los líderes de estos grupos para que no sean intimidados. Esta es la primera reforma. En segundo lugar está la equidad, que tiene varios puntos, el primero es con relación a las remuneraciones mensuales de los empleados con relación a quienes dirigen la empresa. Se ordena que un gerente o cualquier directivo de una empresa no puede percibir un sueldo que supere el monto resultante de multiplicar la remuneración más baja percibida en esa entidad. En este mismo punto también se protege al empleado, exigiendo que las utilidades de un mismo grupo económico sean divididas equitativamente entre los integrantes de todas la empresas vinculadas. También se pone un límite a las utilidades, especificando que no podrán exceder los 24 salarios básicos ($ 8.160); además, en el caso de que excedieran el monto fijado, serán entregadas al régimen bajo la figura de prestaciones solidarias de la seguridad social. Con esta determinación se podrá subsidiar a otro grupo que no tiene los mismos beneficios. Uno de los puntos que generó controversia en ocasiones anteriores cuando se proponía el nuevo Código Laboral, era la mensualización de los décimos o remuneraciones complementarias. En la propuesta se incluye la posibilidad de que esta alternativa sea opcional y bajo la decisión del empleado. El cuarto eje es la democracia, lo que se considera uno de los pilares del Gobierno, por eso se propone  que las elecciones de las directivas de los comités de empresa sean mediante votaciones universales secretas y que abarquen a todos los empleados de la entidad que estén laborando al menos 60 días. Estos son los cambios propuestos para el Código de Trabajo. El último punto, y el más revolucionario, es la reforma a la Ley de Seguridad Social, que amplía este beneficio a más de 1,5 millones de mujeres en el país. Por ello se ordena que la persona que realiza el trabajo no remunerado del hogar estará protegida contra las contingencias de vejez, muerte e invalidez. Esta propuesta es inédita y es una forma de generar equidad entre los ciudadanos. La mujer, por lo general, es quien ejerce esta labor que no tiene horario ni remuneración fija. Hasta ahora este trabajo que se hace diariamente en el hogar no es considerado un aporte para el desarrollo económico del país, pues quienes lo hacen no están incluidos entre la población productiva. En el anuncio, el presidente Correa detalló que la labor que realizan las amas de casa es fundamental para que el cónyuge se vaya a trabajar tranquilamente, por lo que se convierte en un complemento indispensable. Los dependientes, al jubilarse, van a cobrar una pensión mientras que su compañera no obtendrá nada, lo que ahora cambiará. La propuesta contempla el nivel socioeconómico como base para fijar un aporte mensual, el mismo que en todos los casos recibe un subsidio del Estado, que puede ser de hasta 90%. Hay 4 niveles, el primero se ha denominado nivel de subsistencia y se calcula con un ingreso del 25% de salario básico ($ 85). En este caso el Estado aporta $ 9,2 mientras que a la beneficiaria le tocaría poner $ 2, con ese mínimo aporte mensual podría acceder a una pensión de hasta  $ 76,5 por vejez, muerte o incapacidad. El trabajo de las amas de casa corresponde al 15% del producto interno bruto y esta reforma es el reconocimiento a esta labor. En los otros niveles que son medio, medio alto y alto el subsidio dependerá de los ingresos. En todos los casos la cotización será del 13,25%. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE ECUADOR 

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