En vista de que la mitad de la humanidad, 3.500 millones de
personas, hoy en día vive en las ciudades, muchas están creando y adoptando
alternativas de modos de vida sostenibles en transporte, gestión de residuos
sólidos, gestión de agua, producción de energía, en construcción de viviendas y
edificaciones, desarrollo de economías verdes, entre otros campos, de modo que puedan
seguir prosperando mientras aprovechan mejor sus recursos y reducen la
contaminación y la pobreza.
Estos nuevos modelos fueron expuestos por representantes de
ciudades de países como Argentina, Brasil, Ecuador, EE.UU., Holanda y Perú que
asistieron en Lima al seminario Ciudades sostenibles y cambio climático:
desafíos, experiencias, antes de la COP 20, la más importante conferencia de la
ONU sobre cambio climático. En el 2013, cuando Lima fue anunciada como sede de
la COP 20, emprendió acciones orientadas a generar una agenda que incluyera el
enfoque de cambio climático planteando una sinergia de temas ambientales,
sociales y económicos para una adecuada gestión local. Pero ya el 2011 estaba
implementando medidas como la reforma del transporte, la conservación de
ecosistemas naturales, el incremento del verde urbano y el mejoramiento de
asentamientos informales. Sucede en otras ciudades de América Latina y el
Caribe, la segunda región más urbanizada del planeta que de acuerdo al Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), podrían llegar a una tasa de urbanización
del 87% en el 2050.
Este ritmo crea grandes desafíos para las municipalidades y
afecta su capacidad para gestionar eficazmente la calidad de vida de sus
ciudadanos, principalmente la de los más desfavorecidos. A esto se suma que los
eventos climáticos acrecientan la vulnerabilidad de las urbes. Para dar
respuesta a estos desafíos, el BID estableció en el 2011 la Iniciativa Ciudades
Emergentes y Sostenibles con la que asiste técnicamente a 50 ciudades
intermedias de América Latina y el Caribe en la identificación, priorización y
estructuración de proyectos para mejorar su sostenibilidad ambiental, urbana y
fiscal. De Ecuador, están trabajando con Cuenca.
Este cantón de Azuay tiene las mejores prácticas ambientales
del país, siendo el transporte su mayor desafío. Quito también está encaminada
a ser sostenible. Su secretaria de Ambiente, Verónica Arias, quien participó en
el seminario previo a la COP 20, dice que el desempeño ambiental de la capital
es medio.
Para mejorarlo, el cabildo quiteño ha establecido seis ejes
estratégicos, entre los que incluye la adaptación y mitigación al cambio
climático, la conservación del patrimonio natural y la promoción de buenas
prácticas ambientales. Este último se extiende al sector de la construcción,
por lo que en febrero desarrollarán el I Foro Urbano de Construcción
Sostenible.
A criterio de Alexander Naranjo de la ONG Acción Ecológica,
los gobiernos locales tienen una obligación educativa. Y eso implica “reconectar”
a la ciudad con el campo y con los ecosistemas que les proveen recursos. Por
ejemplo, a Quito con sus páramos o a Guayaquil con sus humedales. Estas
interacciones, destaca, permitirían que quienes habitan las ciudades adquieran
actitudes “ambientalmente más sanas” como explorar la agricultura urbana. (I)
Urbes sustentables Principios
de la ONU
Ofrece una buena calidad de vida a sus ciudadanos.
Minimiza sus impactos al medio ambiente.
Reduce emisiones de CO2.
Mantiene y recupera espacios verdes.
Apuesta por una movilidad sostenible.
Promueve una construcción planificada y eficiente.
Gestiona sus residuos.
Promueve la participación activa de sus ciudadanos TOMADO DE
EL UNIVERSO DE ECUADOR por sugerencia d3e envio de bolein gal de chile
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