Froilán Tantaleán
Vásquez, ingeniero y catedrático de la U. Nacional Pedro Ruíz Gallo, era un
aficionado a la paleontología. Coleccionaba fósiles desde los 17 años (Foto
Wilfredo Sandoval / El Comercio)
Los 3.200 fósiles y restos paleontológicos que desde los 17
años reunió por iniciativa propia el ingeniero lambayecano Froilán Tantaleán
Vásquez fueron donados a la ciencia. La esposa y los dos hijos del fallecido
profesional de la U. Nacional Pedro Ruiz Gallo hicieron realidad el sueño de
Tantaleán, quien desde la posteridad verá cómo su afición por coleccionar
restos petrificados de Chota (Cajamarca), terminará siendo admirada por los
miles de visitantes del Museo Tumbas Reales de Sipán. “Aún recuerdo
cuando fuimos de vacaciones al
pueblo de Llamaluc, donde algunos familiares nos dijeron que habían restos
óseos de muchos años de antigüedad”, evocó Giovana Tafur Rojas, pareja del
catedrático. Era febrero del 2000, y Tantaleán –recordaba Giovana– era un niño
grande con juguete nuevo. ‘Jugaba’, para ser más exactos, con varios restos de
lo que habría sido un mamut. Según sus familiares, la idea del desaparecido
catedrático y ex servidor del gobierno regional siempre fue crear un museo de
paleontología, integrado a un circuito ecoturístico en su natal provincia de
Chota. Lamentablemente, un accidente de tránsito ocurrido el 13 de mayo del 2019, en Jaén, frustró su anhelo. Sin embargo, gracias a la intervención de especialistas reconocidos en la región, como el paleontólogo Carlos Zárate Izquierdo, la impresionante colección de Tantaleán podrá ser reconocida. “Los restos fósiles tendrían una antigüedad de 70 millones de años y los huesos del mamífero podrían bordear los 10.000 años”, exclamó Zárate, quien recomendó realizar una datación radiométrica para determinar a qué tipo de especie pertenecen los restos y cuál es su vínculo con la fauna prehistórica que existió entre Chota, Bagua (ambas en Amazonas) y Lambayeque. Tomado de el comercio de peru
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