Nuevos proyectos en
Lima
El sueño de tener más playas en la Costa Verde se iniciaría
en Magdalena Un largo espacio que podría servir para el encuentro de las
familias peruanas y ser un foco de identidad. Hoy la mar brava es un
impedimento a superar. (Foto: MIGUEL MEJÍA)
Más espacios para los limeños. Unos 10 kilómetros de litoral
en San Isidro, Magdalena, San Miguel y parte del Callao son bañados por la mar
brava y no son usados por la cada vez más poblada capital. Varios planes se
estiman para levantar espigones o escolleras, pero el más próximo es el de
Magdalena. Renato Arana Conde
El crecimiento de Lima no se detiene y su población también
ha aumentado hasta superar los ocho millones de habitantes. No obstante, este
crecimiento no es proporcional con la aparición de espacios de distracción públicos como las
playas, evidente ahora que estamos en verano.
De los 16 kilómetros de longitud de la Costa Verde, ocho
pertenecen a San Miguel y Magdalena, distritos que, sin embargo, no tienen
ninguna playa para los bañistas, hasta el momento.
¿El motivo? La braveza del mar en esta zona debido a las características
de su topografía y las corrientes de agua salada. Para saber su peligrosidad
solo basta con recordar que, en mayo del año pasado, un adolescente de 16 años
que paseaba por la orilla del mar, a la altura de Bertolotto, en San Miguel,
fue alcanzado por una ola y terminó arrastrado por el mar. Su cadáver dio a
parar en el litoral chalaco al día siguiente. Estos incidentes espantan a los
bañistas de las costas de ambos distritos.
Ahora, esa imagen de desolación de esta porción de la Costa
Verde empezará a cambiar por una más amigable con bañistas y actividades
náuticas con la construcción de dos espigones en la playa Marbella, en
Magdalena.
La iniciativa de este municipio consiste en dos estructuras
en forma de L de 200 metros (desde la orilla hacia el mar) y de 300 metros
(paralela a la costa), que tendrán tres metros de ancho. La forma de estos
espigones impedirá que la fuerza del oleaje llegue hasta la orilla y más bien
hará que se forme una suerte de laguna bastante 'mansa' de agua salada. De
acuerdo a la información presentada en el proyecto, con la instalación se
habilitarán 600 metros de playa. Los accesos para esta futura playa se ubicarán
en la avenida Bertolotto y la bajada Marbella. Los espigones también evitarán
que las corrientes marinas erosionen el terreno ganado al mar (alrededor de 200
metros) a lo largo de años de vertido de material sólido al lado del litoral.
Para su construcción se traerán rocas de cantera que serán
complementadas con estructuras de hormigón para no elevar el costo de la obra.
De acuerdo al gerente municipal de Magdalena, Jorge Román, la inversión
ascenderá a entre 15 y 30 millones de nuevos soles y su construcción tomará
unos seis meses. El proyecto se presentó a la Dirección General de Capitanía y
Guardacosta (autoridad encargada de ejercer el control y vigilancia de todas
las actividades que se realizan en el medio Acuático) en agosto de 2013 y,
luego de corregirse un par de observaciones sobre la presentación del
expediente, el 27 de diciembre del año pasado se dio el visto bueno al proyecto
con la emisión de la resolución final. "Para que sea aprobada, la obra
debe tener compatibilidad con el proyecto que se tiene en general de la Costa
Verde y los estudios oceanográficos deben indicar que no se va a afectar a
terceros porque, si el proyecto no está bien elaborado, se va a generar un
proceso de acumulación de arena en una zona y de erosión en otra", explicó
el capitán Ricardo Rebisso, director de medio ambiente de la Dirección General
de Capitanía y Guardacosta.
Centro de actividades
Francis Allison, alcalde de Magdalena e impulsor del proyecto, señaló a La
República que buscan ellos mismos financiar la construcción de ambas estructuras
o también compartir la responsabilidad con entidades privadas. Tal como añadió
Jorge Román, hay dos empresas interesadas en invertir, pero aún no han enviado
la propuesta formal al municipio.
"La idea es hacer una marina como la de Barranco (Lima
Marina Club) y se ganaría estacionamientos para embarcaciones. La Marina de
Guerra, al emitir su informe sobre el proyecto, indicó que tanto Magdalena como
San Miguel son ideales para hacer actividades acuáticas con fines
recreativos", resaltó Allison. Ricardo Rebisso aclara que pese a la
posible presencia de inversiones privadas en la resolución definitiva, emitida
en diciembre, queda prohibida la
obstaculización total o parcial con muros o alambrados que impidan el
libre acceso a la playa. Allison tiene claro este aspecto al adelantar que
cualquier empresa que desee invertir en la zona no replicará el caso de
Barranco: "Aquí será una marina pública como la que existe en Florida
(Estados Unidos)".
¿El resto de
distritos?
La iniciativa de Magdalena, sin embargo, no ha tenido eco en
sus vecinos territoriales. Un representante del municipio de San Isidro indicó
que no está en los planes de esta comuna la habilitación de playas para
bañistas, pues su territorio costero de solo 800 metros de largo no es el idóneo
para un proyecto como el del distrito vecino. El terreno al lado del mar está
destinado a albergar un vivero y San
Isidro está más interesado en potenciar este espacio.
Al consultar con Rebisso sobre iniciativas relacionadas a la
construcción de espigones en San Miguel, respondió que hasta el momento no
llegó a sus manos ningún proyecto. Esto también fue confirmado por voceros de
esta comuna que tomó la posta dejada por Salvador Heresi.
Fue el mismo Heresi quien en el año 2010, durante su gestión
edil, deslizó la posibilidad de que su distrito contase con dos espigones en
forma de 'T' de 200 metros de largo, con dos brazos octogonales de 150 metros,
y entre ambas estructuras habría una distancia de 500 metros. Sobre los
espigones se instalarían corredores con pisos y barandas de madera y protegidas
por pérgolas. La inversión ascendía a 70 millones de soles y hasta calculó que
estarían listos el 2016, pero lamentablemente no prosperó.
Uso de Escolleras
Más allá de la Costa Verde, y antes de llegar a La Punta,
también se encuentran las playas del Callao, pero el gobierno regional informó
a este medio que no están considerando la colocación de espigones para crear
playas recreativas. El proyecto del primer puerto es el desarrollo de un
sistema de escolleras solamente para atenuar el oleaje.
Pero iniciativas no han faltado. Años atrás, la consultora
Amberes sugirió que se construyesen 18 estructuras, entre espigones y rompeolas
en toda la extensión comprendida entre San Miguel (12 estructuras) y Magdalena
(6 estructuras). Estas construcciones serían más pequeñas que las protagonistas
de esta nota: tendrían un tamaño de 100 metros y estarían distanciadas unos 300
metros.
No repetir errores
El arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos, autor del Plan
Estructurador de la Costa Verde, felicitó la iniciativa de Magdalena, pero
admitió que aún guarda desconfianza con este tipo de proyectos por experiencias
previas en la Costa Verde. "Lo importante es evitar errores como el de
Lima Marina Club que construyeron en Barranco y que, finalmente, ha sido el
causante de todo el reacomodo en las playas del distrito: se ha ido perdiendo
arena y el mar ha ido avanzando. Un proyecto debe garantizar que los efectos
ocurran dentro y afuera del mar, porque finalmente es uno solo". Ortiz de
Zevallos indicó que uno de los
principales factores para que las demás comunas no tengan proyectos en conjunto
para la recuperación de estas playas es la distritalización de la Costa Verde.
"Eso ha sido muy grave porque cada uno de los seis distritos (Chorrillos,
Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena y San Miguel) que la conforman hace
lo que quiere", lamentó el arquitecto.
CIFRAS
De 8 a 10 meses tomaría concretar la obra en Magdalena entre
la elección de contratistas y la misma construcción.
30 años es el tiempo límite que le otorga la Marina a esta
comuna para realizar actividades en la zona comprendida entre los dos
espigones. Este permiso es renovable. TOMADO DE LA REPUBLICA DE PERU
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