domingo, 18 de enero de 2015

USO DE LA RED FLUVIAL EN 1800 EN ECUADOR


 Una amplia y caudalosa red fluvial
Otras veces se formaban cauces distintos de los ríos por circunstancias naturales, como ocurrió en el siglo XVIII con Vinces. Obra de Ernesto Charton de Treville (pintor de origen francés célebre por sus retratos de estilo realista) sobre el Puerto de Guayaquil en 1846. Ángel Emilio Hidalgo
La cuenca del río Guayas se extiende desde los Andes occidentales hasta el Golfo de Guayaquil, en su salida al océano Pacífico. Es la red fluvial más importante del Pacífico Sur y una región natural, histórica y cultural que se distingue por su interconexión con el mundo exterior desde el puerto de Guayaquil, ciudad que ocupa un lugar estratégico en la configuración de la socioeconomía regional y nacional.
Esta densa red sostiene una trama acuática caracterizada por un hábitat de gran riqueza en su biodiversidad. “La cuenca del Guayas es la columna vertebral de los ecosistemas de la región”1 con una vegetación exuberante por el clima tropical y subtropical que prevalece desde el piedemonte andino hasta la salida al mar. Dos caudalosos ríos tributan sus aguas en el Guayas: el Daule y el Babahoyo, avenidas fluviales a cuyo largo se han emplazado, desde tiempos inmemoriales, los más variados y complejos asentamientos humanos.
Uno de los primeros relatos que refieren a la riqueza natural del medio es el texto de Girolamo Benzoni (s. XVI), La Historia del Mundo Nuevo: “Hay por esos alrededores algunos maravillosos a la par que espantosos llanos que son como una inmensa campiña llena de agua y espesísimos bosques con una cantidad increíble de cocodrilos. Además, por ocho meses del año hay también una cantidad tan grande de zancudos que yo he quedado asombrado al ver cómo los habitantes pueden subsistir en este lugar”.2
En uno de los aspectos más interesantes de su narración, Benzoni testimonia lo que probablemente fue el cambio del curso de uno de los ríos de la cuenca, por motivo de una gran inundación posiblemente atribuida al fenómeno El Niño, en un suceso que bien pudo haberse relacionado con el definitivo asentamiento de Guayaquil, es decir, donde se encuentra actualmente: “En el año cuarentaiséis, debido a la gran abundancia de lluvias, este río aumentó en tal forma que no solamente causó daños, sino que inundó una buena porción del país, incluso la ciudad misma; los españoles entonces se trasladaron unas veinte millas más abajo, en dirección al mar y la volvieron a edificar sobre una altura, pero siempre cerca del dicho río y en un lugar llamado el Paso de Guainacava”.3
Otras veces se formaban cauces distintos de los ríos por circunstancias naturales, como ocurrió en el siglo XVIII con Vinces, para que “surgiera estableciéndose en mejor sitio (a orillas del río formado por la desviación de las aguas hacia cauce distinto del que antes tenía)”;4 y con Baba, por donde pasaba a inicios del siglo XVIII el río de Palenque, “el que por sangrarlo 7 leguas más arriba de él, para regar unos potreros, varió su dirección dejando en seco todas las arboledas de cacao que tenía en sus orillas […] pero de su inacción se van aprovechando los propietarios del nuevo terreno que rompió el río y están formando cacaotales por sus riberas”.5
En el libro Viaje a la América Meridional, de Antonio de Ulloa, se menciona a uno de los principales ríos de la cuenca: el Yaguachi, el cual es el mismo río Chimbo “después de recibir el río de Milagro” y que “desagua en el de Guayaquil por la costa del sur, y nacen sus cabeceras de las vertientes de la serranía correspondientes a la parte sur de Riobamba”.6
La particularidad de la Cuenca del Guayas se diferencia del perfil costanero principalmente por su topografía y clima dominante. Como explica el geógrafo Teodoro Wolf, “desde el río Naranjal hacia el norte se cambia notablemente el carácter de la región litoral, las llanuras se ensanchan, las montañas se retiran al este. En lugar del Golfo de Guayaquil (Canal de Jambelí) tenemos a la izquierda el río Guayas y su delta”.7
La configuración de esta malla tejida por ríos y entradas de mar anticipa la presencia de zonas inundables y otras de mayor altitud que se extienden hasta el piedemonte andino, en dirección al noreste, alternándose “sabanas pantanosas e inundadas (tembladeras), que a lo más se prestan a la ganadería, pero no a la agricultura”,8 con extensas zonas fértiles para el cultivo de productos agrícolas, correspondientes al área de transición de la cuenca baja a la cuenca media, en el litoral interior.
1. Ángel Emilio Hidalgo y Marco Suárez Capello, ‘Guayas: perfil provincial y patrimonio’, en Guía de bienes culturales del Ecuador: Guayas, Quito, Ministerio Coordinador de Patrimonio, 2011, p. 28.
2. Girolamo Benzoni, La Historia del Mondo Nuovo (Relatos de su viaje por el Ecuador, 1547-1550), tercera edición, Guayaquil, Museo Antropológico del Banco Central del Ecuador, 2000, p. 113.
3. Ibídem, pp. 113-114.
4. Manuel E. Quintana y Luis A. Palacios Orellana, Monografía y álbum de Los Ríos, Guayaquil, 1937, p. 182.
5. Francisco Requena, ‘Descripción Histórica y Geográfica de la Provincia de Guayaquil, en el Virreinato de Santa Fe’, en Pilar Ponce Leiva, edit., Relaciones histórico-geográficas de la Audiencia de Quito (Siglo XVI-XIX), Tomo II, Quito, Marka/Abya-Yala, 1994, p. 543.
6. Antonio de Ulloa, Viaje a la América Meridional II, Madrid, Dastin, 2002, p. 230.
7.  Teodoro Wolf, Geografía y Geología del Ecuador, Leipzig, Tipografía de F.A. Brockhaus, 1892, p. 114.
8. Ibídem, p. 115. Tomado de el telégrafo de ecuador 

No hay comentarios: