martes, 17 de febrero de 2015

CUIDANDO LAS CONÍFERAS EN CUBA


 Todas las medidas son pocas para su protección
Considerado la tercera reserva de coníferas del país, el macizo forestal San Felipe-Los Joberos cuenta hoy con 7 000 hectáreas cubiertas de bosquesAutor: Miguel Febles Hernández | El macizo forestal San Felipe-Los Joberos atesora una de las reservas de coníferas más importantes del país. Foto: del autor CAMAGÜEY.— El macizo San Fe­­lipe-Los Joberos, principal reserva forestal de esta provincia, enfrenta en mejores condiciones el llamado periodo crítico de la ocurrencia de incendios (enero-mayo), al ponerse en práctica en el extenso valle un plan de acción integral que da prioridad a las medidas de carácter preventivo.
Así lo percibe José Antonio Cores Sablón, jefe de circuito del Cuerpo de Guardabosques, quien asegura que la zona presentó serias dificultades para su protección en los últimos años, ya que la infraestructura existente no se correspondía con la peligrosidad latente en 30 000 hectáreas de patrimonio forestal. Ahora la situación es otra: previo al inicio de la campaña de protección contra incendios forestales se ejecutaron dentro del macizo y en las colindancias más de 300 kilómetros de trochas, una medida imprescindible que facilita las acciones de enfrentamiento para cercar el fue­go, controlarlo y lograr su rápida extinción.
“Para la fecha, explica Cores S­a­blón, se repararon caminos, se activaron puntos de control y de observación, se rehabilitó la estación de guardabosques y se alistaron cuatro brigadas profesionales de la Empresa Forestal y cinco de las entidades colindantes con los me­dios y recursos necesarios”. Como parte del programa, se fortalecieron las estructuras de dirección, se perfeccionó el sistema de comunicaciones y se organizó la cooperación entre los organismos para garantizar una respuesta mu­cho más oportuna y eficaz durante las acciones de protección y de enfrentamiento a los incendios. Las transformaciones en marcha incluyeron también el remozamiento de las dependencias sociales de la pequeña comunidad cercana, y la rehabilitación de un campamento que albergará hasta 150 trabajadores que se encargarán de las atenciones silviculturales en la zona. “Lo realizado en estos días de­muestra que cuando hay unidad, organización y adecuada dirección del trabajo se pueden alcanzar me­tas nunca antes logradas. Este es el punto de partida para hacer sostenible la meseta”, asegura el teniente coronel Félix Villegas Varona, jefe del órgano provincial de la Defensa Civil. Los guardabosques, junto a los trabajadores forestales, desempeñan un papel decisivo en la preservación del patrimonio forestal. Foto: del autor
Considerado la tercera reserva de coníferas del país, el macizo forestal San Felipe-Los Joberos cuenta hoy con 7 000 hectáreas cubiertas de bosques y se proyecta reforestar de manera progresiva otras 24 000 hectáreas con nuevas plantaciones o a través del manejo por regeneración natural. Villegas Varona aclara, sin em­bargo, que ese programa intensivo de silvicultura, con respaldo financiero del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal, deberá acompañarse de es­trictas medidas de protección, dirigidas a preservar el patrimonio existente y que no se pierdan años de paciente acción creadora. El especialista insiste en la necesidad de extremar el control sobre el acceso a las áreas boscosas, si se tiene en cuenta que un por ciento elevado de los siniestros tiene como origen el actuar negligente de las personas, cuya negativa conducta casi siempre acarrea considerables pérdidas económicas. Tomado de la Granma de cuba 

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