Después de ver al
gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota llamar, una vez más, a los medios
de comunicación de Buenos Aires para hacerles de cronista sobre el accionar de
su "equipo de crisis", siento mucha bronca por tanta hipocresía. Pero
en verdad, lo que primero me genera es envidia. Hace tantos años que gobierna
nuestra provincia, que los mismos ciudadanos le pedimos que nos escuche, que
nos elude constantemente, y encima ahora le tenemos que pagar las llamadas a
Buenos Aires.
Por todo esto, me tomo unos minutos para reflexionar sobre
cómo funcionan las reglas de juego en mi querida Córdoba.
Lo ocurrido el pasado domingo fue una catástrofe de origen
natural. Catástrofe, porque lamentablemente ahora la provincia está de luto y
miles de personas se encuentran evacuadas en refugios. Y natural, porque la
lluvia inundó esos pequeños arroyos serranos que se transformaron en monstruos
y arrasaron con todo lo que se les cruzó.
Entonces, ¿Si es algo natural se podría haber evitado?
Seguramente ya no. Pero veamos institucionalmente hasta
donde el Estado, en caso de actuar conforme a la ley podría haber controlado
los riesgos.
1- En todo el territorio nacional rige un sistema legal de
protección del medio ambiente. El Congreso Nacional sanciona leyes donde se dispone
de un umbral mínimo de protección. Cada Provincia tiene exclusivas facultades
de gestionar sus recursos naturales, pero será inconstitucional toda ley que
exija el cuidado del ambiente por debajo de aquel mínimo permitido.
En el año 2007, el Congreso Nacional sancionó la Ley 26.331
de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. En ella se establecen tres
categorías:
-ROJA: Máxima conservación. No se puede realizar ningún
aprovechamiento forestal.
-AMARILLA: Estricto control sobre las explotaciones que se
pueden realizar.
-VERDE: Es posible la explotación de los recursos,
respetando las indicaciones de la autoridad de control.
En el año 2010, mientras la policía reprimía a los vecinos y
organizaciones que criticaban el proyecto enviado por De la Sota, la
Legislatura de Córdoba aprobaba la Ley Provincial N°9.814 de Protección de
Bosques (más conocida como Ley de Desmonte). En el texto, se reducen las
exigencias de las categorías permitiendo desmontar zonas ROJAS, incluyendo
aquellas con una pendiente mayor al 5%. Es decir, esta ley cuyo título da a
pensar que tendrá por finalidad cuidar los bosques, terminó reduciendo las
reservas que teníamos con la anterior legislación!!! Permitiendo, en
consecuencia, desmontar una mayor superficie que antes.
Y aquí vamos encontrando un punto en contacto fundamental:
"se permite eliminar bosques ubicados sobre una pendiente mayor al
5%" y "La zona más afectada por las inundaciones es la región de las
SIERRAS Chicas".
Consecuencia 1: La tasa de desforestación de Córdoba es una
de las más altas del mundo. (Fuente: La Voz del Interior - 27/05/2012)
2- Villa Allende, Río Ceballos, Mendiolaza, sufrieron
drásticos cambios en sus paisajes durante los últimos años. Allí donde antes
existían Reservas Naturales y Bosques Nativos, ahora se encuentran Countries y
canchas de golf. Cada uno con sus respectivos permisos por parte de las
autoridades. Es decir, saben muy bien que están ahí (o ahí viven).
Más o menos para que uno se de una idea, cuando se construye
un Country o una cancha de golf sobre inclinaciones, un ingeniero debe calcular
la trayectoria del agua de lluvia y redirigirla para evitar que se inunde
alguna casa. Es decir, no sólo se modifica física y químicamente el suelo
(volviéndolo impermeable), también se concentra y desvía el agua. ¿Hacia dónde?
Hacia esos pequeños arroyos. ¿Y dónde termina? En las zonas bajas donde las
familias con menores recursos construyen sus viviendas. Y cuando hablamos de
countries y canchas de golf no estamos hablando de un par de manzanas con sus
pequeñas calles. Me refiero a miles de hectáreas. (Si no me creen, consulten
Google Maps).
Consecuencia 2: Varían según la estación.
-En épocas de sequía: se prenden los sistemas de riego de
los countries y canchas de golf (nunca vas a ver pasto amarillo) y los de abajo
se quedan sin agua.
-En épocas de lluvia: las verdes praderas de pastos cortos
de los countries y canchas de golf deslizan suavemente las gotas de lluvia
hacia los pequeños arroyos, que se convierten en grandes corrientes de agua y
arrasan con los que están abajo.
En conclusión.
Sí, llovió un montón.
Sí, esa agua no debería haberse concentrado en esos arroyos.
Sí, se lo avisamos a De la Sota.
No, el nunca nos escucha.
Y finalmente sí, se configura un delito:
Art. 186 del Código Penal: "El que causare incendio,
explosión o INUNDACIÓN, será reprimido: ... con prisión de 3 a 10
años...".
envio de marco Ferrero Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10153623484954676&set=a.472276974675.252170.822044675&type=1&theater tomado de
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