Industria láctea se
declaró en conflicto por despidos en Ecolat; denuncian “capitales golondrinas” La Federación de Trabajadores de la Industria
Láctea (FTIL) se declaró en conflicto y realizará paros de dos horas por turno,
desde hoy, ante “un agravamiento” en las negociaciones con el grupo peruano
Gloria,
propietario de la empresa Ecolat, al tiempo que en la próxima asamblea
que será el viernes 20 resolverán un paro de 24 horas.
La FTIL repudió la decisión de la empresa, que despidió a
110 trabajadores, “no respetando los ámbitos de negociación colectiva creados a
tales efectos”, en tanto se declararon en conflicto y sesión permanente.
Enmarcado en un paro con asamblea y lectura de proclama, los
sindicatos afiliados difundirán los alcances del conflicto e impulsarán la
creación de una Mesa en Defensa de la Industria Láctea. En el documento se
comprometieron a “denunciar el incumplimiento del convenio, frente al no
respeto de la cláusula de prevención de conflictos”, solicitar una reunión con
carácter urgente a la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) y con el
secretariado del Pit-Cnt, “a efectos de promover, entre otras, una reunión con
el presidente electo Tabaré Vázquez”. Asimismo, resolvió solicitar reuniones
urgentes con los ministerios de Trabajo, Industria, Economía y Ganadería, el
Instituto Nacional de la Leche (Inale), la comisión de Asuntos Laborales del
parlamento y a “todos aquellos organismos del Estado y entidades sociales que
ayuden a la mejor solución del tema”. La Organización Sindical de Empleados de
PILI (Osepi) se suma a las movilizaciones con asambleas en las plantas ubicadas
en la ciudad y en Esperanza, con lectura de la proclama de 9.30 a 10.30 y de
17.30 a 18.30 horas, adelantó a EL TELEGRAFO el dirigente Marcel Petrib. CONTRA
LOS DESPIDOS
En la proclama, reconocen el “proceso de cambios” instalado
en el país desde 2005, con “aumentos de salarios, producto de la negociación
colectiva, ampliación de los derechos laborales y más libertades sindicales”,
sin embargo, aclaran que “en materia de desarrollo industrial, los empresarios
también se han visto beneficiados”, no solo a través de la industria nacional,
sino los “capitales golondrinas”, que “hoy están acá y mañana se van”. La FTIL
denunció que “permanecen en los países según la coyuntura” y tras reconocerlos
como “un mal necesario” que “generan mano de obra”, aclaró que en el país “hay
leyes que deben respetar y nosotros debemos hacerles saber a estas empresas que
en Uruguay existen los sindicatos y existe una central obrera, y que su
finalidad principal no es solo la conquista de salarios y condiciones de
trabajo, sino la defensa de la soberanía nacional”.
Puntualizan que los hechos comenzaron en Indulacsa, donde
“despidieron a gran parte de la dirección sindical” como una “condición para
quedarse en el país” y “ahora en Ecolat”, donde se encuentra “el sindicato más
antiguo junto a la AOEC (Asociación de Empleados y Obreros de Conaprole)”, bajo
la finalidad de “destruir por desgaste al movimiento sindical”.
Los trabajadores resaltaron que 150 operarios “han sido
notificados de despidos, téngase en cuenta que ya se fueron acuciados por la
situación otros tantos”, tras la firma de acuerdos en el Ministerio de Trabajo
respecto a seguros de paro y despidos incentivados.
“No obstante, en forma sorpresiva se despacha enviando
telegramas anunciando despidos masivos” y destacaron las negociaciones
bipartitas con el involucramiento político social, “sin lograr detener este
fenómeno con el costo social que siempre pagan los trabajadores”.
La FTIL subrayó la necesidad de presionar “al gobierno entrante
para que les haga saber a estas empresas” que “se beneficiaron para instalarse
y ahora deben responder por ese beneficio, no dejando gente en la calle”, en
tanto la problemática no solo afecta a los trabajadores de Ecolat y sus
familias, “sino a la sociedad de Nueva Helvecia”. Y alertó que este
comportamiento empresarial “es solo una muestra” de “los primeros eslabones de
una cadena que termina con todos los sindicatos y con la industria nacional en
manos de capitales que no sabemos a quién responden”.
Los trabajadores no ocupan la planta de Ecolat, sino que
realizan el envasado de la leche bajo “libre ejercicio del trabajo”, mientras
que desde el gobierno se sospecha de una “triangulación” en coincidencia con la
compra de Indulacsa por el grupo francés Lactalis, propietario de Parmalat. Por
su parte, los empresarios pertenecientes al grupo peruano Gloria sostienen que
los despidos son clave para seguir funcionando o de lo contrario la firma “se
va” del país, según lo informó al Ministerio de Trabajo.
EN PILI Petrib recordó que la tripartita, conformada por los
trabajadores, PILI y el Ministerio de Trabajo se reencontrarán nuevamente en
marzo para analizar la reestructura empresarial, en tanto mañana miércoles,
Osepi se reunirá con un representante del Instituto Nacional de Empleo y
Formación Profesional (Inefop) y la empresa, orientados a “encaminar los cursos
de capacitación para maquinista, foguista, refrigeración y administración”
TOMADO DE EL TELEGRAFO DE URUGUAY
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