Ravensbrück, el campo
de concentración nazi para mujeres que yace en el olvido
Mujeres prisioneras del campo de concentración de
Ravensbrück. (Wikipedia)
Tras conmemorarse el 70 aniversario de la liberación de
Auschwitz, BBC recuerda este centro de exterminio. A 70 años de la liberación
del campo de concentración de Auschwitz, los ojos del mundo volvieron a
recordar las atrocidades cometidas por los nazi en los campos de concentración
durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pocos parecen recordar otro
campo de exterminio: Ravensbrück. Construido en 1939 a unos 80 kilómetros de
Berlín, Ravensbrück fue un campo de concentración exclusivo para mujeres. Más
de 130,000 de ellas pasaron por sus puertas, de las cuales murieron entre
30,000 y 50,000. ¿Los motivos? Hambre, frío, asesinadas a balazos o en las
cámaras de gas de los nazis. Según recuerda una nota de BBC, en Ravensbrück la
mayoría de presas no necesariamente eran judías. Allí fueron llevadas
prisioneras políticas, enfermas mentales, gitanas, prostitutas o —indica el
artículo—, “cualquier mujer considerada inutil por los nazis”. “Así como
Auschwitz fue la capital del crimen contra los judíos, Ravensbrück fue la
capital del crimen contra las mujeres. Estamos hablando de crímenes específicos
de género, como abortos forzados, esterilización, prostitución forzada”, indicó
a BBC Sarah Helm, autora del libro Si esto es una mujer, con testimonios de la
vida en Ravensbrück.
Selma van der Perre, una de las sobrevivientes de
Ravensbrück —que fue el último campo de concentración en ser liberado— recordó
pasajes de su vida en ese lugar. “Nos levantaban a gritos a las cuatro de la
mañana, luego teníamos que responder al llamado de lista y paso seguido nos
daban café. Nos dejaban ir al baño y a eso de las 05:30 teníamos que ir
trabajar a la fábrica de Siemens, donde pagaban por las prisioneras: no lo
recibíamos nosotras, se lo daban a las SS”, indicó. Además de trabajos
forzados, el tratamiento en Ravensbrück incluyó dejar deliberadamente que los
bebés mueran de hambre, hacer que las mujeres se paren desnudas bajo la nieve
hasta morir de frío o inyectar gérmenes de sífilis en la médula espinal de las
mujeres. LAS 77 CONEJAS Sin embargo,
el libro de Helm también recoge historias de valentía y humanidad. Una de ellas
es la de las mujeres usadas como “conejillos de indias” en experimientos
médicos. A algunas se les insertaba vidrio, madera y tierra en las heridas.
Pero cuando llegó la hora de matar a los “sujetos de prueba”, todas las
prisioneras se encargaron de esconderlas. “Los experimentos no probaron nada
para la ciencia, pero sí para la Humanidad”, indicó Helm. Pero ¿por qué la
historia de lo ocurrido en Ravensbrück es tan poco conocida? Resulta que tras
el fin de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría, la “Cortina
de Hierro” cayó y Ravensbrück quedó al otro lado de Alemania (en el lado
oriental, comunista), lo que hizo que la historia de este campo de
concentración quede oculto de Occidente. “Los que estaban en el este no
olvidaron a Ravensbrück, pero lo presentaron como un centro de resistencia
comunista, de manera que el recuerdo de las mujeres occidentales y las judías
desapareció por completo de la historia. También desapareció la historia de las
alemanas que estuvieron ahí al principio, que es una de las más olvidadas de
todas”. “Ignorar Ravensbrück no sólo es ignorar la historia del campo de
concentración mismo sino también la de las mujeres”, indicó. Adaptado del
artículo de la BBC TOMADO DE PERU 21
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