Construcción riñe con
agroindustria en Urabá
El crecimiento urbanístico de Apartadó ya toca las
agroindustrias bananeras. FOTO JAIME PÉREZ
20 mil empleos directos, según Augura, genera la industria
bananera en Urabá.
EN DEFINITIVA Las zonas urbanas en los municipios de Urabá
están en expansión, situación que riñe con la vocación agroindustrial de la
región, ante lo cual Corpourabá trabaja para evitar conflictos.
La ampliación de las zonas construidas a través de los
planes parciales de algunos municipios, tienen hoy en conflicto a la
agroindustria de Urabá con los habitantes de zonas residenciales, en especial
de Apartadó.
Así lo dio a conocer el director de la Corporación Autónoma
Regional de Urabá, Corpourabá, ante una pregunta sobre los principales
inconvenientes ambientales que se están presentando en el eje bananero.
Ceballos indicó que esa expansión se está presentando hacia
sectores donde se realizan actividades agroindustriales en las que son
necesarias las tareas de fumigación aérea y terrestre y de abono.
Por eso, dijo, la Corporación y las alcaldías trabajan en el
Comité de Agroquímicos, con el fin de minimizar el impacto.
Manifestó que también han planteado como alternativa que el
constructor que participe de un plan parcial compense a quien está realizando
la actividad agrícola y que, por quedar prácticamente en zonas urbanizadas, no
podrá desarrollar su actividad.
La secretaria de Agricultura y Medio Ambiente de Apartadó,
Lina Marcela Duque, manifestó que se han presentado reclamos de la ciudadanía
por la fumigaciones aéreas de plaguicidas, pero la situación la están
trabajando con Corpourabá, a través del mencionado Comité.
La posición de Augura
Gabriel Harry Hinestroza, miembro de la Junta Directiva de
la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura, dijo que las fincas bananeras,
que tienen más de 50 años, son las que generan empleo en la región de Urabá y
agregó que si la construcción se extiende hacia estos predios, autorizados por
los planes parciales o los planes de ordenamiento territorial POT, se van a
presentar conflictos con los habitantes.
Opinó que las secretarías de Planeación de los municipios
deberán delimitar las zonas de fumigación aérea y, a la vez, a los urbanistas
también les deben establecer sus límites.
Destacó que los empresarios bananeros han sido muy
cuidadosos con las fumigaciones y donde hay zonas pobladas prefieren no hacerlo
en forma aérea.
Además, desde hace varios años, para evitar contaminaciones
y problemas de salud, sacaron las habitaciones que tenían los trabajadores para
vivir en las fincas.
Control a agroquímicos
El biólogo marino de Corpourabá, Jairo Guillermo Vásquez,
recordó que el tema de las fumigaciones y de los agroquímicos se viene
presentando desde finales del siglo pasado. Indicó que, por eso Corpourabá
empezó a trabajar con las empresas desde 2007 cuando creó el Comité Especial
Bananero.
“A esa fecha las fincas utilizaban hasta 900 kilos de
agroquímicos por hectárea y hoy la cifra no supera los 250 kilos por hectárea”,
afirmó.
Indicó que hubo un cambio y empezaron a aplicar los
agroquímicos por sectores. También sacaron de la lista los considerados
peligrosos.
Hace 12 años, dijo, en un estudio que realizaron en las
aguas del Golfo de Urabá identificaron trazas de lindano, aldrín, DDT y órganos
fosfoclorados, en el mar, pero con los cambios que se hicieron a favor del
medio ambiente ya no se presenta esa contaminación.
ANTECEDENTES CAREPA NO TIENE ESTE CONFLICTO Consultado
Agapito Murillo, alcalde de Carepa, localidad ubicada en el centro del Eje
Bananero de Urabá, respondió que en su población aún no se presenta el
conflicto, porque la zona de agrocultivos está retirada del casco urbano. Dijo
que el problema sí se nota en Apartadó, donde hay banano después del cemento.
Agregó que serán muy respetuosos con las bananeras que generan la riqueza de la
región. Añadió que en su municipio un constructor urbanizará en un sector y
solicitó permiso para hacer las plantas de tratamiento de aguas residuales,
pero allí no hay problemas.
RODRIGO MARTÍNEZ
ARANGO Contactar
Comunicador social-periodista de la Universidad de
Antioquia. Redactor del área Metro hace 20 años. Periodista judicial hace 30
años. También ha trabajado como locutor y periodista de radio en la Cadena
Caracol. Autor del libro Expresión oral para periodistas, editorial UPB. Tomado
de el colombiano
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