EN ALGUNOS TRAMOS AÚN
SE ARROJAN ANIMALES MUERTOS Y ESCOMBROS
La Perimetral, una vía convertida en basural (Galería) Tres
sectores de la vía rápida de Guayaquil muestran
contaminación. Vecinos piden al
Municipio que intervenga para solucionar el problema. Ese tipo de polución
afecta al aparato digestivo de residentes. Foto: Miguel Castro
Llantas, tarrinas, naranjas, animales muertos... No es un
basural. Es la Perimetral, una de las principales vías de Guayaquil. En 3
tramos de la mencionada avenida, edificada en la década del 80, hay hileras de
esos elementos desperdigados. Desde las lomas, como cascadas, los
desperdicios caen al margen de la vía, todos los días. En uno de los tramos
contaminados están asentadas las cooperativas Assad Bucaram y Unión de Belén
(noroeste del Puerto Principal)
Óscar Campusano,
carpintero que reside en Unión de Belén, manifiesta que es víctima de la
polución. Su vivienda está al pie del montículo de desechos sólidos que se
forma todo el tiempo. “Ya no sabemos qué hacer con tanta basura”, cuenta el
hombre, con la voz cansada de tanto reclamar.
Los hedores que
provienen de los
cerros de desperdicios descompuestos no pueden soportarse. Es inevitable tener
que cubrirse la nariz. Según Campusano, la polución, en parte, se origina
porque vecinos no respetan los horarios de recolección. También le atribuye el
inconveniente a la falta de campañas de educación. “Necesitamos que venga
alguna autoridad, constantemente, para que ordene esto, alguien a quien la
gente le haga caso”, solicita. Pero el problema no solo se origina por los
vecinos, de acuerdo con testimonios de los habitantes, sino que conductores que
pasan por la Perimetral arrojan bolsas desde los automotores o camioneros
desembarcan desperdicios. Los
guayaquileños afectados por la acumulación de basura se distribuyen por más
lugares. En la entrada de Flor de Bastión
tampoco se puede respirar el aire puro. En ese sector todavía son
arrojados animales muertos. Los peatones que transitan a un costado de la
Perimetral (hasta el año 2001 allí residían 161.000 personas) obligadamente
deben abrirse paso entre la basura. Verónica Aray, vecina de este lugar, es
otra víctima de la contaminación en el cantón porteño. Ella también habita a pocos metros de un
tramo convertido en un improvisado basural.
Ante la falta de control, Aray optó por abrir una tienda y así vigilar, la mayor parte del tiempo, que nadie siga incrementando la polución. Sin embargo, “aquí debo estar con las ventanas cerradas. Mis hijos no pueden salir a la esquina porque se enferman”, reclama. Metros más adelante, en Lomas de la Florida, la escena se repite. Los caminantes que usan el paso peatonal deben transitar junto a montículos de desechos. Para el doctor Francisco Plaza, titular de la Fundación Médica contra el Ruido, Ambientes Contaminantes y Tabaquismo (Fumcorat), los habitantes de esos barrios tienen altas posibilidades de enfermarse. El galeno precisa que los vecinos de basurales improvisados están expuestos a desarrollar infecciones del sistema digestivo, gastroenteritis, salmonelosis, entre otras. El médico advierte que es alto el peligro, pues hay gente que arroja pilas. “Los gases que emanan son tóxicos”, previene. Por ese motivo, agrega, es importante que las autoridades (el Cabildo) realicen campañas de salud e información. “La solución es que eliminen el botadero”. De acuerdo con el artículo 55 del Código de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), es responsabilidad del Municipio prestar el servicio del manejo de desechos sólidos. EL TELÉGRAFO buscó la versión del Cabildo guayaquileño sobre el problema, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo una respuesta. TOMADO DE EL TELEGRAFO DE ECUADOR
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