Cruzada anti alcohol
de Vázquez se basará en control a comerciantes, impuestos y restricción de
publicidad Entre las prioridades que el
presidente Tabaré Vázquez mencionó en la noche de su asunción incluyó el
“alcohol o alcoholismo”, y anunció que para atacar el problema apelará a
“acciones similares, muy fuertes, como las que desarrollamos en la lucha contra
el tabaquismo”.
El arsenal contra las bebidas alcohólicas está en fase de
preparación, pero ya se sabe que incluirá medida para restringir el acceso a la
sustancia, limitaciones publicitarias, nuevas exigencias para los vendedores
que incluyen licencias especiales y pagadas, fuertes sanciones para quienes
expendan a menores de edad y aumento de impuestos, aunque se reconoce que este
último aspecto, si bien es ineludible, es el más delicado y difícil de aplicar.
Combatir la ingesta problemática de alcohol desde el Estado
reviste características más complejas que la regulación del tabaco o, incluso,
del cannabis. Vázquez quiso abordar el tema durante su primer mandato, pero no
avanzó. En el gobierno de José Mujica también se intentó con el envío de un
proyecto de ley, pero la dinámica parlamentaria, que ya había concentrado
muchas energías en la regulación de la venta de marihuana, lo dejó por el
camino.
“Esta vez, la diferencia es que el presidente Vázquez ha
colocado este tema como una prioridad de gestión en su agenda política de salud
y lo empujará personalmente. Vamos por un urgente consenso nacional para abatir
el consumo nocivo de alcohol”, explicó a El País el flamante secretario de la
Junta Nacional de Drogas (JND), Milton Romani. Serán la Junta y el Ministerio
de Salud Pública los encargados de diseñar una estrategia.
Un 10% de los uruguayos hace un uso riesgoso del consumo de
alcohol, un 7% tiene un consumo abusivo y un 5% sufre graves problemas de
dependencia, precisó Romani.
En Uruguay los mayores de 15 años consumen un promedio per
cápita de 6,38 litros de alcohol al año, apenas por encima de la media mundial,
pero hay una proporción importante de habitantes que está en niveles
“riesgosos”, según parámetros internacionales.
“Siendo el alcohol una sustancia que se puede consumir sin
caer en un uso nocivo y que además se utiliza en eventos sociales y todas las
festividades, incluso las religiosas, resulta difícil encontrar un criterio
para regular el mercado de forma justa y no fundamentalista”, dijo el jerarca.
No obstante, algunas medidas ya están claras porque se “reciclará” un proyecto
de ley nunca sancionado que fue enviado al Parlamento por el gobierno de
Mujica.
“Habrá control de la publicidad con limitación de horarios,
campañas de prevención y una nueva estructura tributaria. Subir impuestos es
muy delicado. Por ejemplo, qué hacemos con el vino. De la viña vive mucha gente
y no podemos afectar su trabajo. Hay que buscar, de forma sabia, que no se
grave a quien no lo merece”, reconoció Romani a El País.
Explicó que el foco se pondrá en los niños y adolescentes, y
se refirió a la negativa presencia de jóvenes en campañas que promueven bebidas
alcohólicas o la vinculación de esas marcas con eventos deportivos. Ocho de
cada diez estudiantes de educación media han admitido, según encuestas que
maneja la JND, que ha consumido alcohol. Un alto porcentaje ha tenido episodios
de intoxicación los fines de semana El objetivo del plan es retrasar la edad de
inicio de consumo a partir de una estrategia que visibilice riesgos. “Hay que
hacer reducción de daños”, dijo Romani. El proyecto de ley que la JND está
revisando incluye la creación de una Unidad Reguladora, similar a la que se
creó para todo lo vinculado con el comercio de cannabis. Tomado de el telégrafo
de uruguay
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