Se contabilizan
228.450 especies marinas halladas
Colonia de Ovabunda andamanensis descrita a mediados de
2014. Fue hallada en el mar de Andamán, en Tailandia. El caracol Littorina
saxatilis, el que más duplicaciones tenía en el registro. FOTO
WORMS/ANTONIO
FRANCA
El reciente listado de especies que habitan los mares
indican que son más de 228.000, que representarían apenas un 11% de todas las
que habitan los océanos. Un trabajo descomunal.
Los océanos están amenazados pero llenos de vida. Sí, cada
día en promedio, dicen datos de 2014, se agregan 4 nuevas especies al enorme
libro de la vida marina.
El trabajo es arduo. Cientos de investigadores de todo el
mundo escriben a diario un capítulo de ese gran libro. Así, de un solo tajo, se
acaban de agregar 1.451 especies encontradas el año pasado.
En los últimos 8 años más de 200 editores de ese gran
documento encontraron que casi la mitad de las especies nombradas en los
pasados 250 años estaban repetidas. Y así, 190.400 nombres duplicados de una u
otra forma fueron tachados.
Una sola especie de caracol estaba repetida 113 veces. La
intención es tener un solo registro, confiable.
Tras ese meticuloso análisis de los 419.000 registros de
especies y el retiro de los duplicados, con mayor certeza los científicos que
hacen parte del Registro Mundial de Especies Marinas (WoRMS por su sigla en
inglés), pueden decir hoy que en los mares del planeta se han encontrado
228.450 especies de toda clase.
Desde 2008 el promedio de especies encontradas es de 10 por
mes, un indicativo de todo lo que falta por conocer del ambiente marino.
La variedad
Entre las nuevas adiciones al libro de la vida marina se
encuentran 122 de tiburones y rayas, 131 nuevos miembros de la familia de los
gobios y 1 nueva barracuda hallada en las conocidas aguas del mar Mediterráneo.
Y si depurar la información es fundamental para que el libro
quede bien escrito, surge la elemental inquietud sobre cuántas páginas quedarán
por escribir. Los expertos creen que son muchas, muchísimas más que las ya
escritas.
De las especies conocidas, cerca de 195.000 (86%) son
animales marinos, incluyendo 18.000 de peces descritas desde mediados de los años
1700, más de 1.800 estrellas marinas, 816 calamares, 93 de ballenas y delfines
y unas 8.900 de almejas y otros moluscos bivalvos.
El resto son especies de algas, plantas marinas, bacterias,
hongos, virus y organismos unicelulares.
La sede
El WoRMS, ese esfuerzo colaborativo mundial, tiene sede en
el Instituto Marino de Flanders (Bélgica) y constituye una sola lista
autorizada de referencia de todas las especies marinas descritas desde el
trabajo pionero de Carlos Linneo.
El esfuerzo ha rendidos sus frutos. Jan Mees, director del
Instituto expresa que “aunque aún existen unos pequeños vacíos por llenar,
consideramos que el registro está virtualmente completo con respecto a las
especies descritas a través de la historia científica”.
De forma continua, agrega, se actualiza con nuevas especies
descritas, revisión taxonómica y agregando otras que han sido ignoradas.
Para él, en los laboratorios del mundo pueden existir cerca
de 10.000 especies esperando ser descritas.
No todas son pequeñas. Hay grandes sorpresas. Como indica
Nicolas Bailly, del Centro Helénico de Investigación Marina, con regularidad se
descubren y describen nuevas especies de animales relativamente grandes.
Así por ejemplo, en febrero se adicionó una nueva de dragón
marino Phyllopteryx dewysea en el sur de Australia, que fue distinguido gracias
a análisis del ADN, diferenciándolo de otras dos especies de dragones.
Mientras los análisis genéticos son de ayuda para encontrar
especies distintas que parecían ser una, hay casos sorprendentes de
duplicación.
Y el campeón podría ser un pequeño caracol, Littorina
saxatilis, que paradójicamente se parece al famoso cuerno de la abundancia: se
le han asignado a lo largo de la historia 113 nombres, pero es uno solo según
los análisis.
Fue descrito por primera vez en 1792 por el científico
Giuseppe Olivi, tras encontrarlo en las aguas de Venecia.
A partir de ahí otros taxonomistas alrededor del planeta han
reclasificado la especie y la han descrito como nueva con una cantidad de
identidades en latín.
Cuando se encuentra una especie con una descripción y nombre
superfluos, el WoRMS se remonta a la descripción más antigua para de ahí
recapitular la información.
Un mundo oculto
Si bien el proceso de identificación y descripción
taxonómica, lento por lo general, ha recibido impulso de las técnicas de ADN y
otras tecnologías, lo que queda por conocer es llamativo.
Desde que se completó el primer Censo de la Vida Marina
2000-2010, los investigadores estimaron que faltarían por conocer entre 500.000
y 2 millones de especies marinas.
Al ritmo actual de 4 descritas por día, tomaría más de 360
años escribir casi que por completo el libro marino.
“Con modestia hay que decir que los humanos hemos encontrado
y descrito solo una fracción de nuestros parientes oceánicos, quizás solo 11%”,
en palabras de Mees, quien resalta que el ritmo considerable de descripción de
especies no implica un crecimiento en la abundancia de vida marina.
El temor es avasallante: muchas especies desaparecerán antes
de que puedan ser halladas por las condiciones marinas alteradas, en especial
debido al calentamiento, la contaminación y la acidificación de las aguas.
No se crea que todos los últimos descubrimientos se hicieron
en el mar. Muchos llegaron por el estudio de especímenes de colección en los
museos y la revaluación de especies con un amplio rango de distribución,
informa Bailly.
Varias de las nuevas descripciones de peces se hicieron al
reexaminar el rango de algunas del Mar Rojo y el Océano Índico, con una
tendencia a separar las del primero como nuevas especies.
Hay un hecho que reafirma la importancia de los amenazados
arrecifes de coral: aún proveen el 30% de las nuevas especies de peces
descritas, en su mayoría Gobiidae y otras pequeñas familias.
Un gran esfuerzo que rinde dividendos, como dice Geoff
Boxshall, cabeza del WoRMS. Información para beneficio de la humanidad y de la
vida misma: es más fácil proteger lo que se conoce.
LA VIEJA HISTORIA DE NOMBRES REPETIDOS
En 2008 el WoRMS anuncio la detección de 56.400 registros
repetidos.
Un solo animal, la esponja pan de gaviota, tenía 56 nombres.
Al final quedó con uno solo Halichondria panacea.
En la última actualización el número de repeticiones se
había triplicado.
Así, fueron borradas más de 190.000.
“Nos sorprendimos”, dijo Jan Mees. “Conocíamos del problema
de los sinónimos, pero no sabíamos que la proporción era tan elevada”.
Así hubo muchos casos, como el del pequeño caracol Littorina
saxatilis. Se espera que ahora se detecten con facilidad las repeticiones.
CLAVES
HALLAZGOS INCREÍBLES DEL ÚLTIMO AÑO
RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ Los temas de la ciencia, la
astronomía y el medio ambiente con énfasis en cambio climático son mis campos
de acción periodística. Con vocación por el mundo de los pequeños felinos y la
defensa animal. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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