lunes, 6 de abril de 2015

FUERTE LUCHA CONTRA LA SEQUÍA EN CUBA

Embestida contra la sequía
Con el propósito de aliviar la situación del importante núcleo poblacional holguinero, continúan la creación
de puntos para distribuir agua potable y la búsqueda de otras alternativas
Autor: Germán Veloz Placencia | La Presa Cacoyugüín, que tributa a parte de la ciudad de Holguín, está fuera de explotación por la poca cantidad de agua almacenada. Foto: de recursos hidráulicos, delegación provincial
HOLGUÍN.— Chubascos de última hora y  pronósticos de lluvias parciales no han impedido el reciente establecimiento de un Puesto de Dirección Provincial para seguir de cerca la sequía, causa, entre otras cosas, de que más de 32 800 personas beneficiadas con los sistemas de acueductos, presenten afectaciones en este servicio y que una parte de ellas dependa del abastecimiento con pipas. Las evaluaciones aportadas en un reciente boletín emitido por el Centro Meteorológico provincial indican que desde septiembre del 2014 hasta febrero del presente año, el déficit de lluvias superaba el 51 % de la media histórica en ese periodo. Debido a esa situación, además de las dificultades presentadas en el suministro de agua a las personas, se reportan daños en el sec­tor agrícola, en el cumplimiento de los planes de siembra y el rendimiento de las co­sechas, así como en la esfera pecuaria, sobre todo en la masa vacuna. De acuerdo con Juan Miguel Morán Mar­tín, vicepresidente del Consejo de Admi­nis­tración Provincial (CAP) al frente de las actividades de la defensa, el grupo de trabajo integrado por varios organismos, ha evaluado el estado técnico del parque de pipas con el fin de conocer los medios disponibles, demandar el combustible necesario y definir la estrategia para el uso de esos recursos, al tiempo que puntualizan periódicamente la cantidad real de pobladores afectados en los municipios. También han orientado, explicó, la perforación de pozos donde sea posible y el incremento de las medidas que garanticen la salud de las personas, la activación de puntos para suministrar agua potable y la eliminación a toda prisa de salideros en conductoras, redes e interiores de viviendas, acciones acompañadas de amplia divulgación para conocer la gravedad de la situación y a la vez estimular el uso racional y el ahorro de agua.
CALIXTO EN APRIETOS Las desagradables huellas de la sequía están acentuadas en los municipios de Hol­guín, Báguano, Rafael Freyre, Gibara, Ca­co­cum, Urbano Noris, Cueto, Mayarí y Ca­lix­to García, pero es este último el que en­frenta la peor situación. Las bajas precipitaciones del pasado año, sumadas a las insuficientes registradas durante periodos anteriores, han provocado allí el deterioro de sus fuentes subterráneas, decisivas para el abasto de agua a la población. Eudelio Ricardo Mondeja, uno de los directivos de la delegación provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, explicó que en la zona hidrogeológica de Los Arro­yos, en el sector de Cuatro Caminos, desde el 2008 hasta la fecha el manto freático ha descendido unos 12 metros.  En reciente visita al municipio, Granma conoció que más de 14 400 personas, algo más del 26 % de su población, sufren los efectos de la falta de agua. En ese panorama desagradable resalta el Consejo Popular de San Agustín, aproximadamente con 7 000 habitantes, dependientes de pozos, el 50 % de los cuales se ha secado, razón por la que dependen del acarreo de agua desde diferentes sitios. Asimismo, atraviesan un mal momento los Consejos Populares Rurales de La Jí­quima, Casimbas, Monte Alto, Vista Her­mo­sa y Las Calabazas, comentó Yodalis San­ties­teban Cuba, directora de la UEB de Acue­ducto y Alcantarillado en ese territorio. En Buenaventura, cabecera del municipio, los residentes de dos consejos populares que utilizan el servicio del acueducto se sumaron a la parte que recibe agua en pipa, de lo cual se encarga por lo general en estos días una con 10 000 litros de capacidad, enviada des­de la ciudad de Holguín para apoyar la tarea, pues en el territorio son insuficientes los medios de ese tipo. Con el propósito de aliviar la situación del importante núcleo poblacional continúan la creación de puntos para distribuir agua potable, la instalación de bombas en pozos aledaños a la zona urbana, la adquisición de tanques y otros tipos de depósitos y la revisión de las cisternas en manos de la población, con el fin de reparar las que sean posible siempre que los propietarios estén de acuerdo con pagar esa acción, señaló Maily Ramírez García, vicepresidenta del Consejo de Administración Muni­cipal (CAM) para la defensa. Las limitadas precipitaciones también han afectado las tres principales presas del territorio, que con un volumen total por encima de los 14 millones de metros cúbicos, están hoy al 30 %. Por esa razón, de las 650 hectáreas con sistemas de riego que posee la Empresa Agropecuaria Calixto García, solo se benefician unas 90. La sequía afecta igualmente de forma di­recta a unas 25 000 cabezas de ganado vacuno, para las cuales se organizan diariamente unos 12 viajes de pipas con agua. De igual modo, ante la falta de comida en los potreros, a más de 8 000 animales del sector estatal y cooperativo-campesino les suministran bagacillo con miel y urea, traído desde centrales azucareros, así como caña sembrada en áreas de la empresa para ocasiones como esta. LA CAPITAL PROVINCIAL ESTÁ EN CONDICIONES DE RESISTIR Los embates de la sequía igualmente afectan a la capital de la provincia. A finales de mar­zo salió de explotación la presa de Ca­coyugüín, que tributa agua a la zona norte de la ciudad de Holguín, donde residen unas 95 000 personas. Pero el panorama no se parecerá al del 2004, cuando hubo que utilizar un tren con coches cisternas para traer agua y construir a toda prisa una conductora de 32 kilómetros de longitud desde el río Cauto hasta la presa de Güirabo, al sur de la urbe, para que el em­balse no colapsara definitivamente. Hoy parte del preciado líquido que llega hasta allí es enviado por medio de tuberías tendidas en los últimos tiempos hasta la zo­na afectada, que recibe igualmente una bue­na cantidad del sector este, dependiente a su vez de la presa Gibara, que si bien está por debajo de su capacidad, no entrará en situación crítica porque le llega agua por medio del trasvase Nipe-Gibara, parte de las complejas obras hidráulicas ejecutadas en el último lustro en la provincia. Así se aprovecha la infraestructura construida y a la zona norte se le bombea el 70 % de lo necesitado, lo que alarga los ciclos de en­trega a la población, aseguró Frank Carrillo Díaz, director de la UEB Acueducto y Al­can­tarillado Holguín, quien reveló que se pierde el 20 % de lo entregado, debido a los salideros en el interior de las viviendas y faltas de boyas en los depósitos, etc.La redistribución del agua que llega a la ciudad, impone igualmente una mirada se­vera a los grandes consumidores, entre ellos el Combinado Lácteo que, de acuerdo con in­formación ofrecida por Jesús Guerra La­bra­da, delegado del INRH en el territorio, triplica lo que debe consumir en un mes.Ante esta situación se exigirá a los organismos que poseen fuentes propias de abasto, volver a ponerlas en uso para que el acueducto, como ocurrió en la sequía del 2004, dis­ponga de mayor volumen de agua con destino a la población. TOMADO DE LA GRANMA DE CUBA 

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