El agua no llegó a la Zaza
En plena etapa primaveral la mayor represa del país acumula
poco más del 15 % de su capacidad de embalse
Autor: Juan Antonio Borrego | Tanto la presa como sus principales ríos
proveedores exhiben un panorama desolador. Foto: Yoán Pérez
SANCTI SPÍRITUS.—Los aguaceros que días atrás mojaron el
desfile por el Primero de Mayo y hasta despertaron los pastizales en los
potreros espirituanos no llegaron a la presa Zaza, que en vez de incrementar
sus niveles de almacenamiento, en las últimas jornadas reportaba apenas el 16 %
de su llamada capacidad de aguas normales. Fuentes de la Delegación Provincial
del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) confirmaron a Granma que
las medidas restrictivas que han venido adoptándose con la entrega de agua a
los principales clientes de la región no han impedido la disminución
considerable del volumen total embalsado en la mayor presa del país. Tanto es
así que de los 180 millones de metros cúbicos que la Zaza acumulaba hace una
semana, este domingo quedaban en su vaso alrededor de 169 millones, una de las
cifras más bajas de las últimas décadas, que según los expertos pudiera seguir
en picada a juzgar por los conservadores pronósticos meteorológicos y la
permanente evaporación que provocan las elevadas temperaturas. Tal realidad se
ha convertido en alarma para todos los usuarios de la Zaza —tiene una
capacidad de llenado de 1 020 millones de metros cúbicos—, pero especialmente
para los arroceros de La Sierpe, responsabilizados con uno de los mayores
programas de siembra de los últimos años, y para los acuicultores espirituanos
que resguardan en el embalse las mayores reservas de peces de agua dulce del
país. De los tres acuatorios que abastecen poblaciones en esta provincia, dos
(Tuinucú y Siguaney) presentan una situación favorable, mientras Lebrije, que
se mantuvo durante años en prevención hidrológica, no ha podido recuperar su
potencial tras la conclusión de los trabajos constructivos que le devolvieron
su máxima seguridad y hoy no supera el 20 % de sus capacidades. Dada la
intensidad de la presente sequía en territorio espirituano, las entregas del
líquido se encuentran restringidas desde hace algún tiempo en el embalse
Higuanojo, con una valiosa fauna acuícola; en Lebrije, excepto el abasto a la
población; en Dignorah y La Felicidad, las últimas tres ubicadas en la
cuenca del Jatibonico del Sur. Especialistas del INRH han llamado la atención,
por su parte, sobre el comportamiento de las cuencas subterráneas, la mayoría
de las cuales también dan señales de los efectos de la escasez de lluvias, con
una tendencia a la disminución de sus niveles, excepto en Sur del Jíbaro y
Sudeste de Camagüey, con una situación más compleja en Trinidad. TOMADO DE LA
GRANMA DE CUBA
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