miércoles, 20 de mayo de 2015

INDEPENDENCIA DE PARAGUAY el impronta de Francia


Francia, el hombre que apuntaló la independencia del Paraguay Gaspar Rodríguez de Francia eliminó toda disidencia para fomentar sus ambiciones políticas. Foto: Archivo.
La figura de José Gaspar Rodríguez de Francia siempre estuvo rodeada de resistencia y antipatía. Pero fue un protagonista imperfecto de la historia de nuestro país; desde el inicio de su mandato, ejerció el poder con mucha autoridad y sus medidas de gobierno sirvieron para consolidar a la flamante nación, que era amenazada por los países vecinos.
Por Jhojhanni Fiorini | José Gaspar Rodríguez de Francia fue supremo dictador del país durante 26 años (1814-1840). Con su fuerte e inusual personalidad, con puño de hierro ayudó a forjar la nación paraguaya, que se había emancipado del yugo español en 1811. Para hablar sobre este prócer de la Patria, que tiene igual cantidad de adeptos como detractores, consultamos al doctor Horacio Galeano Perrone, abogado y máster en Ciencias Políticas, sobre la figura y la vida del polémico dictador. "En la hora de la independencia era el hombre mejor preparado en el Paraguay, graduado en la Universidad de Córdoba, a los 22 años, doctor en Teología (único título que existía), después de una brillante trayectoria. Era un hombre austero, intelectualmente reluciente. Era el mayor de todos los próceres, ya que al momento de la revolución de mayo tenía 45 años, cuando el promedio de vida era de 53 años". De ésta manera presenta Galeano al doctor Francia. Uno de los padres de nuestra independencia fue hijo de un capitán de artillería de origen brasileño y de una aristócrata asuncena. Nació en Asunción el 6 de enero de 1766. Estudió en el Colegio de Nuestra Señora de Montserrat, en Córdoba (Argentina), donde se graduó de bachiller, licenciado y maestro de Filosofía, Cánones y Sagrada Teología. De vuelta a Asunción (1785), dictó cátedras en el Real Colegio y Seminario de San Carlos, pero en el año 1792 abandonó la docencia para dedicarse a la abogacía. La visión de Francia Galeano afirma que el prócer tenía una visión clara del mundo, sabía perfectamente cómo se había producido la Revolución Francesa, los hechos que desembocaron en la Revolución Norteamericana, los conflictos que había en América Latina e incluso predecía los procesos independentistas que iban a ocurrir en la región. "Tenía una noción clara y práctica de la política, no era un improvisado", asegura Galeano Perrone. Desde 1808, Francia ocupó varios cargos en el Cabildo asunceno. Fue designado diputado del Río de la Plata ante las Cortes de Cádiz (cargo éste que no llegó a desempeñar) y se convirtió en uno de los principales dirigentes del movimiento independentista, siendo considerado el ideólogo del proceso emancipador por su acérrima defensa del principio de soberanía. "Era un teórico que conjugaba perfectamente lo pragmático, sabía que si el Paraguay quería ser un estado libre y soberano, tenía que aislarse solamente", enfatiza Galeano. Asegura que de no ser así el país iba terminar en el caos, la anarquía y siendo parte de Buenos Aires o Brasil. Padre del "Francismo" El doctor Francia valoraba el modelo democrático del filósofo franco-helvético Jean-Jacques Rousseau, así como el del estadista estadounidense Benjamin Franklin, pero las difíciles condiciones internas y externas del país impidieron que pudiera desarrollar un modelo más democrático. En algunos aspectos fue un visionario, más comprendido por los sectores populares y las clases medias que por los sectores privilegiados. En este sentido, para Galeano el doctor Francia fue también un gran pensador, "a nivel de América Latina, y de Paraguay no hay nadie como él". Era un lector de Rousseau, de quien tomó la inspiración para crear su propia doctrina o pensamiento, el "francismo", dice Galeano. En este punto, recalca que el pensamiento del doctor Francia no se parece al de nadie más. Las relaciones internacionales Bajo su gobierno, el país se volvió prácticamente autosuficiente, pues el contacto con el exterior estaba muy limitado, salvo un modesto comercio con Brasil a través de Itapúa. Francia intentó varias veces romper el cerco económico en que estaba sumido Paraguay, pero no fue posible dada la porfiada actitud de los gobiernos vecinos de no querer reconocer la independencia. Con respecto a la xenofobia que supuestamente promovía Francia en la época, Galeano asegura que este tenía claro lo que iban a hacer (los porteños), y recalca que esto se confirmó después de la Guerra del 70. Galeano recuerda que desde la época de la independencia había un constante ataque hacia la paraguayidad de parte de los gobiernos vecinos que buscaban acabar con la nación guaraní, que no estaba solamente asentada en este territorio. "Hizo lo que la Patria requería y lo que el momento histórico necesitaba", asegura Galeano Perrone. Conspiración y muerte En 1820-1821 estalló una conspiración dirigida por los líderes porteñistas, entre los que se contaban destacadas figuras de la independencia nacional, como Fulgencio Yegros. El movimiento perseguía asesinar a Francia para establecer un régimen que aceptara la unión con Buenos Aires en calidad de provincia. Varios de los conspiradores fueron fusilados un año más tarde. Durante la dictadura de Francia, a algunos extranjeros considerados espías, se les impidió salir de Paraguay. Según Galeano, después de la muerte de Francia, éste dejo un país rico, sano, "un país brillante", y que si bien es cierto que el Paraguay no tenía instituciones de educación superior, era porque Francia creía que en ese momento no era necesaria una oligarquía de intelectuales. "Esta etapa debía ser posterior" señala Galeano, al momento de hacer hincapié en que Francia había dejado un país sin mendigos, sin analfabetos, con casi 400 estancias para los campesinos. El Paraguay pasaba por un momento de alta equidad, y Francia sabía que su integración al mundo iba a significar un ataque a las instituciones. Su legado En cuanto a educación, hay claros testimonios de que mantuvo la educación primaria, técnica y artística, especialmente la musical, solventando problemas de las escuelas y pagando a los maestros. También tuvo una influencia modernizadora al fomentar la agricultura y las pequeñas industrias locales, que se beneficiaron de la ausencia de manufacturas foráneas. En el aspecto edilicio, durante su mandato se modificó el trazado de las calles de Asunción, que empezó a tener las características actuales. Francia murió el 20 de setiembre de 1840; su legado material personal consistió en una colección de libros y 36.564 pesos de su sueldo sin cobrar. Su principal herencia fue la autonomía política de la nación, causa por la cual luchó toda su vida y por lo que es considerado el líder de la revolución independentista. El modelo económico de Francia desafiaba a todos los intereses oligárquicos y se basaba en la equidad para la distribución de las riquezas, a tal punto que ni él era rico, señala Galeano. "Era un hombre tremendamente austero y vivía humildemente", menciona.  Galeano manifiesta que Francia utilizó su poder absoluto para el beneficio de los pobres, y la prueba era que él mismo era el primer pobre. Por último Galeano afirma que sueña con que alguna vez un gobierno reivindique ésta línea histórica del Paraguay, que reivindique los principios de austeridad y de servicio a la patria del doctor Francia, que fue interrumpida el 1 de marzo de 1870 en Cerro Corá. Tomado de ultima hora de Paraguay 

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