viernes, 15 de mayo de 2015

LECCIONES DEL EBOLA


 Lecciones del ébola, claves para enfrentar futuras emergencias Artículo escrito por Waldo Mendiluza,
corresponsal de Prensa Latina en las Naciones Unidas. NACIONES UNIDAS.—Además del elevado costo humano y económico para países de África Occidental, la epidemia de ébola que aún azota a Guinea y Sierra Leona deja importantes lecciones a la comunidad internacional de cara a futuras emergencias de salud. Detectada a finales del 2013, a la enfermedad se atribuyen más de 11 mil muertes y 26 600 casos, la inmensa mayoría en Guinea, Sierra Leona y Liberia, nación que hace apenas unos días fue declarada libre del letal virus, después de seis semanas sin registrar nuevos contagios. A partir del impacto de la epidemia y su rápida propagación, no pocas voces preguntan desde los cinco continentes ¿Estamos preparados para reaccionar de manera rápida y efectiva a una crisis de tal magnitud? o ¿Qué medidas debemos tomar para evitar la diseminación de un patógeno tan letal? Por solicitud de los estados miembros de Naciones Unidas, la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, activó en marzo pasado un panel de expertos independientes, con la misión de realizar una evaluación del brote, incluyendo las vulnerabilidades y experiencias. Esta semana el grupo a cargo del estudio emitió un primer reporte sobre la respuesta al ébola, en el cual considera la actual epidemia la mayor y más compleja de esa enfermedad, ante la que existieron demoras y obstáculos en la reacción. De acuerdo con el documento circulado aquí, los procedimientos y políticas de la OMS para enfrentar situaciones de este tipo no fueron activados a tiempo, por la dilatación en declarar el brote en África Occidental una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional y ubicarla en el grado 3. A la atribuida falta en la organización de “una sólida capacidad o cultura para lidiar con operaciones de emergencia” habría que agregarle que antes de agosto del 2014 “no buscó de forma apropiada el apoyo de otras agencias de la ONU ni de actores humanitarios”, advirtieron los expertos. No obstante, reconocieron que una vez comprendida la magnitud del problema, movilizó una respuesta global que hizo posible reducir notablemente las afectaciones proyectadas para África Occidental. Naciones Unidas destaca de manera recurrente el papel en el combate al virus de la comunidad internacional, que con recursos humanos y materiales respaldó los esfuerzos de las autoridades locales contra el brote. Más allá de situaciones a considerar como las tradiciones funerarias, las costumbres y los escenarios post-conflicto en países como Liberia y Sierra Leona, que hicieron posible el avance de la enfermedad, se produjeron errores de procedimiento, trabas burocráticas y otras que complicaron la situación. Partiendo de este panorama, el panel establecido por la OMS propuso un paquete de medidas que llaman al aprovechamiento de las experiencias derivadas de la lucha anti-ébola. Entre las recomendaciones sobresalen reforzar la gestión colectiva para enfrentar crisis de salud, sin desconocer la responsabilidad primaria de los estados, y elevar el compromiso político y financiero de los gobiernos con el accionar de la organización ante emergencias. También abogó por fortalecer la capacidad operacional y la cultura de respuesta de la OMS, en aras de ayudar a las naciones a prevenir epidemias y potenciar sus sistemas de salud. La creación de una estructura especializada en lidiar con emergencias y la necesidad de garantizar la preparación mundial para vigilar y reaccionar ante peligros, fueron otros de los aspectos sugeridos. En el 2007 entraron en vigor las Regulaciones Internacionales de Salud, pero según la OMS, no todos los países se declararon en capacidad de asumirlas y, de hecho, solo 64 de los 193 miembros de la ONU informaron el cumplimiento de las mismas. El informe del panel será sometido en los próximos días a debate durante la celebración en Ginebra de la 68 Asamblea Mundial de la Salud.  A propósito del documento, la asistenta de la directora general de la OMS, Marie-Paule Kieny, resaltó su importancia, de cara a mejorar la respuesta a futuras epidemias. Si algo como este brote de ébola en África Occidental ocurriera de nuevo, el mundo debe estar más preparado para enfrentarlo, señaló la víspera tras concluir en Ginebra un foro de dos días, en el cual fue presentado el reporte del panel. Kieny insistió en el actual contexto mundial, marcado por los viajes frecuentes, el comercio global y la interconexión entre los países, que sumado a vulnerabilidades particulares y generales facilitan la propagación de epidemias. TOMADO DE MUNDO DEL SUR  PUBLICADO EN LA GRANMA DE CUBA

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