Lecciones del ébola,
claves para enfrentar futuras emergencias Artículo escrito por Waldo Mendiluza,
corresponsal de Prensa Latina en las Naciones Unidas. NACIONES UNIDAS.—Además
del elevado costo humano y económico para países de África Occidental, la
epidemia de ébola que aún azota a Guinea y Sierra Leona deja importantes
lecciones a la comunidad internacional de cara a futuras emergencias de salud. Detectada
a finales del 2013, a la enfermedad se atribuyen más de 11 mil muertes y 26 600
casos, la inmensa mayoría en Guinea, Sierra Leona y Liberia, nación que hace
apenas unos días fue declarada libre del letal virus, después de seis semanas
sin registrar nuevos contagios. A partir del impacto de la epidemia y su rápida
propagación, no pocas voces preguntan desde los cinco continentes ¿Estamos
preparados para reaccionar de manera rápida y efectiva a una crisis de tal
magnitud? o ¿Qué medidas debemos tomar para evitar la diseminación de un
patógeno tan letal? Por solicitud de los estados miembros de Naciones Unidas,
la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret
Chan, activó en marzo pasado un panel de expertos independientes, con la misión
de realizar una evaluación del brote, incluyendo las vulnerabilidades y
experiencias. Esta semana el grupo a cargo del estudio emitió un primer reporte
sobre la respuesta al ébola, en el cual considera la actual epidemia la mayor y
más compleja de esa enfermedad, ante la que existieron demoras y obstáculos en
la reacción. De acuerdo con el documento circulado aquí, los procedimientos y
políticas de la OMS para enfrentar situaciones de este tipo no fueron activados
a tiempo, por la dilatación en declarar el brote en África Occidental una
Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional y ubicarla en el
grado 3. A la atribuida falta en la organización de “una sólida capacidad o
cultura para lidiar con operaciones de emergencia” habría que agregarle que
antes de agosto del 2014 “no buscó de forma apropiada el apoyo de otras
agencias de la ONU ni de actores humanitarios”, advirtieron los expertos. No
obstante, reconocieron que una vez comprendida la magnitud del problema,
movilizó una respuesta global que hizo posible reducir notablemente las
afectaciones proyectadas para África Occidental. Naciones Unidas destaca de
manera recurrente el papel en el combate al virus de la comunidad
internacional, que con recursos humanos y materiales respaldó los esfuerzos de
las autoridades locales contra el brote. Más allá de situaciones a considerar
como las tradiciones funerarias, las costumbres y los escenarios post-conflicto
en países como Liberia y Sierra Leona, que hicieron posible el avance de la
enfermedad, se produjeron errores de procedimiento, trabas burocráticas y otras
que complicaron la situación. Partiendo de este panorama, el panel establecido
por la OMS propuso un paquete de medidas que llaman al aprovechamiento de las
experiencias derivadas de la lucha anti-ébola. Entre las recomendaciones
sobresalen reforzar la gestión colectiva para enfrentar crisis de salud, sin
desconocer la responsabilidad primaria de los estados, y elevar el compromiso
político y financiero de los gobiernos con el accionar de la organización ante
emergencias. También abogó por fortalecer la capacidad operacional y la cultura
de respuesta de la OMS, en aras de ayudar a las naciones a prevenir epidemias y
potenciar sus sistemas de salud. La creación de una estructura especializada en
lidiar con emergencias y la necesidad de garantizar la preparación mundial para
vigilar y reaccionar ante peligros, fueron otros de los aspectos sugeridos. En
el 2007 entraron en vigor las Regulaciones Internacionales de Salud, pero según
la OMS, no todos los países se declararon en capacidad de asumirlas y, de
hecho, solo 64 de los 193 miembros de la ONU informaron el cumplimiento de las
mismas. El informe del panel será sometido en los próximos días a debate
durante la celebración en Ginebra de la 68 Asamblea Mundial de la Salud. A propósito del documento, la asistenta de la directora
general de la OMS, Marie-Paule Kieny, resaltó su importancia, de cara a mejorar
la respuesta a futuras epidemias. Si algo como este brote de ébola en África
Occidental ocurriera de nuevo, el mundo debe estar más preparado para
enfrentarlo, señaló la víspera tras concluir en Ginebra un foro de dos días, en
el cual fue presentado el reporte del panel. Kieny insistió en el actual
contexto mundial, marcado por los viajes frecuentes, el comercio global y la
interconexión entre los países, que sumado a vulnerabilidades particulares y
generales facilitan la propagación de epidemias. TOMADO DE MUNDO DEL SUR PUBLICADO EN LA GRANMA DE CUBA
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