Científicos del Museo d'Orbigny toman muestras de anfibios del lago Titicaca Investigan
muerte de ranas Por Elizabeth Arrázola - Científicos bolivianos del Proyecto
Iniciativa Anfibios de Bolivia del Museo Alcide d'Orbigny, en un monitoreo con
equipo de buceo en el lago Menor del Titicaca, del lado boliviano, hallaron
peces, ranas y aves muertas en el 25 por ciento de la zona, entre ellos la rana
gigante (Telmatobius Culeos), declarada en peligro crítico por la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en 2008. El equipo,
integrado por los biólogos Arturo Muñoz, Sofía Lavayén y Patricia Mendoza,
realiza desde hace dos años un monitoreo en el lago Menor como parte del
mencionado proyecto y trabaja con los comunarios para que ayuden en la
preservación de las especies de animales que habitan en la zona. Muñoz señala
que ya observaron, en enero y febrero pasados, que en algunas zonas del lago
Menor, principalmente después de las lluvias y presumiblemente por el sedimento
que arrastra el agua, éstas presentaban una coloración verde, con más algas y
zooplanton, lo que es resultado de un desequilibrio, ya que en el lago Mayor es
transparente y desde la superficie se puede observar las plantas y las ranas
vivas. El científico explica que en su recorrido, del 100 por ciento del lago
Menor, en Puerto Suárez, que corresponde a Bolivia, en el 25 por ciento no
encontraron ningún anfibio ni batracio vivo, menos la rana gigante del lago
Titicaca, una especie endémica de Bolivia y Perú que no hay en ningún otro
lugar del mundo. Es más, en la superficie y en el fondo del agua, hallaron aves
muertas, lo que es señal de que la contaminación del agua ha llegado a niveles
nunca vistos y ha sobrepasado la superficie del agua. Según explica el
especialista, el agua de color verde posee una cantidad excesiva de algas y
éstas consumen todo el oxígeno, lo que provoca que las ranas no puedan
desplazarse y menos respirar. Los anfibios, especialmente la rana gigante o
jamphatu huankele, consigue todo el oxígeno que necesita para vivir a través de
su piel que cuelga en pliegues de su cuerpo. Los comunarios de los alrededores
del lago han comentado, alarmados, a los investigaciones, que nunca como hoy
vieron tantos animales muertos. Muñoz
junto a las biólogas de su equipo, con el apoyo del Centro de Instrucción de
Buceo en Altura de la Armada Boliviana en Tiquina, bucearon hasta 15 metros de
profundidad y entre dos y tres metros hallaron ejemplares muertos. "Al
principio creí que era una exageración, pero constaté que se está produciendo
una muerte masiva de ranas gigantes en varias zonas del lago Menor”, precisó.Asimismo,
también se estableció que la temperatura del agua en el lago Menor es mayor que
en la isla de la Luna, donde es transparente. El equipo de investigación ha
tomado muestras de ranas muertas para que en las próximas semanas en un
laboratorio de Bélgica se pueda establecer la causa por la que murieron. Dijo
que observaron que una gran mayoría era hembra y que en una primera instancia
se determinó que tenían fango en el tractodigestivo. La rana gigante del
Titicaca fue descubierta por Jeaques Yves Cousteau en 1969 durante sus
inmersiones en el lago y Bolivia la declaró especie amenazada en 1996. El
oceanógrafo francés, que buceaba a 120 metros de profundidad, encontró
ejemplares de la rana gigante de hasta 50 centímetros, algo que hoy en día es
imposible, ya que no pasan de los 30 centímetros. Este batracio es atrapado de
manera indiscriminada para ser licuado como energizante y vigorizante sexual en
ferias en El Alto, en Bolivia, y en Puno y Lima, en Perú. El lago Titicaca,
compartido por Bolivia y Perú y considerado el más alto del mundo al estar a
casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, recibe a través del río Katari
vertidos de la ciudad de El Alto, una de las más pobladas del país y que en la
última década ha crecido de forma descontrolada. Los ecosistemas acuáticos del
lago Titicaca son afectados por las aguas residuales que desde hace más de 13
años ingresan por el río Katari hasta la Bahía de Cohana. Un estudio de la Liga
de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) publicado en 2014 menciona que existen
112 kilómetros cuadrados afectados por la contaminación en la región lacustre
del lago Menor o Wiñaymarka. Residuos hospitalarios, industriales, mineros y
sustancias líquidas procedentes de los vertederos urbanos fluyen a diario a la
cuenca del lago, cuyas aguas han adquirido un tono verdoso y una textura
aceitosa, a lo que se suma el mal olor. Por otro lado, según un informe
reciente de la Autoridad Binacional del Lago Titicaca (ALT), la excesiva carga
de nutrientes de materia orgánica, que produjo sulfuro de hidrógeno, es la
primera posible causa de la muerte
masiva de aves y anfibios en la zona lacustre. El presidente de la ALT, Alfredo
Mamani, dijo que la presencia del sulfuro de hidrógeno es letal para la fauna
de la zona lacustre y que ingresó al lago en gran cantidad de las letrinas
ecológicas y pozos sépticos de El Alto,
Viacha y varios municipios que echan sus aguas servidas al lago Titicaca. El
factor desencadenante para que estas sustancias se dispersen por el lago -según los expertos- fueron las fuertes lluvias que arrastraron el
material de poblaciones circundantes al
lago, como Huarina, Huatajata y Chua. Las
amenazas Según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de
Bolivia, la rana gigante, aunque aparentemente tiene una amplia distribución en
el lago Titicaca, es una especie poco frecuente. En Bolivia está considerada
una especie amenazada hace 12 años. Aparte de sus depredadores naturales, como
la gaviota, es una especie presionada
por la actividad humana. Sus extremidades son comercializadas desde hace
décadas. En 2006 se reportaron más de 15 mil individuos empleados en la
elaboración de "ancas de rana". También se ha verificado que en
Bolivia se la trafica en cantidades elevadas (miles) para ser comercializada en
jugo en El Alto, en Bolivia, y en Puno y Lima, Perú. También es utilizada en la
medicina tradicional y con menor frecuencia es consumida en sopas. YA SE ALERTÓ
EN 2002 La contaminación en Bahía de Cohana La región soporta una extrema
contaminación arrastrada por el río Katari desde hace ya varios años, que
proviene de la ciudad de El Alto y localidades aledañas ya conurbadas, la cual
fue detectada en 2002 y continúa incrementándose hasta la actualidad, según un
informe de la Liga de Defensa del Medioambiente, en un estudio realizado por
Marco Ribera sobre la contaminación de la Bahía de Cohana. En el estudio se
señala que todas las bahías aledañas a Cohana se hallan extremadamente
contaminadas por aguas clase D (D extrema), la contaminación ya ha alcanzado la
zona de las islas interiores (Pariti, Suriqui, Taquiri), y avanza a otras
bahías de la región, como Puerto Pérez o Taraco. También reporta que en la zona
se han producido cambios en la vegetación, con la proliferación masiva de algas
y algunas hidrofitas, como la lenteja de agua (Lemna sp.) o el berro
(Hydrocotyle sp.), y la progresiva debilitación y reducción de los totorales
por la contaminación y sobre extracción para forrajes del ganado vacuno.
Además, la mayoría de especies de peces ha desaparecido. Se observa que sólo
prosperan aves y artrópodos (insectos y crustáceos) generalistas y con alta
resistencia a medios contaminados. La escasa captación de alcantarillado en los
distritos de El Alto es una de las principales causas, a lo cual se suma la
absoluta inoperatividad de la planta de tratamiento de Puchukollo en el
municipio de Laja, la cual hasta fines del 2013, seguía descargando aguas
extremadamente contaminadas (no tratadas) al Río Seco, el cual ya está
extremadamente contaminado, a pesar de las ampliaciones realizadas. Esta
situación de inoperatividad de la planta de Puchukollo, fue denunciada por
Lidema dese 2009, aunque existen reportes locales del no funcionamiento de la
planta desde el 2003 (La Prensa, 18 noviembre 2003). La contaminación incluye
además de las aguas domésticas de El Alto, una ciudad de más de un millón de
habitantes, los desechos de miles de industrias de diverso tipo (la mayor parte
al margen de cualquier control ambiental y ni siquiera con registro), así como
el arrastre masivo de basura y lixiviados del botadero de Villa Ingenio. La
situación es crítica para el lago Menor, el cual tiene mayor fragilidad
ecológica por su menor profundidad, siendo que la actual tendencia es la
reducción de su volumen por los efectos del cambio climático. Existe el riesgo
adicional, por la enorme y creciente eutrofización, de que la zona se esté
convirtiendo en un mega emisor de metano. La porción boliviana del lago
Titicaca fue declarada Sitio Ramsar en 1997. Este elemento, de alta relevancia,
ha sido escasamente tomado en cuenta por las políticas públicas relativas a la
gestión ambiental. Inacción Según
Ribera, el problema de Cohana y el lago Menor obedece a la absoluta inacción de
las autoridades del nivel central,Gobernación y alcaldías aledañas al lago y El
Alto. Tomado de los tiempos de Bolivia
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