miércoles, 13 de mayo de 2015

RANAS, AVES, PECES MUERTOS EN EL LAGO TITICACA , alerta por contaminación


  Científicos del Museo d'Orbigny toman muestras de anfibios del lago Titicaca Investigan muerte de ranas Por Elizabeth Arrázola - Científicos bolivianos del Proyecto Iniciativa Anfibios de Bolivia del Museo Alcide d'Orbigny, en un monitoreo con equipo de buceo en el lago Menor del Titicaca, del lado boliviano, hallaron peces, ranas y aves muertas en el 25 por ciento de la zona, entre ellos la rana gigante (Telmatobius Culeos), declarada en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en 2008. El equipo, integrado por los biólogos Arturo Muñoz, Sofía Lavayén y Patricia Mendoza, realiza desde hace dos años un monitoreo en el lago Menor como parte del mencionado proyecto y trabaja con los comunarios para que ayuden en la preservación de las especies de animales que habitan en la zona. Muñoz señala que ya observaron, en enero y febrero pasados, que en algunas zonas del lago Menor, principalmente después de las lluvias y presumiblemente por el sedimento que arrastra el agua, éstas presentaban una coloración verde, con más algas y zooplanton, lo que es resultado de un desequilibrio, ya que en el lago Mayor es transparente y desde la superficie se puede observar las plantas y las ranas vivas. El científico explica que en su recorrido, del 100 por ciento del lago Menor, en Puerto Suárez, que corresponde a Bolivia, en el 25 por ciento no encontraron ningún anfibio ni batracio vivo, menos la rana gigante del lago Titicaca, una especie endémica de Bolivia y Perú que no hay en ningún otro lugar del mundo. Es más, en la superficie y en el fondo del agua, hallaron aves muertas, lo que es señal de que la contaminación del agua ha llegado a niveles nunca vistos y ha sobrepasado la superficie del agua. Según explica el especialista, el agua de color verde posee una cantidad excesiva de algas y éstas consumen todo el oxígeno, lo que provoca que las ranas no puedan desplazarse y menos respirar. Los anfibios, especialmente la rana gigante o jamphatu huankele, consigue todo el oxígeno que necesita para vivir a través de su piel que cuelga en pliegues de su cuerpo. Los comunarios de los alrededores del lago han comentado, alarmados, a los investigaciones, que nunca como hoy vieron tantos animales muertos.   Muñoz junto a las biólogas de su equipo, con el apoyo del Centro de Instrucción de Buceo en Altura de la Armada Boliviana en Tiquina, bucearon hasta 15 metros de profundidad y entre dos y tres metros hallaron ejemplares muertos. "Al principio creí que era una exageración, pero constaté que se está produciendo una muerte masiva de ranas gigantes en varias zonas del lago Menor”, precisó.Asimismo, también se estableció que la temperatura del agua en el lago Menor es mayor que en la isla de la Luna, donde es transparente. El equipo de investigación ha tomado muestras de ranas muertas para que en las próximas semanas en un laboratorio de Bélgica se pueda establecer la causa por la que murieron. Dijo que observaron que una gran mayoría era hembra y que en una primera instancia se determinó que tenían fango en el tractodigestivo. La rana gigante del Titicaca fue descubierta por Jeaques Yves Cousteau en 1969 durante sus inmersiones en el lago y Bolivia la declaró especie amenazada en 1996. El oceanógrafo francés, que buceaba a 120 metros de profundidad, encontró ejemplares de la rana gigante de hasta 50 centímetros, algo que hoy en día es imposible, ya que no pasan de los 30 centímetros. Este batracio es atrapado de manera indiscriminada para ser licuado como energizante y vigorizante sexual en ferias en El Alto, en Bolivia, y en Puno y Lima, en Perú. El lago Titicaca, compartido por Bolivia y Perú y considerado el más alto del mundo al estar a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, recibe a través del río Katari vertidos de la ciudad de El Alto, una de las más pobladas del país y que en la última década ha crecido de forma descontrolada. Los ecosistemas acuáticos del lago Titicaca son afectados por las aguas residuales que desde hace más de 13 años ingresan por el río Katari hasta la Bahía de Cohana. Un estudio de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) publicado en 2014 menciona que existen 112 kilómetros cuadrados afectados por la contaminación en la región lacustre del lago Menor o Wiñaymarka. Residuos hospitalarios, industriales, mineros y sustancias líquidas procedentes de los vertederos urbanos fluyen a diario a la cuenca del lago, cuyas aguas han adquirido un tono verdoso y una textura aceitosa, a lo que se suma el mal olor. Por otro lado, según un informe reciente de la Autoridad Binacional del Lago Titicaca (ALT), la excesiva carga de nutrientes de materia orgánica, que produjo sulfuro de hidrógeno, es la primera  posible causa de la muerte masiva de aves y anfibios en la zona lacustre. El presidente de la ALT, Alfredo Mamani, dijo que la presencia del sulfuro de hidrógeno es letal para la fauna de la zona lacustre y que ingresó al lago en gran cantidad de las letrinas ecológicas y pozos  sépticos de El Alto, Viacha y varios municipios que echan sus aguas servidas al lago Titicaca. El factor desencadenante para que estas sustancias se dispersen por el lago  -según los expertos-  fueron las fuertes lluvias que arrastraron el material de  poblaciones circundantes al lago, como Huarina,  Huatajata y Chua.  Las amenazas Según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia, la rana gigante, aunque aparentemente tiene una amplia distribución en el lago Titicaca, es una especie poco frecuente. En Bolivia está considerada una especie amenazada hace 12 años. Aparte de sus depredadores naturales, como la gaviota,  es una especie presionada por la actividad humana. Sus extremidades son comercializadas desde hace décadas. En 2006 se reportaron más de 15 mil individuos empleados en la elaboración de "ancas de rana". También se ha verificado que en Bolivia se la trafica en cantidades elevadas (miles) para ser comercializada en jugo en El Alto, en Bolivia, y en Puno y Lima, Perú. También es utilizada en la medicina tradicional y con menor frecuencia es consumida en sopas. YA SE ALERTÓ EN 2002 La contaminación en Bahía de Cohana La región soporta una extrema contaminación arrastrada por el río Katari desde hace ya varios años, que proviene de la ciudad de El Alto y localidades aledañas ya conurbadas, la cual fue detectada en 2002 y continúa incrementándose hasta la actualidad, según un informe de la Liga de Defensa del Medioambiente, en un estudio realizado por Marco Ribera sobre la contaminación de la Bahía de Cohana. En el estudio se señala que todas las bahías aledañas a Cohana se hallan extremadamente contaminadas por aguas clase D (D extrema), la contaminación ya ha alcanzado la zona de las islas interiores (Pariti, Suriqui, Taquiri), y avanza a otras bahías de la región, como Puerto Pérez o Taraco. También reporta que en la zona se han producido cambios en la vegetación, con la proliferación masiva de algas y algunas hidrofitas, como la lenteja de agua (Lemna sp.) o el berro (Hydrocotyle sp.), y la progresiva debilitación y reducción de los totorales por la contaminación y sobre extracción para forrajes del ganado vacuno. Además, la mayoría de especies de peces ha desaparecido. Se observa que sólo prosperan aves y artrópodos (insectos y crustáceos) generalistas y con alta resistencia a medios contaminados. La escasa captación de alcantarillado en los distritos de El Alto es una de las principales causas, a lo cual se suma la absoluta inoperatividad de la planta de tratamiento de Puchukollo en el municipio de Laja, la cual hasta fines del 2013, seguía descargando aguas extremadamente contaminadas (no tratadas) al Río Seco, el cual ya está extremadamente contaminado, a pesar de las ampliaciones realizadas. Esta situación de inoperatividad de la planta de Puchukollo, fue denunciada por Lidema dese 2009, aunque existen reportes locales del no funcionamiento de la planta desde el 2003 (La Prensa, 18 noviembre 2003). La contaminación incluye además de las aguas domésticas de El Alto, una ciudad de más de un millón de habitantes, los desechos de miles de industrias de diverso tipo (la mayor parte al margen de cualquier control ambiental y ni siquiera con registro), así como el arrastre masivo de basura y lixiviados del botadero de Villa Ingenio. La situación es crítica para el lago Menor, el cual tiene mayor fragilidad ecológica por su menor profundidad, siendo que la actual tendencia es la reducción de su volumen por los efectos del cambio climático. Existe el riesgo adicional, por la enorme y creciente eutrofización, de que la zona se esté convirtiendo en un mega emisor de metano. La porción boliviana del lago Titicaca fue declarada Sitio Ramsar en 1997. Este elemento, de alta relevancia, ha sido escasamente tomado en cuenta por las políticas públicas relativas a la gestión ambiental. Inacción Según Ribera, el problema de Cohana y el lago Menor obedece a la absoluta inacción de las autoridades del nivel central,Gobernación y alcaldías aledañas al lago y El Alto. Tomado de los tiempos de Bolivia 

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