CAMBIO CLIMÁTICO / COP21
Guía para entender un año de intensas negociaciones
climáticas
- Diez
claves sobre el acuerdo de lucha contra el cambio climático de París
Reunión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
El acuerdo de París para descarbonizar la economía es uno de
los puntos claves en la agenda. Rachel Kyte, vicepresidenta del Banco Mundial,
es uno de los líderes internacionales más implicados en la consecución de un
acuerdo ambicioso en la COP21.
La vicepresidenta del Banco Mundial Rachel Kyte durante una
entrevista con EFEverde en la COP21 de Lima / Paolo Aguilar (EFE)
May 4, 2015 — May 15, 2015
11º Foro de los Bosques de la ONU
Se espera un declaración internacinal de los países
apostando por detener la pérdida global de bosques, y fomentar sus valores como
sumideros de carbono.
EFE
May 18, 2015 — May 22, 2015
Se4all: II Foro Mundial Anual Energía Sostenible para Todos
Organizado por Naciones Unidas por segundo año en Nueva
York, contará con 1.000 participantes de Gobiernos, organizaciones
internacionales, mundo empresarial y sociedad civil.
May 18, 2015 — May 24, 2015
Semana del Clima de París
The Climate Group, una ONG que agrupa 80 grandes empresas
comprometidas con el cambio climático celebra una edición especial de su
"Semana del Clima" en París para estar en el corazón de la COP21.
Este evento, que se celebra anualmente en el mes de septiembre en Nueva York,
se ha convertido en uno de los mayores foros de debate sobre las energías
renovables y las tecnologías limpias.
Mark Kenber, CEO de The Climate Group durante una de las
inauguraciones de la NY Climate Week
Caty Arévalo.- Madrid, (EFEverde).- Grabe esta
fecha: diciembre de 2015. Es la que se han fijado los países para adoptar un
acuerdo global de lucha contra el cambio climático definitivo en la Cumbre de
Cambio Climático que se celebra ese mes en París, la COP 21. Con la lección
aprendida de Copenhague, (casi) todo el mundo evita decir que estamos ante la
"última oportunidad" de salvar el planeta de los efectos devastadores
del cambio climático, pero la realidad es sí que nos encontramos ante un año
vital para combatir el calentamiento; y que lo que ocurra en los próximos meses
de negociaciones tenga más relevancia que lo que pase en la siguiente década.
Sólo la Unión Europea, que de nuevo ejerce de anfitrión de una reunión tan
transcendente, va a movilizar en los próximos meses varios miles de
diplomáticos para suavizar posturas en los puntos más conflictivos del acuerdo.
El tema aparece en las agendas de absolutamente todos los foros y reuniones
globales sobre economía y sostenibilidad que se celebran hasta diciembre. Entender
lo que ocurre "entre bambalinas" no siempre es fácil, por eso
desgranamos algunas de las claves para no perderse en estos meses de intensas
negociaciones climáticas.
1. ¿De París saldrá un nuevo Protocolo de Kioto?
El acuerdo relevará al segundo periodo de compromisos de
Kioto, que expira en 2020, pero su índole será completamente distinta. Frente a
Kioto, que sólo incluyó a 37 países industrializados cuando se firmó en 1997,
el pacto de París aspira a contar, por primera vez en la historia de las negociaciones
climáticas, con esfuerzos y compromisos de todos los países, que en sumados
deberían evitar que la temperatura del planeta aumente más de dos grados a
finales de siglo.
2. ¿Será jurídicamente vinculante?
Muy probablemente no, o al menos no en su totalidad. En
lugar de en objetivos vinculantes y sancionables, basará su cumplimiento en la
buena voluntad de los países y en la presión internacional más que cualquier
marco internacional difícil. La ambición de incluir a todo el mundo exigirá
altos niveles de flexibilidad.
Hay países como Estados Unidos, con un Senado de mayoría
republicana, que tendrían dificultades para aprobar en su país un acuerdo
internacional vinculante.
Los negociadores buscan una fórmula con la que todo el mundo
se pueda sentir cómodo, y que, en el mejor de los casos, podría tener partes vinculantes
y otras que no lo sean. Por tanto, está pendiente de definir si el futuro
acuerdo será oficialmente un protocolo, un tratado o una decisión acordada.
3. ¿Sería menos efectivo el acuerdo si no es
jurídicamente vinculante?
No tiene porqué si su “arquitectura” cuenta con mecanismos
de control y revisión rigurosos y transparentes.
El economista Michael Greenstone, ex consejero económico de Obama
(2009-2010) sostuvo en una tribuna reciente que, sorprendentemente, el acuerdo
de París podría funcionar mejor sin ser jurídicamente vinculante.
Los negociadores de los países más implicados en la
consecución de un tratado ambicioso, como es el caso de los de la mayoría de
países de la Unión Europea, están elaborando mecanismos y procesos de revisión
congruentes para garantizar que las promesas de los países están a la altura de
sus posibilidades y cumplen lo pactado.
Esos mecanismos tratarán de proporcionar el resultado “de un
espejo” en el que los países puedan “mirarse”, compararse entre ellos y dejar
en evidencia a quien no cumpla. Los negociadores buscan vías para reclamar más
esfuerzo a los países que estén en condiciones de permitírselo.
4. Familiarízate con estas siglas: INDC (Ai-En-Di-Si)
Son las siglas en inglés de Intended Nationally Determined Contributions,
y una de las claves del acuerdo de París: la contribución que cada país pone
sobre la mesa para frenar el calentamiento. Cada estado debe presentar el suyo
a Naciones Unidas, con compromisos “en la medida de sus posibilidades y
circunstancias nacionales”, antes del 1 de octubre.
Los INDC deben ser “cuantificables y medibles” de manera que
en el informe de síntesis de los mismos laConvención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC) prevé elaborar para el 1 de noviembre pueda
concluirse si su suma es suficiente para que la temperatura del planeta no
supere los dos grados a finales de siglo.
No obstante, la secretaria general de CMNUCC, Christiana Figures ha reconocido en briefings
con los periodistas que, debido a sus circunstancias nacionales, no todos los
países podrán presentar su INDC en plazo; y admitido que la suma no será
suficiente para no rebasar los dos grados.
La preocupación actual de Naciones Unidas es que las
principales economías presenten su INDC antes de finales de junio, y, en esa
línea, todas las miradas se centran en China, India, Australia, Brasil, Canadá
y Japón.
5. ¿Servirá para que la temperatura del planeta no
aumente más de dos grados?
La propia Figueres ha vaticinado que los compromisos que
presenten los países no serán suficientes para lograrlo. La mayoría de los
líderes mundiales comprometidos con la lucha contra el cambio climático
reconocen en los corrillos que se darán por satisfechos si el acuerdo logra
lanzar un mensaje contundente a los mercados y a la sociedad de la necesidad de
descarbonizar la economía.
Reconocen, por tanto, que el éxito de París estribará en
dejar lo suficientemente claro a todo el mundo que, a mediados de siglo, los
países no podrán emitir más de lo que el planeta pueda absorber. Es lo que
viene a llamarse la neutralidad de emisiones.
6. ¿Cuándo entrará en vigor?
En 2020. Parece una eternidad pero no lo es teniendo en
cuenta que la arquitectura del mismo no se cerrará en París, sino que su diseño
comenzará a trabajarse seriamente en la siguiente Cumbre, que tendrá lugar en
Marruecos, en diciembre de 2016. El Protocolo de Kioto, por ejemplo, se acordó en el 97
pero no entró en vigor hasta 2005.
Además, en las negociaciones climáticas existe un grupo
específico centrado en aumentar la ambición de los países, fuera y dentro de
Kioto, pre 2020.
7. ¿Cuál es el estado actual de las negociaciones?
Naciones Unidas cuenta ya con el borrador
de acuerdo de París que oficialmente requiere seis meses antes de
que se celebre una cumbre para que de la misma pueda salir un tratado o
similar. Se trata de untexto de
86 páginas acordado oficialmente el pasado febrero en Ginebra que recoge “todo
lo que todos” quieren que esté en ese acuerdo. El clima de negociación actual
es bueno porque aún no ha comenzado el debate de los 1.234 paréntesis del
texto. La discusión sobre los mismos se reanudará oficialmente en junio en la
sede del CMNUCC de
Bonn (Alemania), habitualmente la última “oficial” que se celebra antes de cada
cumbre, pero en un año tan excepcional como este habrá dos más: una a finales
de verano y otra a mediados de otoño.
Por otra parte, la diplomacia climática trabaja intensamente
para que los países más emisores presenten su INDC, para que ese compromiso sea
lo más ambicioso posible, y para que países como China o India acepten procesos
de revisión transparentes. Uno de sus últimos -y más potentes- movimientos se
produjo hace unos días con el anuncio del Gobierno francés de destinar dos mil
millones de euros en proyectos renovables y de eficiencia energética en… India!
A cambio de que Francia facilite la interconexiones
eléctricas de España con el resto de Europa, el Ejecutivo de Mariano Rajoy está
siendo altamente proactivo de cara al acuerdo de París, a pesar de que los
países más reticentes al mismo en América Latina (Venezuela y Bolivia) no son
precisamente sus mejores aliados.
8. ¿Por qué ahora sí?
Alcanzar acuerdos entre más de 190 países en el seno de
Naciones Unidas no es imposible, un ejemplo de ello fue el Tratado de No Proliferación Nuclear. En el caso del
cambio climático, problema global para el que se persigue una solución de
similar magnitud desde la Cumbre de la Tierra de 1992, todo el mundo habla de
que, tras sonados intentos fallidos, estamos ante el famoso “momentum“.
No llega de la nada, sino precedido del año
más cálido de la historia, con mayor concentración de CO2 en la atmósfera y
con el mayor cuerpo científico de expertos en la materia, el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático, advirtiendo de que habitar este planeta será bastante
desagradable si no descarbonizamos la economía a mediados de siglo.
9. ¿Quién promete Qué?
1 de abril- Gabón: 50% de reducción de emisiones en 2050
respecto al que hubiera sido el ritmo de crecimiento normal.
31 de marzo- Rusia: reducción de entre un 25-30% para 2030
respecto a los niveles de 1990.
31 de marzo- Estados Unidos: entre un 26 y un 28% en 2025
respecto a los niveles de 2005.
27 de marzo- México: tocar techo en 2026 y reducir un 25%
respecto al nivel de crecimiento habitual en 2030.
27 de marzo- Noruega: un 40% de reducción en 2030 respecto a
los niveles de 1990.
9 de marzo- Unión Europea (28 países): al menos un 40% en
2030 respecto a los niveles de 2030.
27 de febrero- Suiza: un 50% de reducción de emisiones en
2030 respecto a los niveles de 1990.
Que los líderes mundiales y Naciones Unidas como marco
quedarán de nuevo desacreditados para liderar las soluciones a este problema
global; pero no quiere decir que otros (sociedad civil, ayuntamientos,
empresas…) no vayan a sustituirles en esta labor, como, de hecho, ya está
ocurriendo.
Tampoco implicará el fin de las Cumbres del Clima, donde a
pesar de todo, se han producido avances.
TOMADO DE ENVIO EN RED FOROBA
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