SIERRA DE CUBITAS Rodilla
en tierra para salvar al cítrico
Los habitantes de Sierra de Cubitas en Camagüey se niegan a
perder el cultivo del cítrico, parte misma de la identidad local, forjada a lo
largo de más de un siglo de exquisito laboreo Autor: Miguel Febles Hernández |
La Empresa Agropecuaria y Citrícola Sola es la
única entidad del país que cosecha y exporta toronjas y naranjas orgánicas.
Foto: Miguel Febles Hernández
SIERRA DE CUBITAS, Camagüey.—Muy lejos del esplendor de
antaño, en que se llegaron a explotar cerca de 10 000 hectáreas de
plantaciones, los habitantes de este valle de rojísimas tierras se niegan a
perder el cultivo del cítrico, parte misma de la identidad local, forjada a lo
largo de más de un siglo de exquisito laboreo. Pero los golpes en lo económico
y en la salud vegetativa de los longevos naranjales se sienten y mucho: del
apogeo productivo (récord de 39 200 toneladas en 1997), ya para el año 2005 los
niveles de cosecha se redujeron hasta las 6 300 toneladas, apenas el 16 % de lo
logrado en tiempos de bonanza. La agobiante depresión económico-financiera hizo
causa común con las intensas sequías, la escasez de recursos, las indisciplinas
tecnológicas, los problemas organizativos y una situación fitosanitaria
compleja, para conformar un panorama nada halagüeño que impidió continuar el
ambicioso proyecto citrícola. Para recuperar la credibilidad y ganar en
competitividad se impuso un cambio categórico en las maneras de actuar y de
concebir el futuro de la zona: a partir del 2009 se asumió un programa de
desarrollo alternativo, dirigido no solo a preservar las áreas de cítricos,
sino a diversificar el horizonte productivo. Justo en el 2010, la entidad
rectora del proyecto se transforma, mediante Resolución del Ministerio de la
Agricultura, en Empresa Agropecuaria y Citrícola Sola, con el encargo adicional
de adentrarse en el fomento de frutales, la ganadería, el cultivo de viandas y
hortalizas, la apicultura y la producción de carbón. UN RENACER PARA SIEMPRE Tal
es el eslogan actual y el propósito estratégico de este gigantesco colectivo
que agrupa a siete unidades empresariales de base (UEB), nueve unidades básicas
de producción cooperativa (UBPC) y nueve cooperativas de créditos y servicios
(CCS), unidas todas en el empeño común por salvar al cítrico. Para Raúl
Bárcenas González, director general de la empresa, resulta favorable el haber
detenido el decrecimiento y logrado una estabilidad sostenida en la producción
sobre las 6 000 toneladas de cítricos anuales, entre naranja de valencia y
toronja. “La cosecha pasada, explica, fluyó sin mayores problemas. Se enviaron
a la industria conservera 5 010 toneladas de cítricos, compromiso que hacía
tres años no se cumplía. Ello nos permitió cerrar las operaciones con una
situación financiera mucho más favorable, que beneficia de manera directa a los
trabajadores”. Mientras se preservan los viejos pero aún vitales naranjales, a
través de adecuados tratamientos fitosanitarios, en el 2014 se sembraron 128
hectáreas de nuevas plantaciones, las cuales presentan hoy un buen estado
vegetativo, y en el actual calendario se prevén otras cien hectáreas, de ellas
36 de limón. Refiere Bárcenas González que la mayor dificultad que afronta la
empresa en su recuperación es que prácticamente todos los cultivos se
desarrollan en condiciones de secano, solo el 17 % del área está bajo riego y
en algunas unidades, donde existen los sistemas, no se explotan por falta de
electrificación. Lo importante, sugiere el directivo, es que lo que se nos
entregue, como parte del programa de desarrollo y de acuerdo con el
financiamiento existente, sea aprovechado de inmediato, sin perder tiempo,
porque si nos dormimos nos quedamos sin cítrico en el mismo lugar por donde
entró ese cultivo al país”. FINCA A
FINCA SE ASEGURA EL AVANCE Verdaderos actos de malabarismo han tenido que hacer
en estos años los 104 trabajadores de la UBPC Cuba-Argentina para no perder la
rentabilidad lograda desde 1994, año que marca la fecha de fundación de la
cooperativa, cuyo renglón productivo principal siempre fueron los cítricos. José
Antonio Bautista Torres, quien está al frente de la UBPC, no duda en afirmar
que los tiempos que corren, aunque complejos por la falta de recursos
imprescindibles, ofrecen un aliento esperanzador para el Valle de Cubitas, lo
que repercute en el favorable ambiente de trabajo que se respira en el colectivo
laboral. “Hoy contamos con tres fincas integrales, puntualiza, bajo el signo de
la diversificación, es decir, además del cítrico, se fomentan otros cultivos,
como la piña, el mango, el aguacate, el níspero, la fruta bomba, el plátano, la
guayaba, el frijol y las hortalizas. Siempre tenemos algo en cosecha y eso
beneficia a la cooperativa”. Tal seguridad se afianza también en José Ibáñez
Soria, jefe de la finca Antonio Maceo, una de las de mejores resultados
productivos y económicos de la UBPC Cuba-Argentina, convertida en un hermoso
jardín gracias a la técnica de intercalado de cultivos entre la naranja y la
toronja, según el ciclo de siembra. “Se nos ha dado la tarea de reanimar el
cítrico y en eso estamos enfrascados. Fíjese en estas toronjas lo bien que
vienen: tienen apenas dos años y medio de sembradas y ya están cuajando sus
frutos. Dentro de muy poco estaremos cosechando las primeras producciones”,
asegura el fornido agricultor. El optimismo se justifica, porque los 15
trabajadores de la finca están plenamente persuadidos de que los resultados no
se alcanzan por sí solos, se obtienen con mucho esfuerzo, dependen del empeño
que le pongan a cada tarea, para luego disfrutar de mayores ingresos y de una
mejor calidad de vida.
DE LA MANO ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE La Empresa Agropecuaria
y Citrícola Sola es, hoy por hoy, la única entidad del país que cosecha y
exporta toronjas y naranjas orgánicas, es decir, producciones libres del empleo
de sustancias químicas en las atenciones culturales, lo que las hace más
competitivas en el mercado internacional. A partir del 2009 se comenzó a
trabajar en el proyecto de fruta ecológica, el cual agrupa una base productiva
integrada, entre otros, por pequeños agricultores con varias décadas de
prácticas empíricas que siempre desecharon el uso de fertilizantes y otros
productos químicos en el manejo de sus plantaciones. “Se trata de un proceso
muy riguroso, según normas internacionales para su certificación, lo cual
repercute en mejoras al ecosistema y en el orden productivo, al obtenerse
rendimientos superiores de un cítrico sano y de superior calidad al
convencional”, subraya Leidi Conde Figueredo, directora técnica y de
desarrollo. Las principales plantaciones, ubicadas en Aljibito, en la ladera
norte de la Sierra de Cubitas, presentan un buen estado fitosanitario, gracias
a la aplicación de la tecnología orgánica, como la biofertilización agrícola y
la lucha biológica integrada, además de otras iniciativas propias de los
campesinos. Basta un ejemplo para medir el impacto económico del proyecto: si
para producir una tonelada de jugo concentrado en el Combinado Industrial de
Ceballos, en Ciego de Ávila, se necesitan 11,2 toneladas de cítrico convencional,
la misma cantidad de jugo simple se obtiene con solo procesar 2,3 de cítrico
orgánico. “Los ingresos obtenidos por concepto de exportaciones, comenta la
especialista, benefician de manera directa a los productores, oxigenan
económicamente a la entidad y permiten invertir en renglones que aseguren
estabilidad en la producción principal y poder abrir nuevos frentes de
trabajo”. SOLA NO ESTÁ TAN SOLA A los destinos habituales de las producciones
de la empresa (industria conservera, consumo social y mercado agropecuario), se
suma con carácter perspectivo el enorme reto de respaldar el desarrollo
turístico de la cayería norte y de la playa de Santa Lucía, dado el
“privilegio” geográfico de su cercanía a la zona. “En ese propósito, ratifica
Raúl Bárcenas González, su director general, hoy Sola no está sola. El país ha
puesto el empeño en que no paremos: hay que sembrar cítricos, frutales, crear
fincas integrales, recuperar la maquinaria, incrementar los sistemas de riego y
poner a funcionar nuevas minindustrias”. “La empresa, confirma el directivo,
apuesta por el desarrollo y el avance, a través de un sistema cerrado de
producción-comercialización, estratégica misión que está en manos de los
cubiteños cumplir. Si no cambiamos, y rápido, no habrá manera de corresponder a
esa gigantesca demanda que se nos viene encima”. TOMADO DE LA GRANMA DE CUBA
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