El profesor de geografía de la Universidad de Chile señaló
que además estamos frente a una sequía que se ha extendido por más del tiempo
habitual.
Francisco Ferrando la calificó como la más severa en la
historia de Chile.
UNO "Desde el 2001 ha habido una declinación fuerte de
la precipitación en la Región Metropolitana", afirmó. El profesor de
geografía de la Universidad de Chile, Francisco Ferrando, se refirió al déficit
de lluvia que afecta en Chile asegurando que, si bien en la historia de Chile
ha habido periodos similares, esta sequía es la que se ha prologado por más
tiempo por lo que dependemos 100 por ciento de los glaciares. De esta forma en
académico comentó en Lo que Queda del Día de Cooperativa un artículo publicado
en la revista Bloomberg Business en la que se aseguró que el desierto chileno
se acerca a la capital del país, indicando además que este ha sido el año más
seco desde 1966. "En la historia del país evidentemente han ocurrido
periodos de sequías de varios años, periodos en los cuales incluso se racionó
el agua en Santiago", explicó Ferrando.
Al mismo tiempo agregó que "las condiciones que están propiciando
el cambio climático, que están influyendo en el calentamiento y a partir de
ello los montos de evaporación de agua oceánica -que es la fuente de la
precipitación es que esos fenómenos- se están intensificando y prolongando más
en el tiempo". "Desde el 2001 ha habido una declinación fuerte de la
precipitación en la Región Metropolitana", informó, sin embargo, reconoció
que "esta sequía se ha prolongado más de lo que recuerdo de otras sequías
históricas y ha sido bastante severa (...) Estamos en este momento en déficit
de lluvia en Chile central del orden de 80, ochenta y tanto por ciento",
indicó. Abastecimiento de agua Ante
este déficit de lluvia, el experto aseguró que dependemos 100 por ciento de los
glaciares, sobre todo porque "prácticamente no queda nieve en la
cordillera, no ha llovido en muchos meses, las napas o aguas subterráneas
alimentadas por filtraciones han ido descendiendo, de modo que la
retroalimentación desde el agua subterránea hasta el agua superficial
prácticamente no está sucediendo". Consultado por la situación de
Salamanca e Illapel, una de las más afectadas por la sequía, el académico
aseguró que "es probable que esas ciudades en forma natural la gente ya
empiece a irse hacia otros lugares con mayor disponibilidad de agua". "Pero
evidentemente yo creo que es necesario que haya una política nacional que vaya
a advertir a todas estas personas de que esta situación se puede agravar y se
tienen buscar otras alternativas", puntualizó. En ese sentido, además
expuso como una opción que las mineras, a modo de compensación ambiental por lo
que destruyen en las montañas, se hagan cargo de desalinizar el agua para
abastecer a las zonas más afectadas. TOMADO DE COOPERTTIVA CHILE , SUGERIDO EN
ENVIO DE BOLETIN GAL
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