AUNQUE EL IMPACTO SERIA MENOR A OTROS AÑOS
La creciente lacera otra vez a pequeños productores,
malloneros y a los obrajes LADRILLOS. Oleros trasladaron lo poco que tenían a
una zona más alta.
El río comenzó a descender en comunas cercanas a la EBY pero
el avance de las aguas ya afectó a ladrilleros, pescadores y propietarios de
ganado. Similar situación se da en poblaciones de la ribera del Uruguay, como
Garaví, Garruchos y Alvear, donde esperan que también se estacione el nivel del
afluente. Varias semanas después que en los últimos dos años, la creciente otra
vez llegó. Estiman que no alcanzará a los niveles de evacuación anteriores, sin
embargo en al menos dos comunas, unas 40 familias debieron irse de sus hogares.
En tanto que, pequeños productores de diferentes localidades tuvieron que
trasladar su ganado a otros campos, al mismo tiempo que ladrilleros y
pescadores hace ya varios días que no pueden trabajar.
La isla Apipé, emplazada frente a la Entidad Binacional
Yacyretá, tanto en el 2013 como en el 2014, fue una de las comunas más
afectadas por la creciente del río Paraná. Si bien en el transcurso de la
semana volvió a subir el nivel del río, no llegaron al nivel de alerta de 3.50
metros y en las últimas horas comenzó a descender ubicándose por debajo de los
3.17 metros. “El agua ingresó en diferentes sectores pero estimamos que si
continúa la bajante, no tendremos que evacuar casas”, dijo la intendenta de
Apipé, Mónica Romero al ser consultada por El Litoral.
No obstante, señaló que debieron a asistir a algunos
damnificados, entre ellos, pequeños productores que tuvieron que sacar sus
animales de la isla Los Patos y Monte Grande. “A ellos y otros afectados se les
dio combustible, agua mineral y alimentos que enviaron desde la Entidad
Binacional”, indicó la jefa comunal, quien acotó que “tampoco ahora pueden
trabajar los ladrilleros y los pescadores”.
También pequeños productores de islas ituzaingüeñas, por
prevención, ya trasladaron su ganado. Es que saben que será muy difícil
recuperarse si, por tercer año consecutivo, tienen pérdidas.
Un panorama similar se da en Garruchos y Garaví. En el
primer caso, desde la comuna habían expresado a este diario que hasta ahora
tenían registrado unos 30 productores afectados, mientras que dos ladrillerías
quedaron bajo agua por lo que no pueden continuar trabajando.
Mientras que en el
segundo, también autoridades municipales alertaron que, entre pequeños y
medianos, hay unos 60 productores que
trasladaron su ganado a otras zonas más altas.
“Se solicitó al Plan Ganadero Provincial que venga a
realizar un relevamiento para que ni bien comiencen a bajar las aguas se pueda
comenzar a asistir a los productores con alimento para los animales, caso
contrario, entre la falta de pasto y las bajas temperaturas, se irán
incrementando las pérdidas”, indicó el viceintendente de Garaví, Paulino
Cabrera, en diálogo con El Litoral.
Por su parte, el intendente de Alvear Omar Barros también
señaló a este diario que si bien estimaban que no llegarían al nivel de
evacuación, varios productores trasladaron su hacienda a otros sectores que no
están anegados. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES ar
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