lunes, 25 de enero de 2016

LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

 Lo que deben hacer las ciudades del país para enfrentar el cambio climático
FOTOS COLPRENSA La región amazónica está en peligro por la deforestación y la minería ilegal. Los compromisos para enfrentar el cambio climático en Colombia no será asumidos solo por el Gobierno. Alcaldes y secretarios de ambiente también deben formular nuevas políticas.
Los retos trascendentales en materia ambiental para 2016 del país son: renovar los planes de ordenamiento territorial de 916 municipios, aterrizar los acuerdos de la Cumbre de Cambio Climático (COP 21) y preservar la diversidad donde operan grupos al margen de la ley. Y eso no solo debe hacerlo el Gobierno Nacional. Los nuevos alcaldes y gobernadores también tienen la tarea de renovar planes de ordenamiento territoriales acordes con los lineamientos ambientales del Gobierno y
de las Corporaciones Autónomas Regionales.
Para Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Ambiente y profesor de la Universidad de Los Andes, “la reestructuración de los POT será clave; tienen que ser elaborados a partir de condiciones ambientales muy claras, no se puede continuar expidiendo POT que permitan la urbanización en zonas vulnerables. Reorientarlos será clave”.
El Departamento Nacional de Planeación (DNP) señala que el 52 por ciento de la población urbana en el país “se encuentra en áreas con escasez de oferta hídrica”. De esta, el 33 por ciento, agrega el informe, “está en riesgo de ser afectada por deslizamiento y el 48 por
ciento por inundaciones”. Con el fenómeno de El Niño la situación se puede agravar.
El país también está en deuda de formular nuevos esquemas de Ordenamiento Territorial (EOT), para municipios con menos de 30.000 habitantes; Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (Pbot) para municipios entre 30.000 y 100.000 habitantes; Planes de Ordenamiento Territorial (POT) en municipios de más de 100.000 habitantes, y Planes de Ordenamiento Departamental (POD).
“Otro tema muy importante es el del cambio climático. Los compromisos que ha adquirido Colombia en París deben verse reflejados en los planes de alcaldías y gobernaciones. No se puede olvidar que el país fijó unos objetivos de desarrollo sostenible en Naciones Unidas, desde 2016 hasta 2030”, agregó.
Entretanto, Gonzalo Andrade, profesor de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, destacó que quienes están ocupando los puestos en las secretarías de ambiente del país los nombran solo para que hagan la tarea. “No están eligiendo personas que tengan un perfil técnico. Los alcaldes hacen eso porque cuando uno es técnico la ética está por encima de cualquier cosa, entonces a uno le pueden pedir acabar con una reserva. En ese caso, el técnico no haría eso argumentando, por ejemplo, que es un sitio de especies, pero cuando se nombra gente por otros intereses acabar con la reserva es un trámite. Como no hay una visión técnica de la problemática ambiental de las ciudades, pues simplemente avalan lo que les pidan”, dijo .
¿CÓMO SE EXPANDIRÁ BOGOTÁ? La administración de Enrique Peñalosa prometió 200 kilómetros de senderos y parques para preservar el medio ambiente de Bogotá. Sin embargo, los ambientalistas han advertido que un nuevo POT podría permitirle al alcalde urbanizar periferias de la ciudad, como en el norte, donde se encuentra la reserva Thomas van der Hammen, que tiene 1.395 hectáreas de reserva forestal. La idea de urbanizar Bogotá teniendo en cuenta el desarrollo de los municipios vecinos como Mosquera y Chía sin duda generará debates ambientales. Mientras se define cómo expandir la ciudad, la Alcaldía también deberá trabajar en la descontaminación del río Bogotá y la construcción de nuevas avenidas sin afectar el medio ambiente.
El encargado de asumir estos retos será Francisco Cruz Prada, nuevo secretario de Ambiente. Es abogado y geólogo. Experto en medio ambiente con más de 20 años de trayectoria. Fue director de evaluación y seguimiento ambiental de la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR). Allí estuvo al frente de proyectos relacionados con Bogotá, como el control ambiental del relleno sanitario Doña Juana, los vertimientos del río Bogotá y la minería ilegal. Un debate que está por darse es la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), en donde existen tres humedales: Capellanía, Tibabuyes y La Conejera. Peñalosa ha argumentado que este proyecto es clave para “desembotellar” las localidades más pobladas de Bogotá: Suba, Engativá, Bosa, Kennedy y Fontibón, para las que plantea construir un circuito ambiental de 100 kilómetros, desde la zona rural de Bosa hasta los límites del municipio de Chía, ubicado al norte de Bogotá. En el oriente habrá un sendero de 82 kilómetros en los cerros, desde la localidad de Usme, en el sur de la ciudad, hasta la reserva Thomas van der Hammen. Este gran circuito ambiental solo tendrá sentido si se cumple con la descontaminación del río Bogotá. Descontaminarlo cuesta 9,3 billones de pesos, que deberán ser girados por la Nación, la Alcaldía de Bogotá y 46 municipios de Cundinamarca.
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MARÍA VICTORIA CORREA ESCOBAR Soy periodista y candidata a máster en Humanidades. Me gusta el periodismo que se hace caminando. El Chocó, la infraestructura y el vallenato son mi ruta.

SANTIAGO VALENZUELA  Reportero. Creo, como Rainer Werner Fassbinder , que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”. TOMADO DE EL COLOMBIANO 

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