Estudio confirma elevada contaminación del Poopó
Medio Ambiente Una canoa junto al lago Poopó sin
agua. | José Rocha
ANF Un
estudio divulgado por los investigadores Diego Andreucci y Helga Gruberg
confirma la contaminación de las aguas que restan del lago Poopó en niveles que
superan los límites permisibles, debido a la actividad minera en la zona.
El lago “recibe una carga de metales pesados muy por encima
de límites permisibles: se vierten diariamente 39 kilos de cadmio, 3.969 de
zinc, 821 de arsénico y 73 de plomo. Estos son valores altísimos”, señala el
estudio.
Asimismo, la investigación determina que los
metales pesados en las aguas restantes del lago, que sufre una severa sequía,
contaminan las plantas y el ganado, reduciendo la productividad de los cultivos
y generando muertes y malformaciones entre los animales. Recientemente, se
comprobó que el Poopó prácticamente ha desaparecido.
El estudio fue publicado por el Centro Latino Americano de
Ecología Social (Claes).
Andreucci es investigador en el Instituto de Ciencia y
Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (España) y miembro
de la Red Europea de Ecología Política, mientras Gruberg es ingeniera ambiental
con maestría en ciencias del desarrollo y la innovación rural de la Universidad
de Wageningen (Países Bajos).
Esos minerales “generan problemas de salud en los comunarios
que usan el agua para cocinar o lavarse. En nuestra investigación, hasta
encontramos que niños de una escuela consumían agua de un río altamente
contaminado”, señala el trabajo.
Proyesctos retrasados
Por otro lado, los investigadores observaron dificultades y
retrasos en la implementación de los planes de mejora ambiental.
Andreucchi y Gruberg advirtieron que las empresas mineras
aprovechan la debilidad de normas ambiental y social.
En el caso de los “emprendimientos mineros que son
formalmente cooperativas, y por lo tanto se presentan como diferentes a las
empresas convencionales, (igual) actúan sistemáticamente violando las normas
socioambientales y se resisten activamente a los controles del Estado”,
manifiesta el documento.
Incluso, según el estudio, las empresas estatales, como la
minera Huanuni, se encuentran entre los principales contaminadores detectados.
Ahora, “cuando se cumplen formalmente con normas
ambientales, (tampoco) no se puede asegurar una reducción en los impactos (…)
por todas estas razones, la minería en Bolivia, sigue sumida en la
irresponsabilidad social y ambiental”, apunta el estudio.
Tomado de los tiempos de Bolivia
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