domingo, 19 de junio de 2016

TALAN 2200 ARBOLES URBANOS EN ANTIOQUIA COLOMBIA

 2.200 árboles talados: el costo ambiental de valorización
Unas 3341 talas y 729 transplantes han sido solicitadas por el Fonvalmed desde el 2010. La Mesa Ambiental cuestiona el balance y pide mayor seguimiento por parte de las autoridades. FOTO EDWIN BUSTAMANTE ÁLEX ESTEBAN MARTÍNEZ HENAO
6.270 árboles deberán ser sembrados como compensación de las 13 obras finalizadas de valorización.
La ampliación de viejas vías y la construcción de unas calles nuevas para el Proyecto de Valorización tiene un costo que todos conocemos: 701.452 millones de pesos, de los cuales 458.362 fueron distribuidos entre los propietarios del área de influencia.
Pero las 23 obras viales, de las que han sido entregadas 14 y 5 más se encuentran en ejecución, acarrean un costo adicional por el que muchos se han opuesto a las obras: el ambiental.
El impacto
Una de las maneras para medir las consecuencias ambientales de la construcción de pasos a desnivel, segundos carriles, prolongaciones de vías y demás obras civiles, es el número de árboles talados.
Datos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) indican que desde el 2010, año en la que empezaron los trabajos, hasta la fecha se ha solicitado un total de 3341 talas en el área de influencia en de las obras de valorización. A esa cifra se le suma la solicitudes de trasplantes, que ascienden a un total de 729. De las talas solicitadas, fueron autorizadas 2214, mientras que se autorizaron 494 trasplantes.
El Amva explica que “Por norma el titular de un proyecto al que se le otorga un permiso de aprovechamiento forestal de árboles aislados, debe compensar las afectaciones ambientales generadas por los tratamientos silviculturales autorizados”. Por esto, los contratistas de valorización debieron reponer 6270 árboles, tras las talas que les fueron permitidas.
La autoridad ambiental añadió que dependiendo de las características del proyecto y de la disponibilidad de zonas verdes en sus inmediaciones, “se exige como mínimo que el 60 % de la siembras por compensación se realicen en área de influencia directa del proyecto”.
El 40 % restante “se recomienda establecer en espacio público del municipio en el que se encuentra ubicado el proyecto, siempre y cuando, tenga el permiso del ente territorial respectivo. El plan de compensación debe estar previamente aprobado por la entidad (el Amva), antes de su ejecución”.
¿Por qué se taló?
De acuerdo con el Fondo de Valorización del Municipio de Medellín (Fonvalmed), algunos de los motivos por los cuales se ha solicitado la tala de un árbol van desde que, como es apenas natural, se encuentran en zonas de intervención de las obras civiles hasta que los árboles “evidencian inadecuadas prácticas de manejo silvicultural como podas incorrectas, descope, podas que no han cicatrizado correctamente, convirtiéndose en focos de infección y pudrición, pérdida de la estructura de la copa, tallos ramificados y sistema radicular expuesto”. Del mismo modo, se han solicitado talas porque los árboles “se encuentran en regular estado fitosanitario y estructural, evidenciado en la presencia de daños y heridas en los tallos, copas descompensados, tallos ramificados y raíces expuestas”.
En igual sentido que lo expresado por el Área Metropolitana, otros de los motivos por los cuales se solicita y autoriza cortar un árbol, es por el riesgo que representa para los vecinos, transeúntes y trabajadores, como el volcamiento. Esto se debe a hay árboles que no crean una estructura radicular lo suficientemente fuerte como para sostener su peso y soportar los vientos fuertes, propios de la temporada de lluvias.
Además, “porque son árboles inapropiados para la zona (leucaenas, ficus, eucaliptos) y pueden ser reemplazados por algunos más adecuados”.
¿Qué es lo adecuado?
Ondequera (Cassearia corymbosa), comino (Aniba perutilis), guayabillo (Terminalia oblonga), palma escoba (Chrysophila Kalbreyeri) arrayán (Adenaria floribunda), marañón (Anacardium occidentale) son algunas de las especies escogidas por los ingenieros forestales del Fonvalmed y el Amva para los diseños paisajísticos y la compensación arbórea en las obras del proyecto.
De acuerdo con el Fondo, los criterios para escoger los árboles están determinados por su tamaño (que sea adecuado para las áreas de los alcorques, unos hoyos al pie de las plantas para detener el agua en los riegos), además que no representen un riesgo para los transeúntes, derivados de los frutos tóxicos o flores resbalosas.
Además, que se cuente con flores atractivas y frutos comestibles para los pájaros y mariposas, además de que las raíces no generen riesgo o daño a los andenes y vías.
¿Quién hace el seguimiento?
Para José Fernando Álvarez, integrante de la Mesa Ambiental de El Poblado, el balance en materia verde de valorización es negativo. Para él, es indispensable que las autoridades le hagan un seguimiento a las plantas sembradas en el componente paisajístico de las obras. En este sentido se expresó Mónica Rivera, una transeúnte de la Superior con El Tesoro. Además del malestar permanente por el resultado en movilidad de la obra, el muro verde que se construyó está muy deteriorado. “A esas maticas les dio el poniente durante meses y nadie hizo nada”, dijo. Es por ello por lo que hoy, una buena parte de ese muro se encuentra marchita.
Ante esto, el Fonvalmed sostiene que dentro de las funciones del interventor de la obra se encuentra este seguimiento. “Cada obra tiene un interventor que debe hacer control a estas actividades y entregar los respectivos informes al Fonvalmed con la descripción de las acciones realizadas”.
Pero el trabajo no termina allí. La entidad asegura que cuenta con un equipo ambiental que le hace seguimiento a la obra, aún después de terminada. “Asimismo, Fonvalmed presenta ante el Área Metropolitana informes de las actividades silviculturales de cada obra”, explicó el Fondo.
Ante las dudas por la calidad de la compensación en el tiempo, el Fonvalmed sostiene que “Los contratistas deben cumplir con la siembra exitosa del árbol y en caso de que no se dé, debe reemplazarlo”.
“No es cuestión de números”
Para José Fernado Álvarez, la presencia de árboles en mal estado es una muestra de la necesidad de hacer un acompañamiento constante a la compensación. Para él, la compensación no se debe medir en términos de árboles plantados contra árboles talados, sino también de la pertinencia de las plantas en el nuevo entorno, para que absorban una cantidad de aire similar o superior a la que dejaron los árboles que fueron removidos.

Álvarez indicó que es preocupante que se esté haciendo la compensación con palmas que, a su juicio, no tienen la capacidad de absorción y solicitó una intervención del Área Metropolitana para monitorear el proceso – TOMADO DE EL COLOMBIANO 

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