Los vecinos piden más
control
Consideran que hay espacios descuidados y también cuestionan
la poda de árboles
Los vecinos de la Capital utilizan mucho los espacios
verdes, como los grandes parques, pero también aprovechan plazas y hasta
jardines. Desde el punto de vista ambiental, estas áreas verdes cumplen,
juntamente con el arbolado público y los jardines privados, la función de ser
los pulmones
de la ciudad. FOTO LPM B BELGRANO
En una ciudad, con la contaminación atmosférica (ruido y smog),
todos los espacios verdes no son suficientes para asegurar una buena calidad de
aire, según lo recomendado por ONU Hábitat, que son los 10 m2/hab.
Manuela García es una vecina que corre todas las mañanas en
el parque Tres de Febrero. "Lamentablemente, el sector del Lago Regatas
(desde Dorrego hasta donde empieza el lago) que es la zona roja de los
travestis, por lo general está llena de preservativos. El resto está muy bien
mantenido. El Rosedal está impecable y lo disfruto muchísimo cuando termino de
correr, para elongar. Ese lugar es mágico", dijo la mujer, que vive en
Palermo.
"Como dueña de un perro, me encantaría tener más
caniles. Intento no llevarla a la plaza, porque, a pesar uso una bolsita para
las heces, no me gusta que haga pis donde luego alguien se va a sentar, creo
que si hubiese más caniles eso se solucionaría", agregó García.
Patricia González vive en Boedo y no tiene cerca un espacio
verde generoso. "Una de las dos plazas que tengo cerca la copan los
vecinos con perros; los adoro, pero me doy cuenta de que eso no está bien. La
otra, con poca luz, se torna bastante insegura. Y a los árboles que hay en la
zona los están destrozando. La semana pasada me asusté porque observé en mi
ventana a un operario que tenía una sierra. Estaba parado sobre los cables de
luz, cortando las ramas de los árboles que antes me daban un poco de privacidad
y resguardo del sol en verano. Los podan mal, porque les quitan el
equilibrio."
Mariano Aznarez vivió en Almagro y recuerda sus días en el
parque Rivadavia o en el Centenario. "La placita de Almagro era más
familiar y muy chiquita. Aparte ahí se caían ramas de los árboles a lo
loco", comentó. TOMADO DE LA NACION DE AR
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