viernes, 1 de julio de 2016

ALGO , AMBIENTAL, ESTA CAMBIANDO

Algo (ambiental) está cambiando POR RAMIRO VELASQUES GOMEZ 
La conciencia ambiental que crece en todo el planeta, pese a la férrea oposición de quienes solo ven en el cemento y el desperdicio de los recursos naturales la mejor opción de vida, hace pensar que el mundo está cambiando y para bien, aunque haya resistencia y no sea igual en todos los países, como en el nuestro, donde las decisiones ambientales son tan ambiguas.
¿El optimismo? Por las noticias que llegan de distintas partes. Veamos.
En Estados Unidos ha caído la solicitud de licencias de conducción, descenso que tiene que ver con las nuevas generaciones. Los milenial, están usando menos el auto, caminando y montando más en bicicleta. Compran, también, menos autos.
En Austin, Texas, por ejemplo, se construye una torre de apartamentos de 30 pisos. ¿La novedad? No tiene ni un solo parqueadero, algo que horrorizaría, por ejemplo, a casi todos los residentes de Medellín.
Hay 93 ciudades de Estados Unidos que han eliminado o consideran eliminar los requerimientos de parqueaderos con la idea de que al no haber se use menos el auto.
Noruega es fuente de buenas noticias. No solo persigue tener carbono neutro en 2030 sino que a 2025 no podrá haber en circulación ningún auto movido con combustibles fósiles.
Nueva York adoptó asimismo carbono cero a 2050.
Y en la bahía de San Francisco rige un impuesto de 12 dólares anuales a cada propiedad para construir obras con miras al aumento en el nivel del mar, que es inevitable.
Todo esto mientras las energías renovables suman. En 2015 se agregaron 147 gigavatios de energía limpia, casi el equivalente a todas las formas de energía de África.
Y aunque ese tema tiene de largo como de ancho, muestra la nueva ruta.
Hoy en el planeta ruedan 1.260.000 carros eléctricos, poco frente a los 1.000 millones de vehículos con combustibles fósiles, pero la ecuación va cambiando.
La otra buena noticia la produjo una corte de Massachusetts: les dio la razón a los ambientalistas que demandaron al Estado por no haberse fijado metas claras de reducción de carbono como manda una ley.
Aumenta la concentración de CO2 en el aire y los científicos acaban de publicar que ya no queda un solo lugar prístino en la Tierra: todo ha sido tocado por los humanos, y modificado en gran parte. Pero a la vez hay esperanzas.
No podemos desistir. La idea va calando.

TOMADO DE EL COLOMBIANO 

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