lunes, 28 de noviembre de 2016

PATRIMONIO CULTURAL EN EL SUR DE BUENOS AIRES

. La lucha por el patrimonio arquitectónico se multiplica en el sur del conurbano
Unas 5000 familias en Lomas de Zamora, Banfield y Temperley se movilizan por las redes sociales para defender viviendas históricas a las que se quiere demoler
Virginia Mejía Villa Grampa, en Suárez y José María Paz, Temperley. Foto: Santiago Cichero / AFV
La lucha por conservar el patrimonio trascendió las fronteras de la Capital Federal y llegó al sur del conurbano bonaerense, donde la asociación civil Fuenteovejuna custodia tesoros arquitectónicos de los barrios "ingleses" de Lomas de Zamora, Banfield y Temperley. Se trata de unas 5000 familias congregadas de forma espontánea a través de redes sociales para hacer oír su voz contra la construcción indiscriminada de torres y el avance sobre los espacios verdes. Temen que el boominmobiliario afecte parques con árboles centenarios, calles empedradas, iglesias, chalets estilo Tudor, colegios y clubes tradicionales, petits hôtels y antiguas casas de campo junto a las vías del ferrocarril.
"Somos una asociación conformada por vecinos comunes, que trabajamos y estamos ocupados, pero que en el poco tiempo libre disponible nos dedicamos a realizar asambleas, poner pasacalles e informar a la prensa sobre cuestiones que tienen que ver con preservar el barrio donde vivimos. Acá nadie cobra por hacer esto. Cualquiera que tenga algo que reclamar lo puede hacer a través de nuestro Facebook: https://es-la.facebook.com/FuenteovejunaVecinosDeLomasDeZamora", explicó Ernesto, un comerciante de Banfield, donde frecuentemente realizan protestas contra lo que llaman "zona de altura liberada", es decir, el corredor conformado por las avenidas Valentín Alsina, Almirante Brown
e Hipólito Yrigoyen, con casas bajas a punto de ser demolidas o que sobreviven escondidas en medio de los edificios.
Al igual que la obra teatral del Siglo de Oro español Fuenteovejuna, donde los habitantes del pueblo se unen para luchar contra el atropello de las autoridades, los miembros de la ONG comenzaron a agruparse en 1997 para protestar contra la instalación de un hipermercado en Banfield. En 2000 se opusieron a la construcción de una universidad en un sitio donde no estaba permitido y, dos años más tarde, lograron que declarar de interés municipal las calles adoquinadas del partido.
Hace un año exigieron que el municipio de Lomas de Zamora realizara un convenio con arquitectos especialistas en conservación de la UBA y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, Icomos, para identificar las obras y los paisajes que ameritaban ser conservados.
El fin del listado era redactar una ordenanza preventiva que limitara la demolición y las nuevas obras en esos barrios, pero la entidad aún no obtuvo los resultados del informe: "Nos preocupa que no nos hayan entregado el estudio solicitado. Mientras tanto, se pierden obras y se degradan barrios día tras día", advirtió Alejandra, una ingeniera agrónoma que trabaja para la asociación.
Según los vecinos, los funcionarios no reglamentan la conservación ni el mantenimiento de las joyas de los barrios creadas por reconocidos arquitectos. El código urbano, con 40 años de antigüedad, es obsoleto, explicaron. "El boom inmobiliario de Lomas de Zamora de estos últimos 10 años, con torres de hasta 30 pisos entre medianeras, cientos de árboles talados, violando las leyes vigentes, y poca o nula planificación urbana, viene depredando estos recursos en forma alarmante", explicó la vecina.
Para defender los derechos ambientales, Fuenteovejuna también participa de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Y realizan distintos proyectos con la Fundación Poder Ciudadano.
El sur del conurbano suele asociarse prejuiciosamente con una región perimetral, de grandes concentraciones urbanas con escasos o nulos valores urbanísticos, históricos o ambientales. Sin embargo, Lomas de Zamora es el municipio de la provincia con más monumentos históricos nacionales declarados. Cuenta con obras y paisajes únicos, como los del barrio inglés. Entre calles adoquinadas y densamente arboladas, se descubren los chalets estilo Tudor; clubes históricos, como el Lomas Athletic o el Temperley Lawn Tennis; colegios como Barker o St. Albans, e iglesias y obras de la Belle Époque.
Algunos de los arquitectos famosos que han dejado su obra en el sur son Alejandro Bustillo, Walter Bassett-Smith, Thomas Edward Collcutt, James Smith, Medhurst Thomas, Louis Newbery Thomas, Frances Farmer, Paul Bell Chambers y Mario Roberto Álvarez.
En cuanto a los espacios verdes, se pueden apreciar quintas de personajes históricos como Nicolás Avellaneda, Pablo Ricchieri y Esteban Adrogué. "Algunas quintas están en venta y sus casas tienen proyecto de demolición. Es una pena, ya que definen la identidad del barrio. No nos vamos a callar", afirmó María Carmen, especialista en recursos humanos también miembro del grupo.
En el caso de Temperley, está considerada un área de creciente interés inmobiliario y, por lo tanto, en peligro. "Estamos a 25 kilómetros de la Capital y vemos cómo ya no se puede estacionar, se llenó todo de edificios. No queremos que pase en Temperley lo que ya sucedió en Lomas de Zamora", dijeron los miembros de la ONG del sur del Gran Buenos Aires, que se une así a la lucha por el patrimonio que realizan asociaciones como Defendamos La Plata y de la Capital Federal como SOS Caballito, Basta de Demoler, el Observatorio del Derecho y la Fundación Ciudad, entre otras.

Tomado de la nación de ar 

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