viernes, 27 de enero de 2017

CÁMARA DE COMERCIO INTERNACIONAL CONSIGUE VOZ EN LA NACIONES UNIDAS

 LA MAYOR ASOCIACIÓN DE NEGOCIOS DEL MUNDO OBTIENE VOZ DIRECTA EN LA TOMA DE DECISIONES DE LA ONU
En una histórica resolución sin precedentes, la Sexta Comisión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le otorgó estatus de observador a la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por su sigla en inglés). La resolución, presentada por Francia, Albania, Colombia, Holanda y Túnez, y adoptada durante el 71º período de sesiones de la Asamblea General, posiciona a la ICC como observador a partir de 1 de enero de 2017.
Por primera vez, la Sexta Comisión (dedicada al examen de las cuestiones jurídicas) de la Asamblea General de la ONU aprobó a una organización empresarial como observador. Hasta el momento, la lista actual de Estados no miembros, entidades y organizaciones con estatuto de observadores se limitaba principalmente a Estados no miembros, como la Santa Sede y el Estado de Palestina, y organizaciones intergubernamentales como la Unión Africana y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil no figuran en la lista.
La solicitud de incluir en el orden del día provisional del 67º período de sesiones de la Asamblea General el tema "Estatuto de observador de la ICC en la Asamblea General" se hizo en 2012 en una carta dirigida a la ONU por el Representante Permanente de Francia. En ese momento, la Asamblea General decidió aplazar la decisión a su 68º período de sesiones y, un año después, la Asamblea General volvió a someterla a su 69º período de sesiones. En esta sesión de 2014, la Asamblea General debatió un posible estatuto de observador para la ICC, pero no se llegó a un acuerdo entre los Estados miembros de la ONU. Así, la propia Francia sugirió poner fin a la discusión y negociar una resolución en una etapa posterior. En setiembre de 2016, el Representante Permanente de Francia presentó nuevamente una carta a la ONU con la solicitud de incluir el tema sobre la condición de observador de la ICC en la agenda del 71º período de sesiones de la Asamblea General.
El Representante Permanente de Francia justificó esta solicitud de la manera siguiente: "El sector privado puede aportar recursos clave al conocimiento, la experiencia, el acceso y el alcance -que a menudo son cruciales para avanzar en los Objetivos de las Naciones Unidas. [...] El otorgamiento de la condición de observador permanente a la ICC en la Asamblea General fortalecerá las relaciones entre la ONU, sus Estados Miembros y la comunidad empresarial mundial y seguirá mejorando los modelos inclusivos de cooperación existentes. La solicitud de la ICC para obtener el estatus de observador y representar puntos de vista de negocios en la Asamblea General es parte de la histórica misión de fomentar la paz y la prosperidad a través del comercio mundial".
El proyecto de resolución había sido propuesto inicialmente por el representante de Francia ante el Comité el 11 de octubre de 2016. El proyecto revisado estipulaba que la concesión de ese estatuto no establecería un precedente ni modificaría los criterios existentes para la condición de observador.
En ese sentido, el representante de Venezuela subrayó la importancia de seguir los criterios establecidos para la concesión de la condición de observador, señalando asimismo que el proyecto de resolución destacaba el "carácter excepcional" de la ICC. El representante de la Federación de Rusia hizo hincapié en que la solicitud no podía utilizarse como precedente e instó a las delegaciones a seguir respetando los criterios de la Asamblea General para las organizaciones internacionales que deseaban ser observadoras.
Según la ICC, además de Francia, también apoyaron la resolución otros 22 Estados miembros de la ONU. Se aprobó sin votación el 11 de noviembre de 2016.
En respuesta a este logro, el Presidente de la ICC, Sunil Bharti Mittal, declaró:
"Estamos dispuestos a garantizar que el sector privado desempeñe plenamente un papel en el cumplimiento de la ambiciosa Agenda 2030. Es un gran honor para la ICC el otorgamiento de la condición de observador en la Asamblea General de la ONU. [...] Dada la complejidad de los desafíos mundiales actuales, es vital que las empresas tengan una voz clara en la toma de decisiones de la ONU. Esperamos poder utilizar esta plataforma única para desplegar plenamente los recursos, experiencia y conocimientos de los negocios mundiales en la labor de la Asamblea General".
Desde 1946, la ICC ha tenido un estatus consultivo de alto nivel ante la ONU. Con la condición de observador tiene mayor acceso a las reuniones y a la documentación de la Asamblea General.
Con 6,5 millones de empresas miembros en más de 130 países, la ICC es la organización empresarial más grande del mundo. Representa en particular los intereses de las empresas que participan en negocios internacionales.
Muchas organizaciones de la sociedad civil critican que las posiciones y las recomendaciones políticas de la ICC a menudo estén en profunda contradicción con los estándares sociales, ambientales y de derechos humanos.
En relación al comercio y la inversión: La ICC solicita regularmente a los gobiernos que mantengan y fortalezcan los acuerdos de protección y promoción de las inversiones, incluidas las fuertes disposiciones de solución de controversias inversionista-Estado para asegurar que los inversionistas tengan acceso directo a la solución de controversias y compensación financiera.
En derechos humanos: La ICC se opone firmemente a cualquier instrumento internacional jurídicamente vinculante para regular, en el derecho internacional de los derechos humanos, las actividades de las empresas transnacionales.
Sobre el cambio climático: La ICC apoya los intereses de las grandes corporaciones transnacionales de petróleo, gas y energía. En sus declaraciones, insiste en que los gobiernos deben mantener abiertas todas las opciones de energía, incluidos los combustibles convencionales como el carbón, el gas, el petróleo y la energía nuclear.
La concesión de la condición de observador a la Cámara de Comercio Internacional podría fortalecer aún más el poder de las grandes empresas y acentuar el desequilibrio entre los intereses corporativos y la sociedad civil en la política mundial.
Por Svenja Brunkhorst y Jens Martens.
Fuente: Global Policy Forum (GPF).

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