Primer informe de la OPS sobre las hepatitis en el
continente americano
El primer informe de
la Organización Panamericana de la Salud (OPS) acerca de las hepatitis virales
revela la enorme escala de esta epidemia silenciosa en el continente americano
y aboga por una respuesta organizada en los países de la región para prevenir,
detectar y tratar a quienes lo necesitan.
El nuevo reporte Las hepatitis B y C bajo la lupa. La
respuesta de salud pública en la Región de las Américas 2016, estima que unos
2,8 millones de personas presentan la infección crónica por el virus de la
hepatitis B y unas 7,2 millones, por la hepatitis C. De estos últimos, 3 de
cada 4 no saben que tienen la infección, la que puede derivar en cirrosis,
cáncer hepático e incluso la muerte si no es tratada a tiempo.
"Las hepatitis son una epidemia silenciosa debido a que
las personas que las padecen no presentan síntomas hasta que hay daños en el
hígado y a que la carga de la enfermedad no había sido reconocida del
todo", señaló Massimo Ghidinelli, jefe de la unidad de VIH, Hepatitis,
Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OPS/OMS. "Con este
informe empezamos a visibilizar la situación de la enfermedad en la región y
aportamos una herramienta para que los países puedan tomar decisiones
informadas que guíen sus políticas en este tema, sobre todo hoy que existen
intervenciones para la prevención de la hepatitis B y la cura de la hepatitis
C", indicó Ghidinelli.
Se calcula que las hepatitis B y C causan alrededor de
125.000 muertes cada año, más fallecimientos que la tuberculosis y la infección
por el VIH en su conjunto. El informe muestra que de las 7,2 millones de
personas que viven con hepatitis C crónica en la región, solo 300.000 reciben
tratamiento, es decir, el 4%. Además, se estima que cada año cerca de 65.000
personas se infectan con la hepatitis C. A pesar de que los nuevos tratamientos
disponibles tienen el potencial de curar a cerca del 90% de las personas
infectadas con hepatitis C, y de reducir el riesgo de muerte por cáncer de
hígado o cirrosis, por su alto costo aún no son accesibles a todos, y solo 19
países los financian, señala el reporte.
La hepatitis B puede transmitirse de madre a hijo en el
momento del parto, entre otras vías. Pero la vacunación a todos los recién
nacidos puede prevenir la infección en el 95% de los casos, además de proteger
a las futuras generaciones de contraer esta infección a lo largo de su vida.
Según el informe de la OPS, todos los países de la región vacunan a los niños
menores de un año contra la hepatitis B, pero el 31% no lo hace dentro de las
primeras 24 horas de nacidos como recomienda la OMS.
El reporte también devela que en 2014, 15 países en la
región realizaron aproximadamente 18.100 trasplantes hepáticos. Sin embargo, la
gran mayoría de ellos, el 82%, se realizaron en Estados Unidos.
En 2015, los ministros de Salud de las Américas acordaron
una serie de medidas para prevenir y controlar la infección por las hepatitis
virales incluidas en el Plan Regional de la OPS para las Hepatitis Virales
2015-2019, haciendo hincapié en las hepatitis B y C. El mundo busca terminar
con las hepatitis como problema de salud pública para 2030. Entre otras
acciones, el Plan propone que los países formulen planes nacionales, extiendan
la vacunación contra la hepatitis B a todos los niños menores de un año y a
grupos de población de alto riesgo y vulnerables; lleven a cabo campañas de
información y busquen opciones para ampliar el acceso a los medicamentos. Tomado
de envio de asi somos de cor ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario