martes, 24 de enero de 2017

RESTAURANDO LA FAUNA EN CORRIENTES ARGENTINA

 TRAS MÁS DE 60 AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE POBLACIONES ANIMALES
Jorge Peña, desde España al Iberá para devolverle a Corrientes su fauna extinta
 Jorge Peña, es el veterinario a cargo de la restauración del yaguareté en los Esteros del Iberá. Foto
gentileza
Bajo la gran misión del proyecto de restauración de especies, se encuentra un  equipo de profesionales que todos los días trabaja  por la esperanza de que los animales que se extinguieron en la provincia regresen a su hábitat. En esta nota, la historia de un veterinario español parte del grupo inédito encargado de la restauración del yaguareté.
Por Melisa Vega (_melijota)
Inmerso en el centro del Parque Provincial San Cayetano, entre un concierto de chicharras y el barullo de la gente que celebraba la llegada de un nuevo yaguareté a la provincia, Jorge Peña, un veterinario oriundo de Madrid, capital española, se sienta a conversar con ellitoral.com.ar y contar su experiencia en el trabajo con los animales de la región en un espacio al que considera "único" a niver de preservación.
Jorge, es especialista en fauna silvestre y arribó  hace cuatro años a la provincia para ser parte de una misión del cual dice estar enamorado: devolver a Corrientes su fauna desaparecida hace más de 60 años.
“Llegué a Corrientes porque necesitaban a un veterinario con experiencia en fauna silvestre y yo había trabajado ocho años en un zoológico urbano de Madrid. Cuando conocí al grupo humano que trabajaba acá me quedé encantado con ellos y automáticamente me sentí a gusto”, comentó entusiasmado. Jorge tiene 37 años y actualmente  es el veterinario clínico a cargo la reintroducción del yaguareté en los Esteros del Iberá, un proyecto ideado The Conservation Land Trust (CLT)  al que considera “un reto” y el cual lo mantendrá unos años más en el país, “quizás tres, cinco, diez o veinte”.
De Madrid a Corrientes existe una distancia de más de 9 mil kilómetros y aunque reconozca que muchas veces extraña su país, su gente, su cultura entiende que ama demasiado su trabajo como para abandonarlo y marcharse. Trabaja con un grupo al que considera “plural y diverso” y con quienes supo sentirse como en familia: “Estamos en convivencia diaria durante los siete días de la semana, lógicamente hay veces que nos tenemos que alejar un poco y vaciar la cabeza, pero es una relación muy fácil y linda, lo que me hace entender que no he vivido un choque cultural muy fuerte”, explicó.
El reto de trabajar con animales de la zona
Ante la pregunta de las sensaciones y lo que significa trabajar con especies propias de la región, Jorge no titubeó en expresar el amor a lo que hace: “Es un proyecto del que estoy realmente enamorado pero también entiendo que es una gran responsabilidad, hay que cuidar cada detalle. Siento que la institución confía mucho en mí”, afirmó.
De su labor con los animales de la zona contó que tuvieron que empezar de cero, armar el proyecto y equiparse para tratar con las especiales donde cada uno significaría un reto particular: “Tuvimos que mover tapires  de más de 200 kilos,  guacamayos que son muy delicados  o los pecaríes que son animales que andan en grupos, entonce había que respetarlos y trabajar cuidadosamente con ellos”, dijo.
Explicó que el trabajo específico con el yaguareté es muy complejo y requiere de un equipo multidisciplinar, donde hay ecólogos, sociólogos, biólogos, veterinarios:  “Es un proyecto muy lindo porque cada especie tiene sus particularidades. No hay en el mundo un proyecto parecido y eso lo hace muy atractivo”, relató.
Según informó, el proyecto ideado en los Esteros es pionero en el número de especies con los que trabaja y en el objetivo que persigue. Además, expresó que a su parecer no existen espacios tan conservados como las 700 mil hectáreas de los Esteros del Iberá.
La esperanza de que el yaguareté vuelva a Corrientes
Jorge es el médico veterinario a cargo del trabajo de reintroducción del yaguareté, es quien los cuida y anestesia cada vez que es necesario realizarle algún chequeo sanitario. Asumió que es una iniciativa que recién empieza y que después de conseguir la primera camada de cachorros  empezaría el reto de “reintroducir animales aptos para vivir en libertad sin que esto suponga un peligro para nadie”.
En el caso concreto de Chiqui el veterinario reveló que es un proceso “muy vigilado en cada detalle” y que en una primera instancia evaluarán su capacidad de reproducción a través de una extracción de semen,  dato muy importante para conocer la calidad y garantizar el éxito reproductivo. Luego el yaguareté viajará al Centro de Cría ubicado en la estación de San Alonso para encontrarse con Tobuna y Nahuel, lo que podría suceder en los últimos días del mes de febrero.

En cuanto al traspaso de las tierras del Iberá a Nación, Peña no duda en afirmar que fue una noticia “muy emocionante” porque significaría “poder trabajar para la restauración de la fauna en un territorio que estará protegido  a largo plazo”, concluyó. TOMADO DE EL LITORAL DE CTES AR 

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