LA SELVA TALADA EN
AMAZONIA ES EQUIVALENTE AL ÁREA DEL CHOCÓ
FOTO RÓBINSON SÁENZ
Infografía
67% de los bosques del país se hallan en la región
amazónica, que aún posee 40 millones de has. de selvas
Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ
Los 4,8 millones de hectáreas que se han talado en la selva
amazónica equivalen a haber talado todo el departamento del Chocó reveló la
última medición del Instituto Sinchi. Una pérdida que representa 10 % de la
región.
El avance de la frontera agropecuaria a un ritmo de 112 000
hectáreas anuales en promedio ha llevado a que en solo 14 años, de 2002 a 2016,
se hayan deforestado 1,5 millones de hectáreas.
La selva que ha perdido este pulmón es similar al área de
Chocó o, si se quiere, a la suma de los departamentos de Atlántico, Caldas,
Huila, Quindío, Risaralda, San Andrés y Sucre, y podría tener consecuencias
serias sobre el clima (ver recuadro) al desestabilizar la precipitación.
La medición del Sistema de Información Ambiental Territorial
de la Amazonia Colombiana, del Sinchi, mostró que en 2002 se habían talado 3
286 798 hectáreas, y el año pasado había subido a 4 865 503.
Una pérdida sobre todo por la ampliación de la frontera
agropecuaria, explicó a EL COLOMBIANO Uriel Murcia, investigador de
esa institución. El fenómeno es más sentido en el arco noroccidental del sur
del Meta a la pequeña franja amazónica de Nariño.
“La frontera agropecuaria es hasta dónde la población va
entrando, haciendo tumba del bosque y plantando coberturas distintas,
básicamente pastos. Es un fenómeno que crece, todos los años hay nuevas áreas
de bosques que se añaden a esa frontera. Áreas transformadas interconectadas
con el interior del país”, explicó Murcia.
Son diferentes a los enclaves, esas áreas no conectadas con
el resto del país que corresponden a las poblaciones más grandes, como Leticia,
Miraflores, Inírida, Araracuara, La Chorrera y El Encanto.
En estas la deforestación ha sido menor. De unas 820 000
hectáreas transformadas en 2002 a 964 000 en 2016.
Con su extenso bosque tropica lluvioso, la región es una de
las más biodiversas del país, junto al Chocó biogeográfico, albergando 8101
especies de plantas identificadas hasta ahora, pertenecientes a 334 familias y
más de 2500 especies de fauna.
Coincidencia
No es de extrañar lo que acontece. En la última alerta sobre
deforestación, el Ideam había revelado el año pasado que Caquetá, Meta,
Guaviare y Putumayo estaban en el top 5 de los más deforestadores (junto a
Antioquia que era segundo). Los cuatro tenían 46 % de la deforestación
nacional, siendo 5 de sus municipios los de las tasas más altas: Cartagena del
Chairá, con 10 822 hectáreas; San Vicente del Caguán, 9755; San José del
Guaviare, 5447; y La Macarena, 4099.
La historia de este fenómeno viene de muy atrás, cuando desde
finales de los años 60 y comienzos de los 70 se incentivó la colonización,
auspiciada por la Presidencia de la República, y se empezó a abrir la frontera.
Desde los 90 se deforestan más de 100 000 hectáreas año, dijo Murcia.
El Sinchi ha realizado cinco evaluaciones de la pérdida de
bosque. De 2002 a 2007 el promedio de tala fue de 153 000 hectáreas año; 76 000
entre 2007 y 2012; subió a 158 000 del 12 al 14; y entre este y 2016 fue de 133
000 hectáreas de selva talada cada año.
El problema no ha sido controlado. “Las carreteras tienen un
impacto fuerte y sobre todo aquellas vías interconectadas entre sí con el
interior del país, porque es el principal mecanismo para acceder al
territorio”, comentó.
“La infraestructura mal planeada es motivo de deforestación,
es abrir boca a la frontera agropecuaria”, expresó Luz Marina Mantilla,
directora del Instituto Sinchi.
De hecho, comentó Murcia, uno de los focos de deforestación
entre San José de Guaviare y San Vicente obedece a una expectativa de la
marginal de la selva, “es real, se manifiesta a través de las mediciones que se
hacen de deforestación y de coberturas. Lo mismo ese corredor vial de Calamar a
Miraflores. La sola expectativa de que están mejorando una vía ha hecho que la
gente en sus predios tumbe para ampliar los pastizales”.
Pero también existen otros factores, como las expectativas
que generan los hidrocarburos, la minería y los cultivos ilícitos, que inciden
para que la población amplíe frontera.
Algunos porque quieren tener tierras propias, otros para
acaparar. “Se ha identificado el fenómeno de capitalistas de lo rural, que
teniendo recursos financieros apropian o por terceras personas hacen ocupar
zonas boscosas, por ejemplo de reserva de Ley 2a y luego presionan para generar
la sustracción y se incluya en el mercado de tierras”.
En Caquetá, Guaviare y Meta se da el proceso de
concentración de tierra.
El modelo ganadero extensivo es el que más presiona que la
frontera se amplíe cada año, precisó el investigador. Es un modelo ineficiente
con dos vacas por hectárea, en el que por la reducida fertilidad de las tierras
a los 10 años o antes se debe readecuar para soportar otro proceso productivo.
Una ocupación que no se ha reflejado en una mejor calidad de
vida de los pobladores.
Los mapas revelan que contrario a lo que se cree, los
cultivos ilícitos no tienen el peso de antaño.
Problemas
La Directora del Sinchi enfatizó que “si se sigue ampliando
se perderán funciones de los ecosistemas, como la conectividad de Los Andes con
la planicie amazónica”, algo que sería grave como demuestran estudios
(recuadros).
La deforestación incide en el clima en general y los
microclimas locales. Esteban Álvarez Dávila, investigador de la
Unad y miembro de la Red de Inventarios Forestales de la Amazonia dijo al
periódico que “en la Amazonia se presentan sequías cada vez más severas y
frecuentes que afectan gravemente los bosques. Por las sequías hay mayor
mortalidad de árboles y los sobrevivientes crecen menos. Nuestros estudios en
el medio Caquetá nos muestran que la sequía de 2014 duplicó la tasa de
mortalidad de árboles y redujo el crecimiento en 30%. Como resultado, el bosque
pasó de ser un sumidero de carbono a ser una fuente de CO2. Esto puede tener
grandes implicaciones”.
Mantilla cree que se necesitan decisiones desde lo local
para mitigar la presión. “El rol de las comunidades es importante”, resaltando
las Juntas de Acción Comunal, que son receptivas. No sucede igual con los
funcionarios municipales y departamentales. No todos muestran su disposición,
dijo.
Detener la deforestación no es una tarea sencilla, como
tampoco restaurar lo perdido, que se hace con estrategias que involucran
acuerdos con los campesinos para que no toquen lo no talado en sus predios, o
restauración ecológica de sitios intervenidos para que queden lo más parecido a
como eran antes.
“Restaurar una hectárea cuesta de 7 a 8 millones de pesos”,
reveló Murcia. En todos los casos es más barato y rentable evitar la
deforestación
Por ahora, la apuesta nacional de reducir a cero la
deforestación de la Amazonia, prometida en la cumbre del clima en Cancún en
2010 está en veremos, pese al apoyo de países como Alemania, Noruega y el Reino
Unido.
Hay que parar la tala.
ANTECEDENTESCARACTERIZACIÓN DE LA EXTENSA REGIÓN AMAZÓNICA
Su superficie se estima en 483.163 km2, 5,71 % de la Gran
Amazonia y al 42,3 % del territorio continental de Colombia.
Cubre la parte sur del departamento del Vichada; el
suroriente del Meta; todo el territorio de los departamentos de Amazonas,
Caquetá, Guainía, Guaviare, Putumayo y Vaupés; la Bota Caucana; y las
vertientes amazónicas de Nariño (la parte alta de los ríos Guamuez, Sucio, San
Miguel y Aguarico). Alberga 6 municipios cabeceras departamentales, 52
municipios y 20 corregimientos departamentales, áreas no municipalizadas.
La región incluye 11 parques Nacionales Naturales (PNN
Sierra de la Macarena, PNN Tinigua, PNN Cahuinarí, PNN Cordillera de los
Picachos, RNN Puinawai, PNN Amacayacu, PNN Río Puré, RNN Nukak, PNN La Paya,
PNN Yaigojé-Apaporis y PNN Serranía del Chiribiquete).
Aporta el 1% del PIB nacional y presenta los más bajos
índices de desarrollo social con grandes niveles de informalidad, ilegalidad y
baja presencia estatal.
Es el hogar de 26 etnias y una población de 1,2 millones de
personas.
SECTORES DE LA REGIÓN HAN PROBADO LA ESCASEZ DE AGUA
LA COLONIZACIÓN DE LOS 70 ABRIÓ LAS PUERTAS
SERÍA GRAVE SI SE ROMPE LA RELACIÓN ANDES-AMAZONIA
RAMIRO
VELÁSQUEZ GÓMEZ Los temas de la ciencia, la astronomía y el medio
ambiente con énfasis en cambio climático son mis campos de acción periodística.
Con vocación por el mundo de los pequeños felinos y la defensa animal. TOMADO
DE EL COLOMBIANO
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