lunes, 1 de septiembre de 2008

Banderilleros para la soja


El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arraso con el quebracho colorado, embolso millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandono decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y goza de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.

Las Petacas se llaman el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar.

Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.

'Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama esquineros;

Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasa el mosquito desde el punto del medio de la maquina y pararse allá, dice uno de los pibes entre los 14 y 17 de edad.

El mosquito es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.

Fuente “diario la Capital de Rosario “

No está el Ministerio de trabajo, las organizaciones de derechos humanos, la policía, la gendarmería, la sociedad, no, total a nosotros no nos tocan, sin embargo debemos saber que van por más……

Primero se llevaron a los negros,
pero a mí no me importo porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a m
í no me importo, porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los sacerdotes,
pero como yo no soy religioso, tampoco me importo.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista, tampoco me importo.
Ahora me llevan a mi, pero ya es tarde.

Bertold Brecht