Hace no mucho tiempo, recibimos aquella información que, a través de los diversos medios de comunicación, prácticamente recorrió el mundo, referida al espectáculo protagonizado por una orca llamada Tilikum (en cautiverio), en que ésta mató a su entrenadora, una mujer cuyo nombre es Dawn Brancheau, de 40 años de edad, en un parque que la compañía de entretenimientos marinos SeaWorld posee en Orlando, Florida, Estados Unidos...
La compañía SeaWorld tendría para sus eventos unas siete orcas mas, todas en cautiverio, dentro de estanques vidriados, y habría igualmente otros dos parques, propiedad de la misma empresa, en San Diego y San Antonio, siempre en Estados Unidos...
En cuanto a "Tilikum", la que mató a la mujer, es un macho adulto, se trata de la más grande de las que exhibe Seaworld y se encontraría cautiva en el parque mencionado, desde hace 27 años.
Dicen que, cuando ya había terminado la exibición, en enorme animal, de 12.300 libras (5.580 kilogramos) de peso, empezó a nadar muy rápido en el tanque, agarró a la entrenadora por la cintura y la empezó a menear" dentro del agua; y en pocos instantes la entrenadora murió.
Nancy Black, una experta en ballenas, dijo que "la orca, al matar a la mujer, talvez hasta simplemente podría haber estado jugando, por lo que la tragedia podría tratarse de un accidente".
"Son criaturas muy inteligentes. Tienen emociones y sentimientos. Quizás se encontraba infeliz en la situación, quizás estaba aburrida", habría agregado después...
Muchos hablan ya de "la orca asesina", pero valdría la pena recordar que el hábitat natural de estos animales (constituído por las grandes extensiones del mar) y el "acuario vidriado", que conforma su lugar de cautiverio, son dos medios de vida muy distintos... Quisás, como dijo dijo Debbie Leahy, directiva del grupo de defensa de derechos de los animales PETA, "para estos animales estar allí (en ese acuario) es como vivir dentro de una bañera"...
Y... ¿no constituirá también un horrendo crimen sacar a las orcas de su ambiente natural de vida, que es el mar, para que terminen su existencia en una prisión creada por el hombre, simplemente con la finalidad de "exibirlas allí" a muchos espectadores que a veces ni siquiera piensan en el sufrimiento y en el permanente "stress" que padecen estos "seres del agua" sometidos a una vida en condiciones totalmente anormales?...
¿No constituirá algo moralmente ilícito y condenable lo que se hace, en casos así, con las orcas (y con muchas otras formas de vidas animal), para diversión o entretenimiento humano?... y... ¿no constituirán también, en general, algo moralmente ilícito y condenable los espectáculos (circenses y de otro tipo) que se efectúan con animales sometidos a crueles condiciones de cautiverio en numerosos lugares del Mundo?...
Y, en definitiva,... ¿no habgrá llegado la hora de que la especie humana (a través de las Naciones Unidas, por ejemplo) prohiba, en toda la tierra, los espectáculos con animales cautivos?...
Talvés "la orca que mató a su entrenadora" y la sangre de la mujer muerta, desparramándose en el agua de un acuario, allá en Orlando (Florida),... y las imágenes de este dolorso espectáculo recorriendo el mundo,... deberían hacernos reflexionar sobre lo precedente...
Palo Santo, febero de 2.010.- Ramón M. Godoy
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